Excmo. Sr. D. Alberto Ruiz-Gallardón Jiménez

AutorVíctor Martínez Patón
Cargo del AutorAbogado en ejercicio, es miembro de los Ilustres Colegios de Madrid y Oviedo
Páginas141-167
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El día 22 de diciembre de 2011 usted juró el cargo como ministro de
Justicia, y solo un mes después pronunció en la Comisión de Justicia
del Congreso de los Diputados un discurso en el que anunció el pro-
grama de gobierno para toda la legislatura, sin duda uno de los más
ambiciosos desde la proclamación de la democracia.
En el mes que transcurrió desde que tomé la cartera del ministerio hasta
que pronuncié ese discurso el 25 de enero de 2012 trabajé muy intensa-
mente con mi equipo para diseñar un plan de acción muy ambicioso que
se desarrollaría a lo largo de los cuatro años de legislatura y con el que
pretendía establecer las bases para una justicia del siglo XXI.
Al exponer las líneas maestras de la legislatura, quería transmitir tanto a
los diputados como al conjunto de la población española que el ministro
era muy consciente de los décits de la justicia española y que se ponía
como objetivo prioritario terminar con todos ellos.
En ninguno de los cargos políticos que he tenido el honor de ocupar
he entendido mi función como la de mero gestor de la herencia recibi-
da, sino que siempre he pretendido introducir cambios profundos que
Excmo. Sr. D. Alberto
RUIZ-GALLARDÓN JIMÉNEZ
Ministro de Justicia (2011-2014)
Fiscal (en excedencia)
CONVERSACIONES SOBRE LA RESPONSABILIDAD PENAL DE LAS PERSONAS JURÍDICAS ANÁLISIS DE 10 AÑOS
VÍCTOR MARTÍNEZ PATÓN
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pudieran ser útiles a los ciudadanos para varios decenios. Lo hice como
presidente de la Comunidad de Madrid con proyectos como la amplia-
ción del Metro, como alcalde de Madrid con el proyecto Madrid Río, y
pretendía hacer lo mismo al frente del Ministerio de Justicia.
El discurso del que estamos hablando es muy recordado incluso al
cabo de los años por el sistema que usted proponía para la elección de
los vocales del Consejo General del Poder Judicial.
Una de las cuestiones que expresé fue mi convencimiento personal de
que era necesario modicar la forma de elección del Consejo General
del Poder Judicial, con la propuesta de regresar a la que entiendo que era
la voluntad del legislador constituyente: que el gobierno de los jueces sea
ajeno a los partidos políticos. Fue la primera de las reformas que planteé:
«Quiero comenzar por la cúspide, es decir, por el Consejo General del Poder
Judicial. Reside en el Consejo una preocupación que tiene este ministro, que
tiene el Gobierno y que creo que sus señorías deben de compartir: no podemos
seguir con la imagen de politización de la justicia en España».
Es cierto que de aquel discurso aquella propuesta es la que más se re-
cuerda, pero se formularon muchas otras: una reforma de la Ley Orgá-
nica del Poder Judicial, una nueva Ley de Planta y Demarcación Judi-
cial, una ley de Jurisdicción Voluntaria, una ley de Mediación, reformas
en la Ley Orgánica de Responsabilidad Penal del Menor, e incluso la
promulgación de dos nuevos códigos: un Código Mercantil y un Códi-
go Procesal Penal.
Pero las reformas no quedaban ahí, incluían a todos los órganos jurisdic-
cionales e incluso al Tribunal Constitucional. Respecto a este, una de las
cuestiones más importantes que planteábamos era la recuperación del
recurso previo de inconstitucionalidad en los estatutos de autonomía.
En resumen, pretendí una reforma profunda de la justicia española que
tenía tres líneas maestras: renovación, modernización y despolitización.

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