La gobernanza de la ciudad
| Autor | José Manuel Bandrés |
| Páginas | 167-182 |
CAPÍTULO X
LA GOBERNANZA DE LA CIUDAD
«Una ciudadanía informada es la mayor riqueza
de la ciudad»
1. LOS POSTULADOS Y PRESUPUESTOS DE LA GOBERNANZA
URBANA: LA NECESIDAD DE ESTABLECER UN MARCO
INSTITUCIONAL FAVORABLE A LA DEMOCRACIA
Y A LA AUTONOMÍA LOCAL
La gobernanza urbana es la ciencia que estudia, desde una perspectiva
multidisciplinar, el arte de gobernar la ciudad.
En la teoría política, la gobernanza urbana se abre paso como método
analítico que resulta apropiado para exponer las características que configu-
ran la estructura política y administrativa de la ciudad, así como para com-
prender la organización y el funcionamiento y control del poder municipal
que gobierna la ciudad. Alude, también, a las técnicas e instrumentos utili-
zados para evaluar la efectividad de los mecanismos de participación de los
ciudadanos en la toma de decisiones del gobierno local.
En un nivel mayor de concreción, la gobernanza urbana puede entenderse
como la disciplina político-social que comprende el examen y estudio pros-
pectivo del conjunto de reglas y normas que definen el sistema de represen-
tación política, que confiere legitimidad al gobierno local. Incluye el análisis
y evaluación de la regulación que enumera las atribuciones y competencias
que corresponden a las autoridades locales, así como la que determina la
estructura de la organización municipal, y fija las formas de interacción e
interrelación multinivel del gobierno municipal con las autoridades estatales
y regionales, y con los agentes sociales y económicos.
Asimismo, abarca el análisis de los modelos de gestión urbana elegidos
por el gobierno local para ejecutar las políticas públicas acometidas con la
finalidad de velar por los intereses generales de la comunidad local, así como
168 El derecho a la ciudad y el buen gobierno urbano
se interesa por los métodos de evaluación de las actuaciones desarrolladas
por la municipalidad.
La gobernanza sirve para describir la estructura del poder urbano, el régi-
men y el orden urbanos, y el conjunto de prácticas y convenciones que permi-
ten al gobierno local dirigir responsablemente la Administración municipal y
gestionar de forma eficaz los asuntos de interés de la colectividad local.
La idea de gobernanza supone un cambio de paradigma respecto de la for-
ma tradicional de proceder del poder público. Como expone el jurista español
Juan Antonio Xiol Ríos, frente a la decisión unilateral, la dirección jerárquica
y el control o fiscalización como modos del actuar administrativo, se impo-
nen nuevas formas de regulación basadas en la negociación, la concertación
e, incluso, la persuasión, mediante las cuales los responsables políticos defi-
nen las políticas públicas y tratan de movilizar recursos políticos dispersos
entre actores públicos y privados.
En este sentido, la buena gobernanza urbana se articula y vertebra me-
diante la instauración e institucionalización de mecanismos de colaboración
y cooperación entre el gobierno local, la sociedad civil y los agentes econó-
micos y sociales, con el fin de lograr un desarrollo sostenible en los planos
institucional, económico, social y medioambiental.
Según los profesores estadounidenses Nicolas Berggruen y Nathan Gar-
dels, la gobernanza versa sobre la forma en que han de alinearse los hábitos
culturales, las instituciones políticas y el sistema económico de una sociedad
para darle a su pueblo los medios que procuren su bienestar y realización
personal y la buena vida que daría la buena gobernanza, si, de verdad, estas
estructuras se combinan para establecer un equilibrio que genere resultados
eficaces y sostenibles en interés común de todos.
En este contexto, surge la noción de «gobernanza inteligente», que, en su
proyección al ámbito de la ciudad, comporta la existencia de un sistema ins-
titucional fuerte, que asegure y garantice que la democracia política funcione
de forma dinámica en la ciudad. Demanda la disposición de un marco legal
que establezca, de forma clara, coherente y racional, la forma de organiza-
ción política del municipio, así como el alcance y contenido de la partici-
pación de los ciudadanos en la vida pública.
La gobernanza inteligente de la ciudad requiere el establecimiento de un
sistema político y jurídico estable, regulado con base a los principios demo-
cráticos de representatividad y gobierno de la mayoría, y de respeto a las
minorías que favorezca la cooperación multipartidista en aras del interés ge-
neral.
En el marco de las ciencias urbanas, se utilizan expresiones análogas
como «gobernanza urbana integrada», «gobernanza conjunta» o «gobernan-
za de concertación», que hacen referencia a una metodología de gestión de
la cosa pública que resulta aplicable para abordar los retos que asumen los
gobiernos locales. Parte de un enfoque integral de las políticas urbanas y pro-
pugna la conjunción de los distintos niveles de gobierno con la integración
horizontal de los distintos departamentos del gobierno municipal, así como
la interrelación del gobierno local con la sociedad civil.
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