Movilidades digitales. Nuevos territorios de interacción en el espacio público, usuarios y contenidos culturales en red

AutorFelipe César Londoño López - Adriana Gómez Alzate
Páginas67-84

Page 67

Movilidades y tecnologías

El origen de lo que hoy se conoce como movilidades digitales se encuentra en el sistema de redes tecnológicas que interconectan comunidades a través de Internet. Si bien el concepto de comunidad está presente desde los orígenes de la humanidad y desde una perspectiva social es un componente esencial de la vida humana, la virtualidad de sus acciones se potencia a partir de tecnologías de transmisión de datos que se desarrollan, sobre todo, en el último cuarto de siglo, gracias a la revolución de la microelectrónica.

Acompañando este proceso tecnológico se encuentran otros dos fenómenos que surgieron en esta misma época, pero de forma independiente: la economía expandida y flexible, por un lado, y la libertad de expresión y comunicación abierta, por el otro, generados por movimientos de globalización a nivel mundial y de aperturas de las telecomunicaciones a partir del surgimiento de los nuevos medios como el televisor, la radio o el ordenador personal.

Como lo afirma Manuel Castells, las personas, las instituciones, las empresas y la sociedad en general transforman cualquier tecnología a través de la apropiación y la modificación, sobre todo en Internet, por ser ésta una tecnología de la comunicación. La comunicación consciente, dice Castells, «es lo que determina la especificidad biológica de la especie humana. Como la actividad humana está basada en la comunicación e

Page 68

Internet transforma el modo en que nos comunicamos, nuestras vidas se ven profundamente afectadas por esta nueva tecnología de la comunicación».1La apropiación de las tecnologías, por parte de las comunidades, inaugura un tipo de movilidad que potencia, no ya una migración física, como la que se presenta en muchas sociedades y contextos, sino una habitabilidad en entonos virtuales que posibilita un nuevo intercambio cultural, que trasciende las diferencias económicas de las sociedades y los sistemas tradicionales de comunicación. La movilidad digital afianza un fenómeno social de la sociedad de inicios del siglo XXI, que se representa en las migraciones urbanas, ocasionadas por las diferencias de desarrollo entre las regiones, los avances en los procesos de comunicación y el transporte, los conflictos mundiales, entre otros.

La movilidad de las comunidades ha generado desajustes en las políticas que regulan la migración y hoy es especialmente crítico el proceso porque en los últimos tiempos la inmigración ilegal ha crecido, asociada a los problemas propios de cada comunidad. De acuerdo con Cristina Blanco,2son varias las posturas discursivas alrededor del tema de los movimientos migratorios:

- La economía liberal de inicios del siglo XX observaba la migración como un fenómeno positivo por el equilibrio que generaba, frente a los desajustes económicos y laborales.

- Luego, la inmigración generó impacto negativo porque competía con la población autóctona y los recursos escasos.

- A finales del siglo pasado, la movilidad se hace positiva, siempre y cuando se canalice de forma adecuada, sobre todo por la escasa natalidad, el crecimiento económico y las necesidades de mano de obra.

La movilidad de las comunidades está asociada a la búsqueda de información y apropiación de conocimiento. En su primera etapa, la movilidad se presenta en la posibilidad de recrear en el universo interior todo un mundo que fuera más allá de los aspectos cotidianos. En Voyage autour de ma chambre (1795) Xavier de Maistre relaciona sus pasiones, reflexiones y recuerdos personales con el interior de su propio cuarto. Es decir, elabora todo un viaje interior a partir de sus objetos personales, lo que anticipará la literatura del interior del siglo XIX y, con ello, un nuevo modo de viajar en el mundo.3Desde otra perspectiva, Benjamin describe, en el Libro de los pasajes (Das PassagenWerk),4las movilidades urbanas en los ojos de un flâneur (paseante) que pasea por la ciudad sin una ruta predeterminada. Para Benjamin, lo que observa el paseante en su recorrido por los pasajes de París, no son objetos aislados sino formas articuladas que remiten al pasado, capas articuladas de tiempo que crean en el espectador imágenes dilécticas que confrontan las fuerzas y los intereses históricos en escalas reducidas. Es decir, esta movilidad posibilita una observación de la reconstrucción histórica de la sociedad en una época determinada y, por tanto, una realidad de dimensiones múltiples.5

Page 69

Cuando las tecnologías irrumpen en los espacios del habitar, éstas alteran el orden de las casas, no sólo en sus habitaciones, sino también en las relaciones personales y en las relaciones comunicativas interiores y exteriores. La consolidación de las tecnologías abre el camino para las exploraciones de la ciencia ficción, los ambientes mecanizados y, con ellos, la liberación del sufrimiento y la fatiga en espacios donde cada habitante puede reorganizarse, de acuerdo con los mecanismos de que disponga.

Con la popularización de las imágenes técnicas, en el siglo XX, se abre el camino hacia nuevas movilidades. Vilém Flusser asegura que el carácter no simbólico pero sí objetivo de las imágenes técnicas, aquellas que son generadas por aparatos, lleva al contemplador a considerarlas como ventanas, no como imágenes, en contraste a las imágenes tradicionales que abstraen el mundo concreto de, por ejemplo, un pintor.6Para Flusser, al contemplar estas imágenes, es posible observar conceptos del mundo exterior, a través de una codificación cifrada por las máquinas, que posibilita esta visibilidad.

Con la llegada de Internet y su inserción en muchos de los ámbitos de la sociedad, los espacios urbanos y cotidianos se desestructuran y algunas de las tareas fundamentales del ser humano se transfieren a los sistemas telemáticos. Las comunidades virtuales, las redes sociales y las relaciones interpersonales expandidas parecen sugerir que el ser humano se está convirtiendo en un flâneur de un ciberespacio que se transforma a través de las múltiples tareas que allí se llevan a cabo porque Internet, en sí misma, es una tecnología que se adapta a los usos que la sociedad le imponga.

Para Piscitelli, las redes electrónicas de comunicación son nuevas modalidades de espacio virtual y es allí donde tiene lugar la coordinación instantánea de acciones a distancia.7Las redes son máquinas de comunicar que dan otros significados a los conceptos tradicionales de comunidad. Para Piscitelli, la historia de la comunicación humana se puede periodizar en cuatro épocas, ligadas a las transformaciones de la virtualidad:8- Las comunidades textuales (circa 1600), que tienen su origen en la invención de un aparato de tecnología literaria, que dramatizaba las relaciones sociales propias de la comunidad de filósofos.

- Las comunidades electrónicas y de entretenimiento (principios de 1900), que surgen con la invención del telégrafo y el fonógrafo, como instrumentos que mediatizaban los lugares físicos y cualquier realidad en algún lugar del mundo.

- Las comunidades informáticas (en la década de los setenta), que son lugares virtuales donde cualquier persona podía escribir su opinión para ser observada por otras personas.

- Las comunidades virtuales y del ciberespacio (alrededor de 1984), que sólo existe en tanto representación simbólica y tiene su origen en el «ciberespacio» de la novela Neuromate de William Gibson.

Globalización y transformaciones urbanas

El concepto de movilidad digital y nuevos territorios está ligado al proceso de cambio de las ciudades en la «era de la información». Una nueva economía, centrada en la evolución tecnológica y organizativa, está modificando los procesos sociales e institucionales

Page 70

de las ciudades, base de la convivencia y la vida cotidiana. Esta nueva economía se caracteriza por tres aspectos: el conocimiento como plataforma de producción; la globalización, es decir, la articulación de las actividades económicas, sociales y culturales de las ciudades; y, por último, las redes que posibilitan las movilidades digitales y la adaptabilidad a las transformaciones.

Las redes y las nuevas tecnologías modifican los conceptos tradicionales de territorio y generan nuevas realidades que se sintetizan en los espacios mediáticos, lugares donde coexisten diversas formas de comunicación. Para Castells, estos lugares son el «espacio de los flujos» donde se organizan las prácticas sociales y tienen que ver con flujos de capital, de información, de tecnología y de interacción.

El espacio virtual constituye, de acuerdo con Montaner, «la más alta creación de la ambición humana, configurando un mundo laico totalmente fuera de las leyes de la naturaleza». Si Claude Lévi-Strauss había considerado la ciudad como máxima creación del hombre, hoy afirma: «ahora podemos señalar el ciberespacio no sólo como la máxima creación de la inteligencia y la ciencia sino también de la imaginación y la ficción, de la capacidad del hombre para soñar y crear».9Si las redes y el espacio de los flujos crean un nuevo lenguaje que se basa en las interacciones individuales y grupales, potenciando participación y cambios políticos y sociales, los sistemas de telecomunicaciones se convierten en sustitutos físicos de los movimientos de las personas y los servicios en las ciudades. A pesar de que la gente viva en lugares, las funciones y el poder de quienes manejan la información alteran de forma esencial el significado y la dinámica de los territorios.

Según Moss y Townsend, el uso...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR