Capítulo primero. Antropoceno. En busca de una política de lo común

AutorAsier Martínez de Bringas
Cargo del AutorProfesor Titular de Derecho Constitucional y director del Programa de Expertos en Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas de la Universidad de Deusto.
Páginas19-44
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Capítulo primero.
Antropoceno. En busca de una política de lo común 1
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1. INTRODUCCIÓN
El objetivo de este ensayo es realizar una crítica política de concepcio-
nes ingenuas sobre el “buen Antropoceno” (Hamilton, 2015: 233-238; Arias-
Maldonado, 2019: 137-150), poniendo el énfasis en las posibilidades norma-
tivas que el Antropoceno presenta para generar responsabilidades comunes y
funcionar como un momento geohistórico que permita aportar soluciones
políticas eficaces para una transición que garantice la existencia de ecosiste-
mas y vivientes. Se trata de proponer nuevas formas de producción y gestión
de lo común-planetario en pleno fractura ecosistémica que responda a exi-
gencias de justicia ecológica-social. El giro antropocénico constituye un gran
reto ético y político para pensar las nuevas relaciones de poder que se abren
entre las sociedades humanas y todo tipo de fuerzas geofísicas del sistema-tie-
rra (Lenton, 2016: 40 y ss.; Davies, 2016: 42).
Utilizaremos el concepto de Antropoceno en tres sentidos interdepen-
dientes y no segregados: como comprensión descriptiva del planeta en el que
ahora vivimos, conscientes de que, en alguna medida, lo descriptivo es pres-
criptivo; que el hecho empírico compele a la prescripción; que toda descrip-
ción fáctica es un reclamo necesario a la acción (política). Como idea norma-
tiva más allá de los hechos; y como idea prescriptiva orientada a redefinir un
nuevo marco de responsabilidades.
Vamos a estructurar este trabajo en cuatro momentos fundamentales. Un
primer momento, donde expondremos diferentes narrativas del Antropoceno.
Todas ellas parten de presupuestos epistemológicos diferentes y se acercan a
propuestas políticas distintas para pensar las alternativas. Propondremos, tam-
1 Este trabajo es una versión reducida y modificada de un texto más largo que se publicará en la
Revista Derechos y Libertades. Revista de Filosofía del derecho y derechos humanos.
2 Profesor Titular de Derecho Constitucional y director del Programa de Expertos en Derechos
Humanos de los Pueblos Indígenas de la Universidad de Deusto.
Asier Martínez de Bringas
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bién, cómo entendemos el Antropoceno y qué potencialidades encierra para
pensar las transiciones. En un segundo momento, hablaremos de la ambiva-
lencia del Antropoceno, esa nueva condición que otorga al ser humano la
capacidad de ser fuerza geológica; lo que implica un poder inaudito, pero
ambivalente, en la medida que pueda implicar su propia destrucción. La cap-
tación consciente del estatuto de esta ambivalencia es condición de posibili-
dad para empezar a pensar las responsabilidades de otra manera. En un tercer
momento, propondremos la figura del anthropos descentrado como expresión
simbólica para apercibir, tanto la importancia del ser humano para pensar
otras maneras de vivir y transitar, como para hacer aprehensión de la radical
vulnerabilidad que nos caracteriza, condición necesaria para pensar cualquier
forma de responsabilidad. Finalmente, y de manera más propositiva, tratare-
mos de formular los fundamentos normativos de la(s) responsabilidad(es) en
el Antropoceno, a partir del universo moral al que nos asoma la fractura eco-
sistémica con la que convivimos.
2. VERSIONES DEL ANTROPOCENO
El Antropoceno da nombre a una nueva escala de tiempo geológico (geo-
cronología) cuya principal característica es la influencia antropogénica sobre
el planeta, lo que implica una transformación drástica de los ecosistemas te-
rrestres, transformación que tiene una proyección sistémica y no coyuntural
sobre los mismos (Crutzen, 2002: 23). El Antropoceno es un concepto poco
convencional, mixtura de cognición y disposiciones emocionales, que propor-
ciona un marco para entender el actual colapso ecológico –más que recetas
o prescripciones para resolverlo (Davies, 2016: 193)–, cuyo potencial reside,
desde un punto de vista político, en señalar y demarcar el carácter finito del
planeta, de sus recursos, y de la propia idea moderna de crecimiento. Nos
orienta metodológicamente a entender que las sociedades humanas 3 ya no
disponen de la capacidad técnica y existencial necesarias para mantenerse,
por mucho más tiempo, como fuerza geológica en el planeta (Semal, 2015:
87-99).
Podemos hablar de cuatro grandes narrativas en la manera de definir y
comprender el Antropoceno. No nos vamos a decantar específicamente por
ninguna de ellas, sino arrastrados desde la lógica de la interdisciplinariedad,
3 Hablamos de sociedades humanas, mejor que de humanidad, para enfatizar el carácter
asimétrico y desigual con el que las diferentes sociedades han contribuido a fomentar y promover el
colapso ecológico. De la misma manera, y en reverso, habrá que ver la manera diferenciada y desigual que
la vulnerabilidad afecta también a diferentes sociedades, del Sur y del Norte global. (Davies, 2016: 109).

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