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Derecho romano

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Vincent
AutorJosé Luis Gutiérrez Calles
Cargo del AutorDoctor en Derecho

1. DERECHO ROMANO

El estudio del sistema de protección del enfermo mental arbitrado en el Derecho romano presenta, como cualquier otra institución, cierta complejidad derivada del dinamismo legislativo que los romanos imprimieron a sus textos legales desde el primitivo derecho quiritario hasta la Compilación de Justiniano. La evolución que a lo largo de cientos de años experimenta el Derecho romano hace virtualmente imposible referirse a una institución que conserve un tratamiento uniforme en su devenir histórico. La cura furiosi no es una excepción, por ello vamos a centrar el examen de la curatela del loco fundamentalmente en el estado que presenta en la última fase de aquella evolución, que posteriormente sería acogida, con las aportaciones de la escuela de Bolonia, por todos los pueblos latinos y germánicos. En España, esta influencia se concreta en las Partidas donde junto al Derecho romano reelaborado por la escuela de Bolonia se recogen elementos jurídicos autóctonos, propios de un Derecho romano vulgar que pervivía en nuestra patria, y que explicaría por que en las Partidas se adoptan en ocasiones soluciones distintas a las arbitradas en el Derecho romano Justinianeo y pertenecientes a épocas más remotas de dicho ordenamiento.

En sus primeros tiempos, la medicina se ejercía en Roma en los templos y se confundía con el culto a las divinidades medicales. La demencia estaba entonces, más que cualquier otra enfermedad, unida a una influencia divina. Era considerada como un hecho de orden sobrenatural. Se creía que un dios se apoderaba del alienado, para castigarlo, para hacerle expirar algún crimen, y actuaba misteriosamente en él. El demente estaba poseído, y se le curaba a través de exorcismos: se ofrecía a un dios sacrificios expiatorios (piationes) para lograr que abandonara su presa. Los diversos tipos de alienados llevaban por lo tanto los mismos nombres de las divinidades que los atormentaban. Se les llamaba furiosi, cerriti, larvati, lympheati, para explicar que estaban poseídos por las Furias, por Ceres, por los Larves y por las Linfas. Es la clasificación de las enfermedades mentales más antigua. Los médicos de aquella época, en presencia de un alienado se preguntan, como aquel médico de comedia en una celebre escena de los Menechmes 1: Num larvatus aut cerritus, ¿es un larvatus? ¿es un cerritus? O dicho de otra forma ¿cuál es la divinidad por la que esta poseído?

Posteriormente, la autoridad de Hipócrates se dejó sentir en...

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