La pólis como único marco posible de la existencia ciudadana
| Autor | Eduardo Esteban Magoja |
| Páginas | 95-123 |
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C III
L
1. Introducción
El estudio que hemos realizado hasta aquí nos ha permitido ver cómo en el pensa-
miento del Anónimo el argumento del adamántinos anér juega un papel central a la
hora de denir, dentro del campo moral, los contornos de la noción de areté política
y democrática. También nos ha permitido explorar, en el campo jurídico, la justi-
cación de la ley y la justicia y cómo el gobierno de ambos principios es de vital im-
portancia en la conservación de un modelo político horizontal de ciudadanos libres e
iguales. En este contexto, vimos que la eunomía garantiza una vida dichosa que per-
mite al individuo desarrollarse. En oposición, la anomía genera varias consecuencias
nocivas para los ciudadanos, entre las cuales se destaca la emergencia de la tiranía. De
hecho, ella es considerada como el mal más grande que puede sufrir la ciudad y aquel
sobre el cual el Anónimo expresa su mayor preocupación. En esta dirección, vimos
que el autor argumenta a favor de la optimización del principio de la obediencia al
nómos, el cual en su cosmovisión es la mejor forma de contrarrestar la concentración
unilateral del poder político y al mismo tiempo conservar una ciudad eunómica.
Nuestro recorrido por el texto del Anónimo a la luz del argumento del hombre
de acero no está todavía completo. Queda por analizar, en este último capítulo, su
dimensión estrictamente política. En tal sentido, veremos, luego de desarrollar en
detalle la conciliación nómos/phýsis y el origen de la pólis, cómo la gura del adamán-
tinos anér se conecta con un abanico de temas tales como la tensión individualidad/
comunidad, la supremacía de la pólis, su valor, su naturaleza y su conguración como
el único espacio posible para la existencia personal. La organización del capítulo se
estructura de acuerdo con el orden en que recién fueron presentados los temas. Co-
menzaremos, pues, con la conciliación nómos/phýsis, abordaremos los otros temas
mencionados y terminaremos con el estudio de la prioridad ontológica que tiene la
ciudad por sobre el individuo.
Nuestro propósito, tras explicar y desarrollar los puntos señalados, es demostrar
que, en tiempos de crisis institucionales y sociales, sobre todo en aquellas en que se
ponen en juego los valores democráticos y el imperio de la ley, el Anómino logra dar
cuenta de que la pólis, concebida como un cuerpo político de hombres libres e iguales,
es la única entidad que ofrece las condiciones necesarias para el desarrollo personal
EDUARDO ESTEBAN MAGOJA
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y alcanzar la eudaimonía. En este sentido, lo que quiere dejar en claro el autor es que
todo aquel que niegue la pólis, como sucede con el hombre de acero o el týrannos, no
solo se convierte en una amenaza que debe ser extirpada del cuerpo cívico, sino que
también es alguien que tropieza con un dato básico insuperable: que sin pólis no es
posible la existencia individual.
Bajo estas ideas, veremos que el Anónimo es un autor que no solo está fuerte-
mente comprometido con revalorizar, en un período en el cual el cuestionamiento
de las principales instituciones había adquirido un lugar importante en la esfera pú-
blica, el imperio del derecho, sino también con advertir al auditorio de que la pólis
democrática es una empresa digna de ser sostenida en el tiempo y valiosa para tener
una vida virtuosa. El Anónimo, pues, exhorta al auditorio a apoyar las instituciones
y mantener una conducta cuya direccionalidad privilegiada no es otra que el servicio
a la ley y la justicia.1
2. La conciliación nómos/phýsis y el origen de la pólis
Hemos postergado el tratamiento de uno de los temas más importantes que expo-
ne el texto del Anónimo que, debemos reconocer, quizá hubiese sido correcto traba-
jarlo al comienzo del libro: nos referimos a la antítesis nómos/phýsis, es decir, la sepa-
ración entre lo que es “natural” y lo que es “convencional” o “articial”.2 Sirvan como
excusa dos razones para justicar nuestra decisión: en primer lugar, que aunque se
trate de un tópico central, no resulta una novedad en la literatura de la época; en se-
gundo término, la breve mención realizada en el segundo apartado del capítulo II fue
suciente para poder seguir la lectura de los demás temas que el Anónimo articula
en torno a él, como las bases que sustentan el nómos y la conciliación nómos/krátos.
Sin embargo, la brevedad con la que fue tratado el tema no alcanza para exponer la
riqueza que ofrece el Anónimo en torno al origen de la pólis.3 Corresponde, pues, en
esta instancia explorar este terreno de la obra y complementar el análisis mediante el
estudio de algunos detalles que nos faltaron abordar.
1 En este sentido, compartimos la tesis de Levi (1941: 244) de que el Anónimo, como
sucedía con los sostas en general, tiene una “nalità essenzialmente educative” y además “mette
in luce la necessità di orientare tutte le attività umane verso ni politico-sociali e critica coloro che,
disconoscendo tale necessità, vogliono tutto permettere ai più potenti”.
2 La antítesis nómos/phýsis es un tema sobre el cual se ha escrito mucho. Entre los numerosos
trabajos, ver Heinimann (1945), Gigante (1956), Pohlenz (1953), Guthrie (1971: 55-134), Romilly
(2004 [1971]: 55-69), Kerferd (1981: 111-138) y Ostwald (1986: 250 y ss.).
3 De hecho, el tema merece un especial análisis, ya que, como advierte Roller (1931: 60), es
el foco de atención del tratado.
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