Prólogo

AutorEnrique Barón Crespo
Páginas7-13
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PRÓLOGO
El libro de debate sobre la Europa ciudadana, que prosigue el trabajo del Congreso
organizado por , mi viejo y buen amigo, el Prof. Rogelio Pérez Bustamente con el
joven y dinámico Prof. Julio Guinea Bonillo, profundiza en una cuestión central
para la Unión en la diversidad. En efecto, la idea de ciudadanía europea pertene-
ce a esa categoría de conceptos políticos a los que se puede aplicar la sabia ley de
Arquímedes: “dadme un punto de apoyo y moveré el mundo”. En este caso, lo está
haciendo reforzada con el Euro como moneda única.
No sin precedentes. “Civis romanus sum”. La Constitutio Antoniana de 212 con-
virtió en ciudadanos a todos los hombres libres del Imperio Romano desde el muro
de Adriano en Escocia hasta el Norte de África y Asia Menor. César había dado el
primer paso al conceder la ciudadanía romana a Cádiz, ciudad donde empezó su
conquista del poder. Sin caer en nostalgias imperiales, es ilustrativo citar este pre-
cedente de conciencia de unidad cívica y política atribuida por el Derecho Romano
a sus ciudadanos.
Desde tiempos de los Césares hasta el Tratado de Roma, la historia del Continente
ha sido una historia de inerno y paraíso, como sintetizó con razón Fernand Braudel.
Un tejer y destejer de regímenes, imperios y Estados que, en distintas épocas y con
diversos pretextos políticos, económicos y religiosos buscaron la hegemonía de un
Rey, un Emperador o un Dictador. El resultado fue un “crescendo” de cruentas gue-
rras fratricidas hasta casi mediado el siglo XX.

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