Prólogo

Páginas19-20

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Las migraciones se han convertido en estos últimos años en una de las mayores preocupaciones para los ciudadanos europeos y en buena medida para los de los EEUU y, en consecuencia, estos gobiernos y las diversas organizaciones internacionales, han priorizado su atención al fenómeno. Y esto, pese a que los movimientos de grupos humanos se han dado desde los tiempos antiguos y han resultado necesarios para la humanidad. La razón reside en que tal y como se nos han presentado al principio de este nuevo siglo en cuanto a sus dimensiones globales, formas y concentración del problema en poco tiempo, no existen referentes en la historia de la humanidad.

La División de Población de las Naciones Unidas da la cifra de 191 millones de personas son inmigrantes hoy en el mundo, dato que no debe resultar alarmante si tenemos en cuenta que la población mundial asciende a 6.500 millones entre los que los bienes se reparten creando graves injusticias, de forma hiriente para una gran parte de la población mundial y donde contingentes humanos sufren, además, la represión de tiranías. En realidad, en términos relativos, el fenómeno migratorio es hoy menor que hace un siglo (Joaquín Arango) con una población cuatro veces mayor que entonces.

Si a partir del siglo XVIII millones de personas comenzaron a emigrar de Europa, en el siglo XXI, con el mismo objetivo que aquellos, lo hacen con mayor intensidad millones de emigrantes de Asia, África y América Latina. Partiendo de que, en términos generales, los movimientos migratorios son beneficiosos para los países emisores y para los receptores, la preocupación de los países democráticos radica en la necesidad de integrar a los inmigrantes en sus respectivas sociedades. En este sentido, este libro pone en evidencia las distintas respuestas que dan a esta cuestión las sociedades occidentales y las renuencias a aceptar el fenómeno fuera de los límites del ámbito que les resulta rentable.

Desde ciertos sectores de la sociedad se vincula la inmigración con la amenaza de la pérdida de las ventajas sociales que proporciona el Estado de bienestar y con otros males como la inseguridad ciudadana, pérdida de puestos de trabajo para los nacionales, la pérdida de la identidad nacional y cultural, etc. Otros han percibido el problema como un desafío al que se han de enfrentar las sociedades democráticas para lograr integrar a los...

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