Teoría de los roles e imputación penal
| Autor | Miguel Polaino-Orts |
| Páginas | 153-173 |
CAPÍTULO VIII
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Teoría de los roles e imputación penal
Miguel Polaino-Orts
Profesor titular de Derecho penal
Universidad de Sevilla
Carlos Daza es (fue, lo sigue siendo) mi hermano mayor en el penalismo
hispanoamericano. Siendo yo agresivamente joven me abrió las puertas de Mé-
xico de par en par, me permitió conocer personalmente a los grandes penalistas
seniores –y a otros tantos posteriores– de ese gran país (de don Fernando Castella-
nos Tena a don Ricardo Franco, de don Luis Fernández Doblado a don Raúl Ca-
rrancá) y me acogió con su generosidad desusada y vitalista en su familia, entre los
suyos. Juntos organizamos conferencias y jornadas, planeamos viajes extenuantes,
invitaciones sorpresivas y sorprendentes, homenajes, charlas, conversaciones lle-
nas de entusiasmo y de generosidad, de hermandad y de camaradería. A Carlos
le gustaba que yo hablara en esos eventos de imputación y de funcionalismo, a
sus alumnos y a su gente, como si pudiera con ello transmitir y actualizar la idea
que a él mismo le inspiró siempre (como cuando introdujo el nalismo en el
debate mexicano y cuando quiso dedicar a la gura de Jakobs el primer congreso
latinoamericano sobre la obra del penalista de Bonn que originó una memorable
publicación en la que guraba él como director y Eloísa Quintero y yo como
coordinadores). Carlos siempre persiguió inspirar el debate, la controversia, la
dinamización de las ideas, al tiempo que estrechar los vínculos personales que
para él eran tan necesarios. Vino expresamente desde la Ciudad de México a mi
tesis doctoral y yo tuve el gusto de participar en el acto –inolvidable– de su tesis
sevillana. Todo lo disfrutaba Carlos con esa comunicable vitalidad suya, con su
profesionalidad universitaria enlazada a una alegría personal igualmente admi-
rable. Tanto derroche de dinamismo mostró Carlos siempre que, a quienes lo
conocimos, se nos hace incompatible con él la idea desorientadora de su muerte.
Apenas cuatro, cinco días antes de ese «hachazo invisible y homicida», que diría
CIENCIA PENAL Y GENEROSIDAD
DE LO MEXICANO A LO UNIVERSAL
M. Olmedo Cardenete | M.Á. Núñez Paz | N. Sanz Mulas | M. Polaino-Orts
DIRECTORES/EDITORES
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Miguel Hernández, estábamos urdiendo un homenaje al maestro Carrancá por
sus primeros 90 años y un congreso virtual inminente –para marzo de este 2021–
sobre problemas actuales de la dogmática, a imagen y semejanza del que él –poco
antes, en agosto de 2020– había organizado milagrosa y admirablemente en la
UNAM (un congreso memorable que, a partir de ahora, institucionalizado ya
por sus autoridades académicas, llevará el nombre señero del Dr. Carlos Daza).
Querría dedicar estas reexiones a la memoria de Carlos, las ideas que tantas
veces expuse y debatí con él y gracias a él: como si pudiera con ello resistirme
a su pérdida incomprensible, mantener vivo el debate que él tanto alentó, traer
su memoria permanente la conversación en el seno de la dogmática penal ac-
tual, también tan suya. En 1973 el poeta chiapaneco Jaime Sabines (cuya tumba,
como las de los poetas andaluces del 27 Luis Cernuda y Emilio Prados, visitó en
cada viaje al panteón Jardín a la Ciudad de México) dedicó un libro necrológico
a la memoria de su padre, el mayor Sabines. En un soneto de corte quevedesco
dedicado a su progenitor escribía Sabines este cuarteto conmovedor: «Morir es
retirarse, hacerse a un lado, / ocultarse un momento, estarse quieto, / pasar el aire
de una orilla a nado / y estar en todas partes en secreto». Carlos Daza estará con
nosotros, a partir de ahora, en todas partes, en secreto o públicamente, como la
presencia viva y feliz con que siempre nos alegró nuestra existencia.
1. Presupuestos de la imputación penal: la teoría
de los roles sociales
1.1. El punto de partida: reconocimiento del rol social
Los seres humanos se encuentran en el mundo social en función de por-
tadores de un rol1. Como sucede en una obra de teatro, donde cada actor repre-
senta un papel, también en la vida –El gran teatro del mundo, parafraseando el
título del conocido auto sacramental de Calderón de la Barca– a cada uno le
corresponde el ejercicio de un rol determinado. En función de ese rol, a cada
1 Günther JAKOBS, La imputación objetiva en Derecho Penal, traducción de Manuel
CANCIO MELIÁ, Centro de Investigación en Filosofía y Derecho, Universidad
Externado de Colombia, Bogotá, 1994, págs. 9 y sigs.
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