Autoritarismo y partidismo en las protestas de Black Lives Matter: respuestas a las representaciones de la violencia en los medios
| Autor | Joseph Gershtenson, Dennis L. Plane, Philip T. Dunwoody y Territa Upchurch-Poole |
| Cargo del Autor | St. Mary's University, Texas, Estados Unidos/Juniata College, Estados Unidos |
| Páginas | 457-474 |
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AUTORITARISMO Y PARTIDISMO EN LAS PROTESTAS DE BLACK
LIVES MATTER:
RESPUESTAS A LAS REPRESENTACIONES DE LA VIOLENCIA EN
LOS MEDIOS
Joseph Gershtenson
Dennis L. Plane
Philip T. Dunwoody
Territa Upchurch-Poole
Juniata College, Estados Unidos
1. ANTECEDENTES
1.1. George Floyd y las protestas de Black Lives Matter
El asesinato de George Floyd hizo que los Estados Unidos y una gran parte del
resto del mundo prestaran atención en la persistencia de la desigualdad racial. El
movimiento Black Lives Matter y las protestas relacionadas pueden haber sido el
mayor movimiento de este tipo en la historia de Estados Unidos, atrayendo a
aproximadamente 20 millones de participantes en más del 40% de los condados de
Estados Unidos (Buchanan, Bui y Patel, 2020).
Cuando las protestas de Black Lives Matter sacudían a la nación en junio de 2020,
dos tercios de los estadounidenses expresaban al menos cierto apoyo al movimiento
(Thomas & Horowitz, 2020). Sin embargo, el apoyo se redujo considerablemente con
el tiempo, con solo una escasa mayoría indicando su apoyo sólo tres meses después
(Thomas & Horowitz, 2020). De hecho, el apoyo al movimiento Black Lives Matter ha
seguido disminuyendo, aunque a un ritmo mucho más lento (Chudy & Jefferson,
2021).
Estas protestas parecen haber afectado las actitudes de los estadounidenses sobre
la cuestión racial. El número de estadounidenses que consideran las relaciones raciales
como el problema más importante al que se enfrenta el país pasó del 4% al 19%
inmediatamente después del asesinato de George Floyd y se estabilizó en el 10% al
cumplirse un año de su muerte (Saad, 2021).
1.2. La naturaleza de las protestas de Black Lives Matter
La naturaleza de estas protestas difiera en muchos aspectos, incluyendo si fueron
pacíficas o violentas. Según un análisis académico de estas protestas, aproximadamente
el 5% resultaron en arrestos, el 4% en daños materiales y menos del 2% en lesiones
(Chenoweth & Pressman, 2020). Esto sugiere que la gran mayoría de las protestas de
Gershtenson, J., Plane, D., Dunwoody, P., y Upchurch-Poole, T.
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BLM fueron abrumadoramente pacíficas, con un 98% de eventos que no resultaron en
lesiones entre los manifestantes, los transeúntes o la policía. Otra estimación indica que
el 96% de las protestas fueron totalmente pacíficas (Kishi et al., 2021). Hay que tener
en cuenta que se trata de una estimación bastante conservadora de las protestas
pacíficas, ya que incluso aquellas en las que hubo violencia o daños a la propiedad
pueden haber sido abrumadoramente pacíficas, con solo unos pocos alborotadores.
Aunque es posible que nunca se conozca con exactitud hasta qué punto las protestas
fueron pacíficas, es claro que la violencia fue la excepción y que las protestas pacíficas
fueron la norma. Más aún, gran parte de la violencia que se produjo fue propagada por
opositores al movimiento BLM o por oportunistas criminales, no por los manifestantes
de BLM (Chenoweth & Pressman, 2020; Kishi et al., 2021).
1.3. Cobertura mediática de las protestas de Black Lives Matter
A pesar de la naturaleza abrumadoramente pacífica de las protestas, un foco del
interés periodístico es el conflicto. Por lo que, en septiembre de 2020, casi cuatro
quintas partes de los estadounidenses habían oído hablar de los "enfrentamientos en
curso" entre los manifestantes y la policía (Gramlich, 2020). Esto supuso una mayor
atención que la recibida por cualquier otro tema, incluyendo el voto por correo, los
problemas con la Oficina de Correos y el proyecto de ley de ayuda y estímulo
económico (Gramlich, 2020).
Estas protestas de BLM difieren en la forma en que fueron cubiertas por los
medios de comunicación. Parece haber un sesgo sistemático en las descripciones de los
medios de comunicación de las protestas como pacíficas o violentas en función de la
ideología percibida de los manifestantes. Utilizando datos recogidos años antes del
asesinato de George Floyd, Harlow et al. (2020) descubren que los medios de
comunicación son más propensos a calificar de violentas las protestas, por lo demás
similares, cuando los manifestantes buscan un cambio social progresista que cuando
persiguen causas conservadoras. En otro estudio, Harlow y Kilgo (2020) descubren que
es más probable que los medios de comunicación presenten las protestas antirracistas
utilizando marcos deslegitimadores que con otros tipos de protestas; estos marcos
deslegitimadores tienen menos probabilidades de obtener el apoyo de la población y,
por tanto, disminuyen la probabilidad de que los manifestantes consigan sus objetivos.
La forma en que los medios de comunicación cubren la política afecta a las
actitudes de los ciudadanos sobre las protestas de BLM. Por ejemplo, en octubre de
2020, casi una cuarta parte de los usuarios de las redes sociales de Estados Unidos
indicaron que habían cambiado sus opiniones sobre un tema debido a algo que habían
visto en las redes sociales, y las opiniones sobre el movimiento BLM se citaron con
más frecuencia que cualquier otro tema (Perrin, 2020). Además, los usuarios más
jóvenes son mucho más propensos a cambiar sus opiniones en respuesta al contenido
de las redes sociales que los usuarios de más edad (Perrin, 2020).
El hecho de que las protestas se describan como violentas o no violentas también
puede afectar a los resultados políticos. Por ejemplo, Wasow (2020) encuentra que las
protestas no violentas a favor de los derechos de los afroamericanos aumentaron el
porcentaje de votos demócratas en las siguientes elecciones, especialmente cuando
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