La educación como cimiento del desarrollo sostenible
| Autor | Leopoldo Cadaya Vidal |
| Cargo del Autor | Doctor en derecho, Universidad de Vigo, Ourense, España |
| Páginas | 847-857 |
847
La educación como cimiento del desarrollo
sostenible
Leopoldo Cadaya Vidal
Doctor en derecho, Universidad de Vigo, Ourense, España
leopoldo@lexauria.com
I. El factor educativo como base de la ciudadanía
No es necesario ser un filósofo, un historiador, un pedagogo, o un graduado en
magisterio para ver que la educación es el factor más importante en el desarrollo de un
pueblo. Las dictaduras cuando usurpan el poder se preocupan en adoctrinar al pueblo.
Pero, y si el adoctrinamiento fuese filosófico, si se les adoctrinase en ética, en el
necesario respeto a los Derechos humanos. En la situación geopolítica y medioambiental
actual hay que educar a la población para que puedan pensar por sí mismos y presentar
alternativas sostenibles que permitan obtener los recursos necesarios para desarrollarse,
sin acabar con el recipiente o el medio que los sustenta, que es nuestro propio planeta
TOMÁS MORO publica su célebre obra Utopía en 1516 en la que dio forma a un
concepto por todos conocido, que, con el paso de los años, acabó adquiriendo el matiz
de algo irrealizable, pero; ¿es utópico pensar en salvarnos como especie y como seres
humanos?
IMMANUEL KANT publica, por su parte, en 1785 su obra La paz perpetua en la
preconiza o avanza unos aspectos político-sociales que, como no puede ser de otra
manera en el filósofo más grande junto con ORTEGA darían como resultado la ansiada
paz.
Hace más de doscientos años, KANT, ya avanza los aspectos a tener en cuenta
para que el ser humano perpetúe ese estado de paz de forma permanente entre la
humanidad siendo necesario para ello la desaparición de os ejércitos permanentes,
prohibiendo las prácticas deshonrosas entre estados –únicos sujetos de la política
internacional en la época junto con el cuarto poder-. Fija los mínimos legislativos básicos
de las constituciones de cada estado, siendo estos los de libertad de cada miembro de
la sociedad; igualdad y una legislación común aplicable a todos.
Lo realmente increíble, en una época en la que una legislación supranacional solo
era una quimera, es que se hablase de crear un derecho de gentes –normativa
internacional de necesario respeto- aplicado a todos los estados y, lo que es más
importante y muestra su evidente visión de futuro, es la creación de una ciudadanía
mundial. Sus escritos siguen estando de rabiosa actualidad más de doscientos años más
tarde. Siendo el propio KANT quien afirme que la educación es un arte cuya finalidad es
la búsqueda de la perfección humana. Contando con dos partes: la disciplina, que tiene
como función la represión de lo instintivo, siendo la segunda la instrucción, que es la
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