Democracia y software libre: el soporte lógico-informático de las políticas deliberativas

AutorJavier Romero
Páginas113-129

Page 113

1. Introducción

Toda reflexión cibertecnológica que no implique un conocimiento sobre cómo se estructura un sistema operativo, cómo funciona el kernel o núcleo del sistema en UNIX, cómo funcionan las transferencias de información que posibilitan buscar un vector de ataque mediante una monitorización del tráfico de red, hasta técnicas hacking de metasploit, sin olvidar el flujo de información en los diferentes rastreos de IP o en los metadatos ocultos que genera un usuario en documentos ofimáticos e imágenes, además del conocimiento sobre el uso y abuso que se le puede dar a la cantidad de información privada que (auto)generamos en diferentes sistemas informáticos y smartphones con conexión a internet (archivos, fotos, comentarios, e-mails,

Page 114

cuentas bancarias, dirección personal y familiar, geolocalización por GPS, documentación médica, registro de compras on-line, etc.), está impidiendo, entre otros y muchos factores, que la reflexión filosófica, sociológica, psicológica, económica, jurídica o política actual deje de lado casi todos los mecanismos y habilidades necesarias para un adecuado conocimiento sobre la verdadera implicación que las tecnologías de la información están teniendo en el siglo xxi. El siguiente artículo se vuelve multidisciplinar por dos factores: la naturaleza del autor, entre la filosofía como formación y la seguridad informática o hackingpentester como afición, y la incitación de invitar a los lectores al pensamiento y la reflexión ética sobre las complejidades y problemas que implican las tecnologías actuales desde un punto de vista filosófico y técnico. Para ello se presentará un análisis sobre el cambio de paradigma que ha supuesto la era digital a finales del siglo xx y principios del siglo xxi (1), para pasar a valorar la importancia del código en los sistemas informáticos desde la perspectiva crítica del proyecto filosófico GNU y el software libre GNU/Linux, como contraposición a los sistemas corporativos y no libres Microsoft y Apple (2), posibilitando con ello un nuevo análisis filosófico, social y político desde el giro deliberativo de la democracia en los años 90 en contraposición al modelo de tecnología social de N. Luhmann en su relación con las tecnologías actuales (3).

2. La era digital como nuevo paradigma social

El último cuarto de la década del siglo xx (especialmente las décadas de 1980 y 1990) puede considerarse el último trazo de la sociedad moderna en tránsito hacia una nueva estructura social. Desde el punto de vista filosófico se observa, por una parte, las migajas de la crisis de la sociedad moderna

Page 115

anclada en el paradigma filosófico de la conciencia que, desde Descartes, ha intentado dar respuesta a la realidad del ser humano a partir del sujeto aislado como pensamiento y, por otra parte, al surgimiento de dos nuevos paradigmas que dictarán el quehacer filosófico actual: el paradigma lógico-lingüístico y el paradigma aplicado. El primero de ellos, caracterizado como linguistic turn desde el ámbito americano (Rorty, 1967), afirma que, si bien el lenguaje era caracterizado en la tradición filosófica anterior como un ámbito más entre otros, desde Wittgenstein y Heidegger pasa a ser el ángulo de referencia a la hora de abordar todos los problemas filosóficos. Por todo ello, razón y lenguaje estarían tan identificados en esta nueva concepción filosófica que el segundo sería la condición de posibilidad del conocimiento a través del carácter simbólicamente mediado de nuestras relaciones e interacciones con el mundo, ya sea este epistemológico, social, político, económico, artístico, etc. Por otra parte, y gracias a la filosofía práctica contemporánea (moral y política), ha surgido en filosofía un ámbito aplicado que se ha ocupado de redefinir los principios y la metodología adecuada para analizar los diferentes dilemas ético-morales que plantean numerosas áreas de la realidad social, sobre todo en relación con el avance tecnológico de las últimas décadas (recordar al respecto las modernas áreas en bioética, ética empresarial, ecoética, neuroética, ética del deporte, etc.).

A este cambio de paradigma en el ámbito filosófico, donde la filosofía se desplaza desde la pretensión de un conocimiento absoluto de la realidad al uso funcional asignado a las palabras al modo de una caja de herramientas (Wittgenstein, 2008: 27), hay que sumar tres procesos independientes que posibilitan hablar de un nuevo paradigma en el ámbito económico, sociológico y cultural post-1989: (a) la flexibilización de la economía de la gestión junto con la globalización del capital, la producción y el comercio; (b) las exigencias de unos valores de libertad, democracia, privacidad y flujos de

Page 116

comunicación abierta de una sociedad civil en auge, y (c) los grandes avances tecnológicos en informática y telecomunicaciones debidos enteramente a la revolución dada en microelectrónica. Estos procesos han posibilitado el surgimiento de un internet global que se encontraba primeramente aislado en una pequeña comunidad científica de ingenieros informáticos, hackers, posibilitando una nueva realidad social, la sociedad red (Castells, 1998: 7678). Internet, que primeramente debe su nacimiento al desarrollo de la ciencia moderna de la computación dada en Bletchey Park con la finalidad de descifrar la máquina alemana Enigma entre 1939 y 1945, ha desarrollado un cambio significativo desde la creación de la red de ordenadores ARPANET en la década de los años sesenta por el Departamento de Defensa de Estados Unidos, a la explosión tecnológica del world wide web (www) en los años noventa. Desde la creación de la primera página web en diciembre de 1991 por Paul Kunz (Stanford Linear Accellerator, SLAC) con la finalidad de crear una base de datos que facilitase la búsqueda de alrededor de 300.000 archivos, la línea ascendente de la revolución digital es, a día de hoy, imparable: destacar al respecto la creación del motor de búsqueda Google en 1998, Wikipedia en 2001, la red de vídeos YouTube en 2005, la red social Facebook en 2005, Twitter en 2006, WhatsApp en 2010, junto con la explosión tecnológica de los smartphones o la novedad del internet of things en 2015, hacen a día de hoy imposible negar el carácter transversal de la tecnología. A ello se suman los datos empíricos que han sido publicados a finales del 2015 por internet World Stats, donde se afirma que alrededor de 3.366 millones de usuarios, un 46.4% de la población mundial, usa internet para realizar todo tipo de operaciones profesionales y personales en diversos ámbitos y desde diferentes dispositivos o laborales.

Con la evolución de los sistemas de comunicaciones y los protocolos base, internet puede considerarse a día de hoy como una tecnología intrínseca a

Page 117

muchos aspectos de la vida humana: laborales, científicos, económicos, emocionales, familiares, políticos, artísticos... y sobre todo comunicativos, siendo estos la base de aquellos en numerosas funciones...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR