¿Pueden ser los litigios estratégicos una solucion en la lucha contra la esclavitud moderna?
| Autor | Lorena Sales Pallarés |
| Cargo del Autor | Universidad de Castilla-La Mancha |
| Páginas | 99-118 |
CAPÍTULO 5
¿PUEDEN SER LOS LITIGIOS ESTRATÉGICOS
UNA SOLUCION EN LA LUCHA CONTRA
LA ESCLAVITUD MODERNA?
LORENA SALES PALLARÉS
Universidad de Castilla-La Mancha
1. LA ESCLAVITUD MODERNA
No será la primera vez que empiece diciendo que nos hemos acostum-
brado a mirar sin ver si de esclavitud estamos hablando (Sales, 2021).
Pero la realidad no puede ser más contundente y resulta imposible llegar
a otra conclusión que no sea, a pesar de los años y de las diferentes
legislaciones a las que se han sometido desde todas las perspectivas y a
todos los niveles, que los problemas derivados de las situaciones de
trata de seres humanos y de la esclavitud siguen formando parte de
nuestra realidad. Y no solo es que las cifras siguen creciendo con cada
informe que publica la Organización Internacional del Trabjo (ILO,
2017 y 2022), sino que las previsiones que Save the Childrens tiene
para los próximos años prevén un aumento, por primera vez en más de
veinte años, de los matrimonios infantiles (Heimsoth y Szabo, 2022).
No solo los organismos internacionales, también los tribunales vienen
manifestando que el fenómeno de la esclavitud, lejos de ser un vestigio
histórico es una figura incluso en auge, que se ha sofisticado en sus
formas de ejecución, especialmente desde un punto de vista organiza-
tivo transnacional (Rivas, 2020, p.43).
Esto me plantea, antes de proponer los litigios estratégicos como una
posible vía de solución a la “ceguera” que arrastra la esclavitud mo-
derna, dos cuestiones previas que conviene tener en mente para enten-
der los problemas y, por tanto, comprender la situación que tratamos de
resolver.
La primera cuestión a la que me quiero referir de manera muy breve es
la propia definición del concepto de esclavitud moderna. La segunda
cuestión es la relativa a la obtención de los datos.
1.1. PARA ENCONTRAR UNA SOLUCIÓN HAY QUE VER EL PROBLEMA
Una de las dificultades mayores con las que nos encontramos, como he
apuntado, es la dificultad en ver, en reconocer, la esclavitud. Como
apunta Villacampa:
desde que KEVIN BALES, confundador de la organización Free the
Slaves, asesor de Nacionales Unidas y de los Gobiernos Británicos y de
Estados Unidos y uno de los máximos especialistas contemporáneos en
esclavitud y trata de seres humanos, empleara la expresión “moderna
esclavitud” en su conocida obra “Disposable People: New Slavery in
the Global Economy”, ésta ha hecho fortuna (Villacampa, 2013, p.294)
Incorporar esta denominación significó vincular la idea de la esclavitud
anclada en el imaginario colectivo, a un nuevo fenómeno que se estaba
observando, y que no era sino “la explotación económica despiadada
de seres humanos completamente disponibles y fungibles por parte de
quienes, sin detentar ya un derecho de propiedad sobre los mismos, sí
disponen de su fuerza de trabajo y ejercen el control absoluto sobre los
mismos” (Villacampa, 2013, p.294).
Esto significa que podemos entresacar algunas características de esta
nueva figura para dotarnos de un concepto extrajurídico que nos ayude
a reconocer al elefante en la habitación. La pérdida de la libertad de la
voluntad, y el mantenimiento del control sobre la otra persona mediante
el uso de la violencia, y su explotación, normalmente en algún tipo de
actividad económica, es el elemento fáctico más habitual, aunque tam-
bién puede darse en el marco de alguna forma de actividad sexual, e
incluso como objeto de ostentación94.
Pero contar con una palabra que nos defina una situación fáctica no
implica contar con una definición desde el punto de vista legal. Esto lo
decimos porque ciertamente si acudimos tanto a la Declaración
94 Un trabajo pormenorizado de las diferentes concepciones y tipos que quedarían engloba-
dos en el concepto de esclavitud puede verse en Villacampa, 2013 y a él nos remitimos.
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