Prólogo

AutorRoberto Pereira
Cargo del AutorPresidente de Honor de SEVIFIP
Páginas13-18
13
Las relaciones humanas son complejas, y su estudio e intento
de comprensión han ocupado a la humanidad desde el comienzo
de la historia conocida. Y hay que decir que, lamentablemente, con
escaso éxito.
Las causas de este escaso éxito se deben, en buena parte, a la
dicultad de comprender a los individuos que interaccionan. El in-
tento de penetrar en las motivaciones de la conducta humana se
remonta a ese primer momento primigenio en el que un homínido
cuyo cerebro se había desarrollado lo suciente para ser autoreexi-
vo se preguntó algo así como «¿por qué estoy haciendo esto?». Pero
la cosa se complicó aún más cuando se preguntó algo más tarde «¿por
qué hago esto cuando estoy solo y hago algo distinto cuando estoy
con alguien?», y ahí entró en juego la relación. Y la tercera pregunta
que aumentó la complejidad fue algo así como «¿Por qué me com-
porto de forma diferente con mi pareja cuando hay otra persona
presente?» «¿o cuando truena?» «¿o cuando no tenemos que comer?»,
y ahí entró en juego el contexto, y las variables a estudiar que pue-
Prólogo
Roberto Pereira
Presidente de Honor de SEVIFIP

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