La figura de riego como elemento disruptor del orden público: del ejército de la isla a la batalla de platerías

AutorManuela Fernández Rodríguez
Cargo del AutorUniversidad Rey Juan Carlos
Páginas33-55
LA FIGURA DE RIEGO COMO
ELEMENTO DISRUPTOR DEL ORDEN
PÚBLICO: DEL EJÉRCITO DE LA ISLA A
LA BATALLA DE PLATERÍAS1
LA FIGURA DE RIEGO COMO ELEMENTO DISRUPTOR DEL ORDEN PÚBLICO...
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Universidad Rey Juan Carlos
DOI: 10.14679/1578
1. RAFAEL DEL RIEGO, HÉROE NACIONAL
Tras el triunfo de su pronunciamiento contra la monarquía absoluta del
1 de enero de 1820, Rafael del Riego se convirtió en un héroe nacional y su
f‌i gura fue mitif‌i cándose hasta su muerte2. Los motivos del encumbramiento
se relacionaron, en primer lugar, con su actuación durante el alzamiento, al
ser Riego el primero de los militares sublevados en pronunciarse. Así que,
aunque Quiroga fuera el ideólogo –lo que debiera haberle dado un papel
preponderante respecto del resto de jefes–, su tardanza en actuar, conforme
a lo inicialmente planeado, hizo que surgieran dudas sobre la robustez de
su compromiso constitucional, convirtiendo a Riego en protagonista del
pronunciamiento.
A la relegación de Quiroga contribuyó, además, su aceptación del as-
censo al grado de general, que Riego, por su parte, rechazó hasta en cuatro
ocasiones.
1 Este artículo ha sido elaborado en el marco del proyecto “Historia, derecho y geopolítica:
del ius in bellum romano al lawfare”, de la Convocatoria de Subvenciones para promover la
Cultura de Defensa 2022, f‌i nanciada por el Ministerio de Defensa.
2 Sobre la muerte de Riego puede verse DOMERGUE, LUCIENNE, “Don Rafael Riego
ahorcado”, GIL NOVALES, A., Ejército, pueblo y constitución. Siglos XIX y XX. Homenaje
al General R. del Riego. Madrid, 1988, pp. 115-124.
Manuela Fernández Rodríguez
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El 10 de marzo de 1820 la junta de San Fernando propuso otorgar el
grado de general a los principales jefes de la revolución, nombrando ma-
riscales de campo a Quiroga, Riego, O’Daly, Arco-Agüero y López Baños,
propuesta conf‌i rmada por la Junta provisional. Sin embargo, el 28 de marzo,
Riego se negó a aceptar el ascenso. Así lo pusieron de manif‌i esto los of‌i -
ciales enviados a Madrid por Riego y Quiroga para felicitar al monarca por
jurar la constitución. El 4 de abril, fecha del nombramiento of‌i cial, Riego
volvió a rechazar la distinción. Días después, Arco-Agüero se desplazó a
Madrid y renunció también a la distinción, en su propio nombre y en el de
sus compañeros, alegando que no fue “la ambición de empleos lo que les
movió a pronunciarse, sino el patriotismo y el deseo de alejar del rey los
pérf‌i dos consejeros que le rodeaban”. Solo se aceptó la renuncia de Riego,
por ser reiterada3.
La obstinación de Riego acabó cediendo el 12 de mayo de 1820. Ese día,
el marqués de la Amarillas, secretario de Guerra, informaba al of‌i cial de que,
habiendo rechazado el ascenso en cuatro ocasiones, el monarca no admitiría
una más. Ante el temor a ser acusado de desobediencia acabó aceptándolo.
Eso sí, de forma pública, expuso los motivos tanto de las renuncias previas
como los de la aceptación. Gil Novales, uno de los principales estudiosos
de su f‌i gura, considera que Riego no tenía más ambición personal que la
transformación del régimen absoluto en constitucional y el desinterés por
mejorar su trayectoria profesional fue fundamental para apuntalar su imagen
de héroe popular4. En este sentido, la idea de mayor ambición política de
Quiroga alcanzó su cénit cuando fue elegido diputado, en junio de 1820.
Además del ascenso of‌i cial concedido por el rey, sociedades patrióticas y
cuerpos militares otorgaron a Riego un sinfín de nombramientos honoríf‌i cos
que coadyuvaron a la mitif‌i cación de su persona. Se realizaron esculturas,
estampas, grabados, poemas, obras de teatro, en las que la f‌i gura de Riego
estaba representada, y el auge de la música patriótica dio enorme difusión
al himno que llevaba su nombre convirtiéndolo en un canto de lucha.
3 El intercambio de comunicaciones expresando agradecimientos mutuos están publicados
en la Gaceta de Madrid, núm. 70 de 25 de abril de 1820, pp. 462-464.
4 GIL NOVALES, A., “La fama de Riego”, GIL NOVALES, A., Ejército, pueblo y consti-
tución. Siglos XIX y XX. Homenaje al General R. del Riego. Madrid, 1988, pp. 365-383.

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