La publicidad engañosa en la cirugía y anestesia estéticas

AutorGustavo Lopezmuñoz y Larraz
Páginas49 - 52

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Creemos firmemente en el principio de «autonomía de la voluntad», en el sentido más amplio y liberal del término. Es decir, que todo ser humano, con personalidad jurídica propia, es dueño de su destino, de su persona y de sus actos, que no deben quedar limitados ni restringidos salvo cuando infrinjan normas jurídicas de obligado acatamiento o lesionen los legítimos intereses de otras personas.

Ahora bien, las decisiones que tomen las personas libres deben presuponer una información o conocimientos previos que no deben estar adulterados por intereses bastardos, mezquinos o fraudulentos, sobretodo cuando conciernen el interés prioritario y fundamental de todo ser humano: ¡la salud!. Quien afecta la salud de un ser humano, de suyo está lesionando todos los demás derechos personales porque ha afectado su disfrute, en suma, su calidad de vida…

De ahí que necesariamente todas las Administraciones del Estado y de las Comunidades Autónomas deban ser muy rigurosas en la protección de la salud de los consumidores y usuarios de los servicios sani-Page 50tarios que, además, es un bien constitucionalmente garantizado, como no podía ser menos.

En esta sociedad eminentemente consumista en que nos ha tocado vivir se ha producido en los últimos años, coincidiendo con el manifiesto aumento del nivel de vida de la generalidad de los españoles –absolutamente parangonable con los mejores niveles europeos– una fiebre estética, que ha disparado todas las previsiones razonables sobre este sector mercantilista, empujada por una explosiva llamada publicitaria carente de toda contención bioética y una paupérrima regulación legal.

La «venta» de belleza y juventud eternas nos machaca a todas horas del día a través de hábiles y muy costosas campañas publicitarias que se difunden por todos los medios de comunicación existentes sin piedad ni recato, exagerando cuando no mintiendo y prometiendo lo inalcanzable como si fuera algo de inmediata realización y, además, abonable en «cómodas cuotas financiables»14. Las primeras des-Page 51graciadas víctimas de esta erupción estética han sido muchas de nuestras jóvenes adolescentes, que tratando de imitar a modelos de pasarela tallas 34-36, han caído trágicamente en enfermedades psiquiátricas tan graves para el organismo como la anorexia y la bulimia…y que, en algunos casos, en su desesperación lamentablemente ha llegado al suicidio.

Como necesaria, aunque siempre tardía reacción, el Parlamento, a iniciativa del...

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