Introducción

AutorEnriqueta Expósito
Páginas15-20
INTRODUCCIÓN
En algo más de una década, en lo que llevamos de si-
glo, hemos encadenado cuatro crisis de escala planetaria:
económica, política e institucional, sanitaria y democráti-
ca. Todas ellas tienen orígenes distintos y responden a dife-
rentes problemas. Pero los efectos generados y las medidas
adoptadas para hacerles frente, por parte de los gobernan-
tes, han provocado un fuerte cuestionamiento del sistema
democrático. Este último es, sin duda alguna, el tema que
copa los debates académicos —y no solo académicos— en la
actualidad: la erosión de la democracia liberal y las posibles
alternativas al modelo de gobierno representativo asentado
en su seno; algunas tan poco estimulantes como los mode-
los iliberales o los populismos de diferente sesgo ideológico.
No es esta, sin embargo, una cuestión nueva que surja
de la nada. El ejercicio democrático del poder no ha estado,
nunca, exento de reproches. A pesar de su heterogeneidad,
el denominador común de todos ellos es que se centraban
en el funcionamiento de la democracia; en alguno de sus
aspectos (legitimidad, representación, adopción de deci-
siones, rendición de cuentas, etc.) y, sobre todo, de sus ac-
tores, en especial de los partidos políticos. Y desde estos
postulados críticos se han reclamado mejoras que sirvieran
para incrementar la calidad de la democracia y, en def‌initi-
va, mejorar su funcionamiento.

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