Parricidio
| Autor | Dr. Bernat-Noël Tiffon Nonis/Dr. Jorge González Fernández |
| Cargo del Autor | Psicólogo Forense privado (Senior)/Médico Forense con más de treinta años de ejercicio profesional |
| Páginas | 49-64 |
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PARRICIDIO
4.1. Parricidio en contexto de trastorno depresivo
4.1.1. Introducción
Etimológicamente la palabra «Parricidio»procede del latín parus, pa-
riente, o par, igual, y caedere matar y corresponde a la figura contemplada
en algunos códigos como el homicidio de parientes consanguíneos en línea
recta u otros familiares cercanos. Concretamente el antiguo Código Penal
español exponía en su articulado que «El que matare a cualquiera de sus as-
cendientes o descendientes, o a su cónyuge, será castigado, como reo de pa-
rricidio, con la pena de reclusión mayor».
El parricidio es un delito poco frecuente. Un estudio realizado por Hi-
llbrand (1999) en Estados Unidos, observó que el parricidio representa un
2% de los homicidios.
El caso que se expone a continuación corresponde a la muerte de un me-
nor, causada por su propia madre, en el que cabría establecer un diagnóstico
diferencial entre un homicidio altruista asociado a suicidio, con la intención
de la progenitora de proteger a su hijo, y un parricidio agudamente psicótico
por el que se perpetra el delito desde el influjo nocivo de un trastorno mental.
Estos hechos pueden contextualizarse en la serie de 15 casos descrita
por Rougé-Maillart (2015), que refleja como medios más frecuentes de filici-
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CASOS PRÁCTICOS DE PSICOPATOLOGIA Y PSICOLOGIA CRIMINAL Y FORENSE
DR. BERNAT-NOËL TIFFON NONIS | DR. JORGE GONZÁLEZ FERNÁNDEZ
dio el traumatismo craneoencefálico, el estrangulamiento, la asfixia y el aho-
gamiento, con 7 mujeres que intentaron suicidarse.
4.1.2. El caso
Según consta en sentencia como hechos probados, se trata de una mu-
jer de 34 años que, siendo de mañana, procedió a bañar a su hijo de 3, in-
troduciéndolo en una pequeña bañera llena de agua. Debido a la influencia
patológica de su disfunción mental decidió sumergir la cabeza del menor
hasta producirle la muerte por asfixia. Seguidamente, y ya difunto el menor,
lo depositó cuidadosamente encima de su cama de matrimonio provisto de
un pantalón de pijama y lo tapó con las mantas. Seguidamente, la informada
abandonó el domicilio.
Figura 10. Vista general del cadáver del niño en la cama.
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