Capítulo tercero. La 'uberización' del mercado de trabajo: un error de concepto que amenaza con contaminar el derecho del trabajo

Páginas213-239
CAPÍTULO TERCERO
LA “UBERIZACIÓN” DEL MERCADO DE TRABAJO: UN
ERROR DE CONCEPTO QUE AMENAZA CON CONTAMINAR
EL DERECHO DEL TRABAJO
Hoy se puede comprobar cómo la alta tecnología que utilizan las plataformas digitales
bajo demanda está impulsando trabajos de muy baja tecnología.
Realmente nos encontramos ante un imposible lógico: cómo la tecnología digital se
ha convertido a la vez en aliada y enemiga del trabajo.
Hace no muchos años, en las plazas de los pueblos, o en calles de ciudades, grupos de
personas se concentraban a la espera de que una furgoneta llegara buscando trabajadores
para trabajar ese día en una  nca o una obra. Ahora, ese procedimiento de contratación se
hace por medio de un smartphone donde la furgoneta la pone el trabajador y una plataforma
digital te indica las coordenadas del trabajo. Los anteriores paisajes de impunidad laboral
ahora se muestran coherentes en una sociedad avanzada tecnológicamente.
Así es cómo con la mal denominada “uberización del trabajo” han surgido millones
de “jornaleros digitales” que trabajan para plataformas que muestran una high technology
por fuera, y una absoluta precariedad laboral por dentro.
El incumplimiento de la normativa laboral, sus principios y  nes, es una mala praxis
que se ha extendido ampliamente en el mercado de trabajo y que habita ya de forma casi
perenne en nuestra sociedad. Esta es otra forma de violencia. No se puede mostrar tibieza
en este asunto.
Las leyes laborales están mostrando cierta fragilidad para controlar el poder corpora-
tivo. Las leyes necesitan una aplicación estricta, ya que las plataformas no cambiarán sus
modelos comerciales solo porque los gobiernos y los tribunales lo digan.
Nos encontramos ahora ante la evidencia de que estas nuevas formas de hacer negocios
están profundizando intensamente en la precariedad y la desigualdad social provocando
retales de vida en gran parte de la población trabajadora.
Cada futuro laboral imaginado por una empresa de tecnología es peor que la iteración
anterior.
Por eso no puedo ser neutral en este asunto. Es inevitable que realicemos un overhaul
de la legislación laboral a través del dialogo social y la claridad de que la tecnología digital se
FRANCISCO AVENDAÑO MARTÍNEZ
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debe regular adecuadamente. La mera idea de que existan “empresas so ware” o “so ware
que contrata” debe movermos a ello decididamente.
Para ello, es necesario conocer cuál es la estrategia, modelo de negocio y tácticas de
estos negocios digitales.
La sociedad moderna está atravesada por una paradoja: un número considerable
de la población mundial está usando cada vez más productos cientí cos y tecnológicos
como son el internet, los telefonos inteligentes y los computadores, sin embargo, todavía
existe un alto nivel de analfabetismo acerca de los principios que hicieron posible estas
invenciones. Incluso los críticos de la ciencia y la tecnología no escapan al uso constante
de estos dispositivos cientí cos y tecnológicos.
Cuando a rmo que es un error denominar como “uberización laboral” los efectos
negativos de las plataformas digitales bajo demanda es porque no se ha analizado su en-
temente sus objetivos  nales.
El motor de la pérdida de puestos de trabajo sigue siendo la deslocalización y no la
automatización y la digitalización y coincide con la perspectiva de que la pérdida de puestos
de trabajo prevista debido a la automatización es exagerada (Grimshaw, 2020).
Muchas son las preguntas que nos podemos hacer. ¿Está cambiando la estructura
industrial?, ¿cuáles son los contornos del cambio industrial?, ¿cómo consiguen entrar en
nuevos mercados las empresas surgidas con plataformas digitales?, ¿podrán resistir las
empresas tradicionales los envites de esas empresas que tienen ventajas valiosas, diferentes,
inimitables o no sustituibles?, ¿puede medirse o estudiarse cualitativamente el impacto del
aumento de la funcionalidad del so ware en los bienes de capital?, ¿cómo afectará a los
procesos de trabajo y al empleo?, ¿en qué momento el emprendimiento se transformó en un
modelo de trabajo que debía extenderse para sustentar una sociedad moderna y avanzada?
Estas son algunas preguntas que se pretenden responder en este Capítulo. Aunque una
cosa tengo clara: muchas desigualdades estructurales que hoy sufrimos no van a solucio-
narse con tecnología; incluso es posible que la tecnología las ampli que.
Los impactos de las plataformas digitales parecen no haber hecho más que empezar.
Podemos esperar más desarrollos que pueden ser tan, o incluso más, transformadores que
los ya conocidos. Es probable que los sistemas inteligentes continúen afectando la forma en
que se realiza el trabajo y cómo se crea el valor. La di cultad de predecir cómo afectarán las
plataformas y los sistemas inteligentes a las industrias se debe en parte a sus impactos nota-
blemente generalizados. A medida que se aplican estas tecnologías, se vuelven insidiosas,
penetrantes y ubicuas. Pues bien, es indudable que el desarrollo de estos modelos de negocio
digitales requiere de la de nición de marcos regulatorios, toda vez que las plataformas
digitales y los sistemas inteligentes, con su poderosa capacidad organizativa, canalizarán
la actividad social y económica; por tanto, el papel del Estado ayudará a responder alguna
de las preguntas anteriores.
Junto a ello, conocemos situaciones empresariales que a primera vista parecen difíciles
de entender.

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