Salud pública - Tóxicos
Autor | Dr. Bernat-Noël Tiffon Nonis/Dr. Jorge González Fernández |
Cargo del Autor | Psicólogo Forense privado (Senior)/Médico Forense con más de treinta años de ejercicio profesional |
Páginas | 83-100 |
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SALUD PÚBLICA – TÓXICOS
6.1. Craving de cocaína, búsqueda desesperada de tóxicos,
ajuste de cuentas y asesinato
6.1.1. Introducción
La impulsividad de es un fenómeno bien conocido y ampliamente abor-
dado en la clínica de las adicciones (Economidou et al., 2009; Moeller et al.,
2001; Verdejo-García et al., 2008), de modo que laimpulsividad anterior al
abuso de drogas aumenta la susceptibilidad a recaer después de la abstinen-
cia (Economidou et al., 2009). Asimismo, la conducta compulsiva se caracte-
rizaría por la exacerbación de los rasgos de falta de premeditación y falta de
perseverancia, así como por la tendencia a cometer actos impulsivos bajo es-
tados de malestar o estrés, cuestión que se ha asociado con indicadores de se-
veridad de consumo (Verdejo-García et al., 2007b). Es posible que esta faceta
de la conducta impulsiva esté más vinculada a dimensiones neuropsicológicas
dependientes del feedback afectivo, como es el caso de la toma de decisiones
(Verdejo-García y Bechara, 2009), lo que podría explicar la posible influencia
perniciosa para desarrollar conductas desorganizadas desde el influjo nocivo
de un patrón de uso y abuso y consumo agudo de sustancias tóxicas.
En el presente caso, se viene a ilustrar cómo el craving a la cocaína y,
por tanto, la búsqueda incesante del tóxico –por parte de los perpetrado-
res– puede llegar a alcanzar la magnitud conductual de un comportamiento
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CASOS PRÁCTICOS DE PSICOPATOLOGIA Y PSICOLOGIA CRIMINAL Y FORENSE
DR. BERNAT-NOËL TIFFON NONIS | DR. JORGE GONZÁLEZ FERNÁNDEZ
criminal y delictógeno desde el origen de comportamientos potencialmente
compulsivo-agresivos y criminológicos (y a modo vengativo de «ajuste de
cuentas»), pero desarrollando conductas desorganizadas y alteradas.
6.1.2. El caso
Según el redactado de la sentencia, y siendo por unanimidad del Jura-
do, se consideró como probado el que la pareja de acusados (de sexo mas-
culino y de sexo femenino, siendo ésta última quien mantuvo una relación
sentimental con la víctima) se dirigieron al domicilio de esta última.
Una vez en el interior de la vivienda, y por razones desconocidas, se
inició una discusión en el curso de la cual, ambos victimarios puestos de co-
mún acuerdo con el ánimo de acabar con la vida de la víctima le maniataron
de pies y manos con el fin de asegurar el éxito de su acción, agarrándole por
el cuello con intención de estrangularle y golpeándole con gran fuerza en la
cabeza provocándole un traumatismo craneoencefálico, abandonando la vi-
vienda y dejando al agredido moribundo.
Como consecuencia de las gravísimas lesiones provocadas por los gol-
pes en el cráneo y, subsiguientemente en el parénquima cerebral, la víctima
falleció en el Hospital.
En el acto del juicio y antes del inicio de la proposición de pruebas, los
acusados reconocieron su participación en los hechos criminológicos y que com-
partían intereses por cuestiones de consumo de múltiples drogas (politoxicofilia).
En esencia, el caso se contextualiza en el marco del consumo de co-
caína y de la búsqueda incesante («craving») de dicha sustancia, entre otras
drogas más, por parte de los victimarios. Sea cual fuera el motivo de discu-
sión entre los actores del escenario criminológico, los autores se sintieron
frustrados por no haber conseguido la sustancia tóxica que tanto ansiaban y
decidieron reducir a la víctima para, posteriormente y por venganza, quitarle
la vida («ajuste de cuentas»).
Seguidamente, se exponen unas imágenes de la escena del crimen y
de la autopsia de la víctima a fin de ilustrar las consecuencias conductuales
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