Conclusiones

AutorSara Carou García
Cargo del AutorDoctora en Derecho Penal. Profesora de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR)
Páginas217-229
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Conclusiones
El terrorismo yihadista se congura como una subcultura violenta,
tanto en relación al islam, como respecto de la manifestación política de
este, concretada en el islamismo. El salasmo yihadista aporta la doctrina
religiosa, sobre la que los grupos terroristas justican sus acciones crimi-
nales. La base política es suministrada por el islamismo yihadista, quien
no duda en apelar al uso de la violencia para imponer coactivamente un
proyecto político en el que se confunden Estado y religión, hasta el punto
de determinar la segunda cualquier aspecto del primero. En tanto que sub-
cultura violenta, el terrorismo yihadista no diere totalmente de la cultura
de la que ha emanado, si no que se apropia de ciertos aspectos de la misma
para incardinarlos dentro de su discurso, a n de que sirvan de elementos
justicadores del empleo de la violencia.
Aunque el terrorismo no es un fenómeno criminal nuevo, siendo su
presencia una constante histórica, ciertas características predicables del te-
rrorismo yihadista lo sitúan como un problema delincuencial de magnitu-
des desconocidas hasta el momento. La vocación trasnacional de su acción
criminal, la exibilidad de su modelo organizativo y la expansión de su con-
ceptualización del enemigo, dotan a esta forma criminal de una enorme po-
tencialidad lesiva y letal. Por ello, los actores estatales destinados a inocuizar
su actividad se han visto ampliados. Las tareas propias de las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad han sido completadas con la intervención de los Ser-
vicios de Inteligencia y, en ocasiones, de las Fuerzas Armadas (cuando han
tenido que desenvolverse acciones internacionales en territorios dominados
por alguno de los grupos yihadistas). En el marco de esta lógica expansiva,
de los medios e instituciones implicadas en el freno y la desarticulación de
estas organizaciones terroristas, la prisión también encuentra su lugar.

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