El modelo de excelencia ciudadana bajo la perspectiva del adamántinos anér

AutorEduardo Esteban Magoja
Páginas27-57
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1. Introducción
El primer paso de este trabajo es presentar el argumento del hombre de acero y su
contexto inmediato de enunciación, que es precisamente el fragmento 6. Esta presen-
tación nos permitirá, además de ofrecer un panorama claro y delimitado del terreno
sobre el cual gira toda nuestra investigación, analizar en este capítulo los aspectos que
contiene la obra en relación con el ámbito ético y su proyección en el campo político.
El punto de vista que se privilegia en esta oportunidad es de corte ético. Al direc-
cionar nuestras fuerzas hacia ese campo particular del conocimiento, tendremos en
claro cuáles son, en el pensamiento del Anónimo, las características morales deseables
del individuo que vive en sociedad. Veremos que no todo hombre puede ser parte de
la pólis, sino que debe tener una aptitud especial adquirida mediante la “educación”
(παιδεία) que lo lleve a negar con vigor “el deseo de tener siempre más” (πλεονεξία)1
y considerar las necesidades del otro. Incluso, veremos que el autor va más lejos en
sus ideas, pues considera que la vida social y política solo es posible si los hombres
reúnen tales características. En este sentido, el concepto de areté, que venimos tradu-
ciendo por “excelencia”,2 tiene una doble valencia: está ligado a la excelencia indivi-
dual, pero también se proyecta hacia lo social y lo político. Se trata, pues, de una aretè
politiké, una inclinación ético-política que privilegia el bien común y tiene como n
apoyar las instituciones justas y mantener el imperio de la ley: uno de los valores cul-
turales más importantes de la Atenas democrática.3
En este marco, la gura del adamántinos anér es clave para comprender esa pers-
pectiva losóca, pues en el contraste con el buen ciudadano nos enseña, por un lado,
1 El signicado preciso del término pleonexía será analizado con mayor detalle en la tercera
sección del capítulo I.
2 Evitamos en la mayoría de los casos traducir el término como “virtud”, de modo de no
contaminarlo en especial con una connotación ligada al cristianismo. Sin embargo, en algunas pocas
ocasiones mantenemos su uso, sobre todo con los adjetivos, a los nes de evitar repeticiones en la
redacción. En relación con las dicultades de su traducción, ver Poratti (1992: 82), quien sostiene
que la areté es una determinación ontológica que no hace referencia a un deber ser o a un modelo
ideal inalcanzable, sino “al modo más o menos pleno con que alguien es aquello mismo que es”.
3 Cf. Harris (2013: 3).
EDUARDO ESTEBAN MAGOJA
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cuáles son los límites de la libertad y, por el otro, qué obligaciones jurídicas involucra
el concepto de areté. También es un tópico central para entender cómo el paradigma
del ciudadano virtuoso está alineado con los principios del gobierno democrático y
repugna los ideales oligárquicos y aristocráticos. Al respecto, no resulta redundan-
te recordar que la idea central que estructura esta primera parte del libro, tal como
anticipamos en la introducción, es que, en tiempos de crisis institucional y social, el
argumento del hombre de acero constituye una advertencia al ejercicio de la libertad
democrática.
En lo que a la organización del capítulo se reere, procederemos de la siguiente
manera. En primer lugar, expondremos el argumento del adamántinos anér; en se-
gundo lugar, nos concentraremos en ver la crítica a la pleonexía; el estudio de este
aspecto nos permitirá trazar, en tercer lugar, las primeras líneas que caracterizan el
concepto de areté y, además, determinar de qué forma el hombre de acero constituye
un recurso ecaz para impugnar la exaltación de la libertad; en cuarto lugar, conec-
taremos la perspectiva ética del Anónimo con el gobierno democrático y, nalmente,
ofreceremos una interpretación de la aretè politiké vinculada con el concepto de obli-
gación política.
El desarrollo de esta temática, que hemos dividido a los efectos de poder abordarla
con mayor detalle, nos permitirá tener una visión precisa acerca de cómo el Anónimo
entiende la vida ética y qué papel le da en la constitución de lo político. Por lo demás,
vale aclarar que el análisis brindado en este capítulo, si bien pretende ser autosu-
ciente, es incompleto. La riqueza de la perspectiva ética del Anónimo se terminará
de comprender de forma acabada cuando despleguemos con mayor profundidad las
ideas jurídicas y políticas en los dos siguientes capítulos.
2. El argumento del hombre de acero
El fragmento 6.1 comienza con una formulación precisa de la máxima moral y
política que el Anónimo se propone defender: “no se debe precipitar hacia la pleo-
nexía, ni creer que la fuerza fundada en la pleonexía sea virtud ni que [sea] cobar-
día obedecer las leyes” (οκ π πλεονεξίαν ρν δε, οδ τ κράτο τ π τι
πλεονεξίαι γεσθαι ρετν εναι, τ δ τν νόων πακούειν δειλίαν). En defensa de
esta posición, introduce una serie concatenada de argumentos en los que incluye un
tratamiento teórico de diversos temas de naturaleza jurídica y política, que van desde
la fundamentación del origen de la ciudad hasta la doble conciliación entre, por un
lado, el nómos y la phýsis y, por el otro, el nómos y el krátos. Todo su razonamiento
se encuentra hábilmente desplegado y la articulación de las ideas demuestra la exis-

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