Prejuicio y migraciones: una aproximación sociológica
Autor | Luis Vicente Doncel Fernández |
Cargo del Autor | Universidad Rey Juan Carlos |
Páginas | 13-29 |
13
CAPÍTULO PRIMERO.
PREJUICIO Y MIGRACIONES:
UNA APROXIMACIÓN SOCIOLÓGICA
Luis Vicente Doncel Fernández1
“Es la teoría la que determina lo que podemos observar”. (Albert Einstein)
I
Se escribe y se habla mucho de inmigración, de conictos étnicos, de prejuicios
raciales, de hostilidad interreligiosa, etc. Los medios de comunicación describen
como mejor pueden estos fenómenos sociales. Pero solo eso, describen, es decir,
muestran la punta del iceberg. Y, en realidad, como sabe cualquiera que lea un texto
sobre ciencia, eso es lo más sencillo y el primer paso para resolver un problema
social. El siguiente y principal paso es la explicación, por qué se produce dicho
problema, qué hay debajo. Luego vendrían la previsión de sus consecuencias y, nal-
mente, la intervención para evitarlas si son negativas. Esto último, por desgracia,
suele ser responsabilidad política.
Y no es tan seguro que a su deseo de poder les venga bien quitar de en medio un
posible “enemigo” ajeno. En este capítulo intentamos dar valor a la teorización res-
pecto a las causas interactivas de los prejuicios frente a los inmigrantes. Basándonos
en una teoría, la de Bettelheim y Janowitz, pero sin olvidar que para entender una
situación siempre partimos de teorías (en puridad los prejuicios y los estereotipos
1 Profesor Universidad Rey Juan Carlos, Subdirector del Observatorio Euromediterráneo.
Democracia y Espacio Público de la Universidad Rey Juan Carlos.
14 Capítulo Primero
son “mini-teorías”, generalmente falsas). Esto es un ejercicio más útil y, por supues-
to, más cientíco, que llenar páginas y páginas de datos que cada cual interpreta a su
manera y la mayoría lo hace de la forma que interesa al que tiene el poder… político,
económico, comunicativo…
Como dejó dicho Kurt Lewin: “Nada hay más práctico que una buena teoría”.
Pasamos a revisar una de las clásicas, con razonamientos breves, pues, como hizo
decir Cervantes a Don Quijote, “ninguno hay gustoso si es largo”.
II
La sociedad cambia constantemente y diculta un diagnóstico preciso y una tera-
pia adecuada para determinados problemas, pero algunas lecciones sí nos ha dado
la investigación social. El ser humano vive en grupo, y éste inuye sobre la percep-
ción individual de la realidad, sobre nuestras actitudes. Y, desde luego, los caracteres
personales individuales tendrán su papel, pero ltrado y matizado por ese proceso
cultural de la socialización que todos experimentamos. Respecto a la interacción de
factores personales –actitudes- y contexto cultural – sociedad- queremos reexio-
nar en este capítulo, de manera breve y modesta, con el objetivo de intentar conocer
el porqué del rechazo, del conicto social derivado de los fenómenos migratorios.
Es un sencillo ejercicio basado fundamentalmente en la investigación de Bettelheim
y Janowitz a la que iremos haciendo referencia en las siguientes páginas. Dando
además extrema importancia a la opinión pública, que en ausencia de experiencias
individuales, y a veces incluso en contra de éstas, suele marcar –denir- la actitud
prejuiciosa. Y no importa tanto lo que sea, sino lo que se percibe, pues, como expuso
omas en su ya célebre teorema: Si las personas denen las situaciones como rea-
les, éstas son reales en sus consecuencias. Y a esas deniciones adecuamos nuestros
comportamientos. Así es en el caso de nuestra percepción del fenómeno migratorio.
Las migraciones son un fenómeno social antiguo y natural. Como dice Klaus J.
Bade: “El Homo migrans existe desde que existe el Homo sapiens, ya que las migra-
ciones son tan inherentes a la condición humana como el nacimiento, la reproduc-
ción, la enfermedad y la muerte”. (2003: 9). Además, el tema es complejo dado que
no solo las personas se han desplazado a través de los territorios, sino que las fronte-
ras también se han desplazado a través de las poblaciones humanas. Las migraciones
son traslados temporales o permanentes de residencia de personas a otra población,
ciudad o país. Las O.N.U. recomienda que se considere permanente el traslado por
un año o más, un tiempo inferior podría ser considerado como “visita”. La idea de
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