La organización privada del deporte en el ámbito internacional
| Autor | Antonio Calonge Velázquez |
| Páginas | 113-141 |
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El presente capítulo tiene por objeto principal y, casi, exclusivo el Movimiento Olímpico, desde el punto de vista de su organización. Es decir, a lo largo de las siguientes páginas se dará cuenta del trípode sobre el que se asienta el Movimiento Olímpico conformado por el Comité Olímpico Internacional (COI), las Federaciones deportivas internacionales y los Comités Olímpicos Nacionales (Cazorla Prieto, 1992: 103). Además, está integrado también por los Comités Organizadores de los Juegos Olímpicos, las asociaciones nacionales, clubes y las personas que forman parte de ellos, especialmente los atletas y otras organizaciones e instituciones reconocidas por el COI como es la Academia Olímpica Internacional.
La norma que resulta de aplicación al entramado organizativo que nos proponemos analizar es, fundamentalmente, la Carta Olímpica, que es —podemos afirmar de manera muy sencilla— el conjunto de reglas y disposiciones que rigen la organización y el funcionamiento del Movimiento Olímpico y de sus actividades. Es, en términos mucho más simples y escuetos, la máxima ley deportiva mundial.
No obstante, antes de adentrarse en el estudio de los organismos que constituyen lo que se denomina organización privada del deporte, se llevará a cabo una breve exposición sobre el Movimiento Olímpico y su historia con la finalidad de enmarcar, de manera acertada, la organización que se estudia.
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Desde luego, sigue causando sorpresa y estupor el estudio de la regulación internacional del deporte, en general, y, más concretamente, todo lo que configura el denominado «movimiento olímpico» (Monge Gil, 1987: 163). Todo aquel que se adentra en el conocimiento de esta materia tiene la impresión de sentirse en aguas poco tranquilas o en terreno resbaladizo al encontrarse con una «organización, estatutos y jurisdicción intangibles y supremos para cualquier persona u organización que no forme parte de aquél» (Bermejo Vera, 1985: 17).
El Movimiento Olímpico es la acción concertada, organizada, universal y permanente ejercida bajo la autoridad suprema del COI, sobre todas las personas inspiradas por los valores del olimpismo. Se extiende a los cinco continentes y alcanza su punto culminante en la reunión de los atletas del mundo en el gran festival del deporte que son los Juegos Olímpicos Abarca, bajo la autoridad suprema del COI, a las organizaciones, atletas y demás personas —dice la Norma 1 de la Carta Olímpica— que se ajusten a la Carta Olímpica (ver organigrama adjunto, al final del capítulo).
El criterio de pertenencia al Movimiento Olímpico es el reconocimiento otorgado por el COI que, conforme a la Norma 3 de la Carta, puede reconocer y otorgar la calidad de Comité Olímpico Nacional (CON) a organizaciones deportivas nacionales cuyas actividades estén relacionadas con su misión y función; también a asociaciones de Comités Olímpicos Nacionales formadas a nivel continental o mundial; a las Federaciones Internacionales, según los criterios explicitados en la regla 30 de la carta Olímpica, y a las asociaciones de Federaciones Internacionales; y a organizaciones no gubernamentales relacionadas con el deporte que operen a nivel internacionales y cuyos estatutos y actividades se ajusten a la Carta Olímpica.
Toda forma de discriminación en contra de un país o de una persona, ya sea por motivos raciales, religiosos, políticos, de sexo o de otro tipo, es incompatible con la pertenencia al Movimiento Olímpico.
Además, para formar parte del Movimiento Olímpico, es necesario respetar los principios éticos fundamentales con que se inician la CartaPage 115 Olímpica, que podríamos resumir afirmando que constituyen una filosofía de vida que exalta y combina en un conjunto armónico las cualidades del cuerpo, la voluntad y el espíritu; que se propone crear un estilo de vida basado en la alegría del esfuerzo, el valor educativo del buen ejemplo y el respeto de los principios éticos fundamentales universales y que su objetivo es poner siempre al deporte al servicio del desarrollo armónico del hombre, con el fin de favorecer el establecimiento de una sociedad pacífica y comprometida con el mantenimiento de la dignidad humana, contribuyendo a la construcción de un mundo mejor y más pacífico, educando la juventud a través del deporte practicando sin discriminación de ninguna clase y dentro del espíritu olímpico, que exige comprensión mutua, espíritu de amistad, solidaridad y juego limpio.
La historia del Movimiento Olímpico tiene su punto de arranque en el Congreso Internacional de París celebrado en la Universidad de la Sorbona los días 16 a 23 de junio de 1894. En esta reunión se adoptaron decisiones de trascendencia para el Olimpismo moderno: así, en primer término, se acordó la creación del COI, cuyo primer presidente fue el escritor de origen griego Demetrius Vikelas; y, en segundo lugar, la restauración de los Juegos Olímpicos con la organización de las primeras Olimpiadas de la era moderna en Grecia, en 1896, y las segundas cuatro años después en París.
En efecto, el año señalado, tras grandes esfuerzos y después de superar grandes problemas financieros, el 6 de abril se inauguraron los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, que reunieron a 14 banderas de distintas naciones, con 245 atletas —todos varones y la gran mayoría locales— para competir en nueve disciplinas que fueron: atletismo, tenis, esgrima, halterofilia, ciclismo, lucha, tiro, natación y gimnasia.
El Congreso de París, que acordó la creación el COI, decidió que la presidencia de este organismo recayera en una personalidad del país donde fueran a celebrarse los Juegos Olímpicos. No obstante, dos años después de esta decisión los miembros del COI nombraron presidente de este órgano a Pierre de Fredy, Barón de Coubertin con la intención de que continuara ejerciendo el cargo una vez finalizados los segundos Juegos Olímpicos de la era moderna de 1900, en París. El Barón de Coubertin ejerció este cargo durante los 29 años siguientes, convirtiéndosePage 116 de esta manera en el fundador del Movimiento Olímpico y en el máximo exponente del Olimpismo moderno.
El primer COI, que se constituyó el 23 de junio de 1894, contaba con 16 miembros, existiendo únicamente 3 federaciones Internacionales y 13 Comités Olímpicos Nacionales.
A través de los años el Movimiento Olímpico se ha ido fortaleciendo y en 1924 se realizaron los primeros Juegos Olímpicos de invierno, lo que representó un importante avance en los ideales del COI.
Desde los orígenes del Movimiento Olímpico se han celebrado 26 ediciones de las Olimpiadas de verano y 20 Olimpiadas de invierno cada cuatro años, salvo los períodos de las dos guerras mundiales.
El símbolo olímpico lo constituyen cinco anillos entrelazados de color azul, amarillo, negro, verde y rojo que representan la unión de los cinco continentes por el deporte.
En la actualidad, el COI cuenta con 125 miembros activos, 20 honorarios y 4 miembros de honor; son 35 las Federaciones Internacionales, que se agrupan en las asociaciones siguientes: Asociación de Federaciones Olímpicas Internacionales de Deportes de Verano (ASOIF), Asociación de Federaciones Olímpicas de Deportes de Invierno (AIOWF), Asociación de Federaciones Deportivas Internacionales Reconocidas por el COI (ARISF) y Asociación General de Federaciones Deportivas Internacionales (AGFIS) y 202 Comités Olímpicos Nacionales repartidos por todo el mundo y agrupados en asociaciones por cada continente, que son: Asociación de Comités Olímpicos Nacionales (ACNO), Asociación de Comités Olímpicos Nacionales de África (ACNOA), Consejo Olímpico de Asia (OCA), Organización Deportiva Panamericana (ODEPA), Comités Olímpicos Europeos (COE) y Comités Olímpicos Nacionales de Oceanía (ONOC). Además, están reconocidos por el COI formando, en consecuencia, parte del Movimiento Olímpico la Agencia Mundial Antidopaje, la Asociación Mundial de los Olímpicos, el Comité Paralímpico, el Comité internacional para el Juego Limpio, el Tribunal Arbritral de Deporte y un buen número de organizaciones que van desde asociaciones médicas hasta medios de comunicación, pasando por discapacitados, educativas, de equipamientos deportivos, etc.
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El COI, según hemos visto, se define por la norma máxima del deporte internacional como la «autoridad suprema del Movimiento Olímpico», lo que significa que es el órgano de decisión última de toda cuestión suscitada por cualquiera de los componentes del Movimiento Olímpico relativa a éste y a los Juegos.
Es una organización no gubernamental sin fines lucrativos, constituida como asociación dotada de personalidad jurídica, reconocida por el Consejo Federal suizo (por Decreto de 17 de septiembre de 1981) y de duración ilimitada, según establece la Norma 19 de la Carta Olímpica.
Su misión consiste en dirigir el Movimiento Olímpico conforme a las disposiciones de la Carta Olímpica. Y su papel es promover el deporte de alta competición, así...
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