La renta básica de ciudadanía como derecho de existencia social

AutorDaniel Reventós
Cargo del AutorAsociación Red Renta Básica (sección oficial de la Basic Income Earth Netwook)
Páginas401-427

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Una primera versión de esta ponencia fue escrita, junto con María Julia Bertomeu, para la revista de Amnistía Internacional de Argentina, Razón Pública (de próxima publicación) y para un libro del Institut de Drets Humans de Catalunya. En esta versión que aquí presento se ha ampliado considerablemente la parte dedicada a la financiación. También se han incorporado algunos cambios motivados por las reflexiones y debates que se expusieron a lo largo de los 5 días que duró el Seminario Internacional "Crecimiento, equidad y ciudadanía", realizado en la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá, en septiembre de 2005. El presente texto se inscribe en el proyecto de investigación HUM2005-03992/FISO financiado por el Ministerio de Educación y Ciencia y el FEDER.

Sobre la Renta Básica se han dicho muchas cosas, a favor y en contra. En ambos lados podemos encontrar razones poderosas, razones de segunda división y sinrazones de deshecho. Sea o no una lástima, ello es inevitable cuando esta original propuesta va siendo cada vez más conocida entre distintos agentes sociales. Yo estoy en el lado de los que defienden la Renta Básica (RB, a partir de ahora) y voy a intentar, de acuerdo con el título de esta ponencia, aportar algunas razones políticas, filosóficas y económicas en su favor. El orden será el siguiente. Expondré las características generales de la RB y algunas de las críticas rutinarias, lo que permitirá despejar las confusiones más habituales; esbozaré con algún detalle un modelo de microsimulación y un ejemplo de cómo podría ser financiada a partir de una reforma del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas; y, finalmente, apuntaré brevemente a su justificación normativa y a su oportunidad política en el mundo actual.

I Características

La RB es un ingreso pagado por el estado a cada miembro de pleno derecho de la sociedad o residente, incluso si no quiere trabajar de forma remunerada, sin tomar en consideración si es rico o pobre, o dicho de otra forma, independientemente de cuáles puedan ser las otras posibles fuentes de renta, y sin importar con quién conviva.

"Un ingreso pagado por el Estado". "Estado" puede incluir una institución jurídico-política mayor que la de los Estados-nación realmente existentes, como sería el caso de la Unión Europea; o puede referirse a ámbitos jurídicopolíticos menores que el del Estado-nación.

"A cada miembro de pleno derecho de la sociedad o residente". En los distintos modelos de financiación de la RB hay variaciones de cuantía, de edades (más o menos cantidad según la edad), de inclusión o no de los menores, etc. Pero en todos los casos se trata de una cantidad monetaria que recibirían los ciudadanos individualmente (no por familia, por ejemplo) y universalmente1(no condicionado a determinados niveles de pobreza, pongo por caso). Page 402

"Incluso si no quiere trabajar de forma remunerada". Aunque luego insistiré sobre este aspecto, ahora solamente quiero dejar apuntado que muy a menudo se interpreta "trabajo" como sinónimo de "trabajo remunerado" o "empleo". Hay buenas razones para pensar que la siguiente tipología es más adecuada: 1) Trabajo con remuneración en el mercado, 2) Trabajo doméstico y 3) Trabajo voluntario2.

"Sin tomar en consideración si es rico o pobre o, dicho de otra forma, independientemente de cuáles puedan ser las otras posibles fuentes de renta". A diferencia de los subsidios condicionados a un nivel de pobreza o de situación, la RB la recibe igual un rico que un pobre3. Si la RB es concebida como un derecho de ciudadanía (como implícitamente puede desprenderse de la definición), excluye toda condición adicional. Como el derecho ciudadano al sufragio universal, la propuesta de la RB no impone condiciones adicionales a las de ciudadanía.

"Sin importar con quién conviva". La RB no favorece una forma de convivencia determinada. Ya se trate que en un mismo techo viva una pareja heterosexual, o personas de varias generaciones, o un grupo de amigos o una pareja homosexual, todas ellas son formas de convivencia completamente independientes del derecho a percibir una RB.

La RB no es una subvención, un subsidio o un seguro condicionado. Ni presupone la satisfacción de algún requisito, por ejemplo, demostrar un determinado estado de pobreza, estar buscando trabajo remunerado, o haber perdido el empleo, por cualquier circunstancia. Esta característica tan distintiva de la RB, la de no estar condicionada a requisito alguno distinto de la ciudadanía o residencia acreditada, la distingue claramente, por poner solamente algunos ejemplos, del subsidio de desempleo, de los subsidios agrarios, de los programas como "jefes y jefas de familia" argentinos, de las Rentas Mínimas de Inserción que centralizadamente contempla la república francesa o descentralizadamente el reino de España, etc.

Puede observarse que la RB es formalmente laica, incondicional y universal. Se percibiría, en efecto, independientemente del sexo al que se pertenezca, del nivel de ingresos que se posea, de la confesión religiosa que se profese y de la orientación sexual que se tenga4. Page 403

II Las críticas y las confusiones

La propuesta de RB se viene desarrollando a lo largo de los últimos cuatro lustros5, tanto desde el punto de vista filosófico como económico. Junto a este avance han aparecido multitud de críticas. Hacer un inventario de estas críticas sería demasiado extenso y no muy útil. Sí, en cambio, creo que seleccionar algunas de las que continúan repitiéndose, puesto que otras ya han sido abandonadas hace tiempo, puede ayudar a una mejor comprensión de la RB. Me centraré en las siguientes: 1) La RB fomentará el parasitismo; 2) La RB al ser universal no permite una buena lucha contra la pobreza (por tanto, son mejores los subsidios condicionados dirigidos a los pobres); 3) La RB solamente está pensada para países ricos; 4) La RB se financiará mediante recortes de las grandes conquistas conseguidas en algunos países ricos, como la sanidad y la educación públicas.

1. Fomentará el parasitismo

Esta crítica acostumbra a ir acompañada explícita o implícitamente de algunas confusiones. Entre otras muchas podemos encontrar estas dos que están muy relacionadas: a) la que equipara trabajo, con trabajo monetariamente remunerado, b) la que identifica no estar percibiendo ninguna remuneración monetaria por una actividad, con "no estar haciendo nada". Veamos ambas confusiones más de cerca.

Hay una serie de actividades (trabajos) por los que no se percibe ninguna remuneración monetaria a cambio. Como se ha apuntado más arriba, la tipología que me parece mejor establecida es: trabajo con remuneración monetaria, trabajo doméstico y trabajo voluntario. Si el trabajo con remuneración monetaria fuera el único trabajo, entonces las mujeres (mayoritariamente mujeres, por supuesto) que realizan trabajo doméstico no estarían trabajando. Punto que permite enlazar con la segunda confusión. No estar realizando un trabajo con remuneración monetaria no equivale a no estar haciendo nada. Es Page 404 una posibilidad, pero puede ser perfectamente posible que se esté desarrollando un trabajo doméstico o un trabajo voluntario. Fijémonos que existen muchos "trabajos" por los que se percibe una remuneración (a menudo muy generosa) a cambio y que sería fácil ponerse de acuerdo en que la utilidad social (aunque sea un término muy empleado y difícil de precisar) de los mismos es inexistente o incluso contraproducente. Piénsese, por ejemplo, en las ocupaciones que tienen que ver con los ejércitos (muchos de los cuales han dirigido sus armas contra sus propias poblaciones) o en la de determinados cargos simbólicos, y muy bien remunerados, tanto del sector privado como del público, etc.

Hecho este breve preámbulo, veamos directamente la acusación de parasitismo que fomentaría la implantación de una RB. Por parasitismo entendemos que incurre quien obtiene un beneficio derivando parcial o totalmente el coste sobre otra persona. La crítica no es exclusiva de la RB. Cualquier medida que haya beneficiado a la población más pobre o con niveles de renta más bajos, siempre ha merecido por parte de las derechas políticas y académicas (con alguna heroica excepción), y las patronales la acusación de que "fomentaría el parasitismo" o "la gente no trabajaría"6. Justamente la RB permitiría por primera vez en la historia de nuestra especie que todos pudieran hacer lo que desde siempre solamente han podido hacer unos pocos, la parte más rica de la población, es a saber, la posibilidad de vivir sin hacer ninguna contribución. Pero, alegará todavía algún crítico insatisfecho, es justo que "el hombre que no trabaje, que no coma", según se dice en la "Segunda Carta a los Tesalónicos" de Pablo de Tarso. Como ya se dejó escrito en otra parte7: En nuestro mundo, quien no disponga de tierras o de capital no puede elegir dejar de trabajar para otro, si es que la posibilidad de "morir de hambre" se considera propia- Page 405 mente una alternativa. La implantación de una RB garantiza la reciprocidad8; su ausencia la impide. Actualmente, sólo una parte pequeña de la población puede elegir entre trabajar remuneradamente o no hacerlo. Con la RB sería una posibilidad abierta a toda la ciudadanía. El principio paulino "quien no trabaja, no come" solamente es...

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