La Seguridad Social de la Abogacía. Veinticinco años de mutualismo español, de J. M. Sánchez-Ventura y Pascual.
| Autor | José María Chico Ortiz |
| Páginas | 217-220 |
SÁNCHEZ-VENTURA Y PASCUAL, J. M.a: La Seguridad Social de la Abogacía. Veinticinco años de mutualismo español. Madrid, 1974.
Con motivo de las bodas de plata de la institución de la Mutualidad General de Previsión de la Abogacía se publica esta obra, que viene precedida por el galardón del primer premio en el Concurso Internacional sobre «Seguridad Social del Abogado», convocado por la Caja de Previsión Social para Abogados de la provincia de Buenos Aires, y otorgado en la sesión de clausura del Primer Congreso Internacional de Juristas sobre dicho tema, que se celebró en la ciudad de La Plata los días 25 al 27 de abril de 1974.
El prologuista del libro-el muy ilustre José Bastos Ansart-me pone Page 218 muy difícil esta recensión, pues si en principio se resiste a la sugestión de presentar al autor y elogiar las virtudes que le rodean, luego cede a la tentación y termina su magnífico prólogo con estas impresionantes palabras: «Desde que le conocí jamás dejó de estar a mi lado en el trabajo, en la amistad y en la lealtad de su entrega sin regateos a las tareas para las que reclamé su valioso concurso.» Y digo que me lo ha dejado difícil, pues si Bastos luce en su pecho la medalla de la íntima amistad con José María Sánchez-Ventura, a mí me cabe también el honor de haber andado mucho camino de esta vida a su lado, unas veces como opositor, otras como colaborador, y siempre como amigo. Si Bastos, que casi dobla mi edad, se deja arrebatar por la tentación, ¿qué puedo hacer yo para que esta recensión sangre objetividad?
La divertida labor que me impuse al aceptar esta tribuna de la recensión sólo tiene la gran compensación-aparte de mis buenos ratos solitarios-de que en ella puedo marchar al viejo estilo de lo que predicara Rudyard Kipling: Con mi paso y con mi luz. Aquí la amistad ofrece la gran prueba de la sinceridad. La amistad me obliga a lealtades, pero mis posibles lectores me exigen sinceridades. El acatamiento que significa el poder de la amistad es preciso siempre superarlo por el imperativo de la dignidad. Quede bien claro que éste no es el caso, pues la obra tiene tal calidad de virtudes, que aun prescindiendo de amistades habría que elogiarla.
Por supuesto, que el hecho de traer a estas páginas la obra que nos ocupa no está basado sobre el vínculo de la amistad ni menos, por descontado, en esa situación política que el autor ocupa en estos momentos. Creo que se trata de un trabajo donde se abordan temas de Derecho, se tocan puntos muy esenciales de sociología y metodología y se hacen una serie de citas de lecturas un tanto apasionadas realizadas por el autor en esas largas horas que la quietud provinciana de su Notaría le ha brindado.
Marcadamente pueden escindirse en el libro diversas partes, aparte de los anexos comprensivos de Estatutos y Reglamentos, ya que en unas resplandece la experiencia y en otras la ciencia, en algunas la creación y en otras la reflexión a través de las citas de lector minucioso y exigente. José María lee como si estuviera «fichando» el libro que tiene entre sus manos. La disciplina de opositor marca a fuego la forma...
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