Introducción
| Autor | Ignacio L. Moheno |
| Páginas | 15-43 |
15AUTORIDAD, POLÍTICA Y DEMOCRACIA UNA TEORÍA ORGANIZACIONAL DEL ESTADO
Es preciso mitigar la sed de vuestra verdad aunque esta no s ea buena,
ya que morir de sed en el mar sería espantoso.
Frederick Nietzsche
En Sócrates y Aristóteles encontramos los primeros registros teó-
ricos organizacionales realizados de manera sistemática y ordenada en la
historia del pensamiento político y social. De Maquiavelo no podemos
decir que se trate de primicias, pero seguramente ofrece un ángulo atrac-
tivo para los estudiosos de la administración pública. En conjunto, estos
tres pensadores no solo contribuyen a la discusión filosófica y moral de
lo que ellos con sideran los mejores regí menes políticos. También aporta n
un plano teórico que se ha abordado tal vez solo de manera tangencial:
Aristóteles, Sócrates y Maquiavelo tenían en mente un esquema organi-
zacional de lo público elaborado con mayor o menor detalle para darle
a su propuesta de régimen político contornos aprehensibles. En los tres
modelos organizacionales inspirados en Sócrates, Maquiavelo y Aristóte-
les que constituyen el objeto de esta tesis, pueden apreciarse sendos con-
ceptos que subyacen en su base: de eficiencia, de eficacia y de legitimidad,
que corresponden a las ideas de autoridad, de política y de democracia,
respectivamente. La investigación que aquí se propone culmina en tres
modelos de la organización pública, del Estado, los cuales, a la manera de
Weber, constituirían tipos ideales, casos límite. Desde luego, pocas veces
la realidad coincide a la perfección con algún tipo ideal, pero su utilidad
y su justificación residen, precisamente, en el carácter instrumental del
modelo para integrar una teoría organizacional del Estado basada en la
autoridad, la política y la democracia, que nos ayude a comprender la
realidad. En el apartado siguiente se explican los modelos, así como la
manera en que pueden servir para entender las proposiciones de esos tres
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IGNACIO L. MOHENO
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pensadores.1 Baste por ahora indicar que se trata de conceptos pertinen-
tes para entender y, eventualmente, abordar los cambios que el Estado
(y, por deducción, las organizaciones públicas) requiere hoy. De ahí que
la investigación en la que se basa este trabajo pretenda, primero, definir
los términos de los modelos (tipos ideales) de organización pública basa-
dos, respectivamente, en la eficiencia, la eficacia y la legitimidad, en tanto
conceptos de las propuestas contenidas en La República de Platón, El
príncipe de Maquiavelo y la Política de Aristóteles; y segundo, determi-
nar los alcances de cada tipo ideal (eficiencia, eficacia, legitimidad) y su
pertinencia como modelos que expliquen los conceptos, los principios y
los límites teóricos aplicados al funcionamiento y la viabilidad sostenida
de las organizaciones públicas.
En el camino, se responderán las preguntas más obvias sobre el signi-
ficado de los conceptos eje (eficiencia, eficacia y legitimidad), así como algu-
nas cuestiones de método relativas a la aproximación teórica más adecuada
a cada concepto. Pero, sobre todo, se indagará en las preguntas que cavan
al fondo de las organizaciones públicas: el papel de la autoridad, del poder
y del término medio que, como principios de la eficiencia, la eficacia y la
legitimidad, eventualmente dan sentido a la operación cotidiana de la admi-
nistración interna y las relaciones de la organización con el entorno social.
Esto, sin duda, abre la puerta a otros temas relacionados que igualmente
se abordan, como la cooperación en tanto condición para la eficiencia; la
acción que, en un sentido clásico, involucra la noción de poder que aún hoy
se utiliza, pero que en realidad se refiere a la fuerza que puede percibirse
en el verdadero político en el que la prudencia, la recta razón y una pátina
de carisma y habilidad retórica le hace brillar; y las buenas costumbres que
mostrarán el poder que emana de una ciudadanía que, con una dosis de
prudencia, ha aprendido a distinguir la verdad de la falsedad en la opinión,
1 El autor que nos ha permitido conocer el pensamiento de Sócrates es Platón, desde
luego, en cuyas obras, sobre todo las de juventud, se deja sentir más a Sócrates que
en las posteriores. No solo porque Sócrates es el protagonista intelectual de sus
diálogos (excepto en Las leyes, el último que escribió) consideré más conveniente
referirme a él a todo lo largo del libro, sino porque, además, es una especie de dae-
mon estimulando el modelo de eficiencia.
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