Inmigración y delincuencia

AutorMarcelo F. Aebi
Páginas111-176
© Editorial UOC CapítuloII.Inmigración y delincuencia
111
CapítuloII
Inmigración y delincuencia
Marcelo F.Aebi
Introducción
La historia de la humanidad es, en alguna medida, una histo-
ria de migraciones. El instinto de supervivencia condujo con fre-
cuencia a los humanos a abandonar su terruño en busca de regio-
nes más prósperas. Las migraciones han promovido, y siguen pro-
moviendo, mezclas de etnias, de conocimientos y de tradiciones
que no sólo son enriquecedoras desde el punto de vista cultural,
sino que también resultan esenciales desde el punto de vista bio-
lógico. En efecto, las migraciones garantizan la perennidad de la
especie, evitando los peligros de la endogamia, del descenso y del
envejecimiento de la población. Al mismo tiempo, el temor a lo
desconocido y el temor a los cambios parecen tan arraigados en el
ser humano como el instinto de supervivencia. Así, el extranjero
–encarnación de lo extraño, de lo diferente, de lo desconocido, y
portador de cambios sociales– es generalmente recibido con re-
celo por las poblaciones de acogida. Históricamente, la opinión
pública no ha dudado en vincular el aumento de la población ex-
tranjera con la decadencia de una civilización. Este razonamiento
puede observarse, por ejemplo, cuando se menciona entre las cau-
sas de la caída del Imperio Romano, el hecho de que el emperador
Caracalla otorgara la ciudadanía romana a todos los habitantes de
las provincias en el año 212. Hoy en día, a menudo se relaciona
el incremento de la población extranjera con el debilitamiento de
las culturas locales y el aumento de la delincuencia.
© Editorial UOC Aspectos esenciales de la Criminología actual
112
Este capítulo comienza con un análisis de los conceptos de in-
migrante y extranjero. A continuación se presentan datos empíri-
cos sobre la implicación de estos en la delincuencia, así como so-
bre sus experiencias de victimización. Luego se estudian las prin-
cipales explicaciones teóricas que han dominado el debate sobre
la delincuencia de los extranjeros, ubicándolas en su contexto his-
tórico. Finalmente, se utiliza como estudio de caso (case study) la
relación entre inmigración y delincuencia en la República Argen-
tina a principios del siglo XX. Esta presenta numerosos puntos en
común con la experiencia europea de principios del siglo XXI en
cuanto respecta a la delincuencia y a la reacción social ante ésta,
pero también diferencias notorias en cuanto a la integración de
los inmigrantes.
1.Inmigrantes y extranjeros
Buena parte de las polémicas que genera el estudio de la re-
lación entre inmigración y delincuencia en Europa provienen de
una utilización incorrecta de estadísticas y de conceptos. En efec-
to, generalmente se hace referencia a una serie de cifras que se pre-
sentan como representativas de la delincuencia de los inmigran-
tes, cuando en realidad esas cifras se refieren a la delincuencia de
los extranjeros (Aebi, 2007, 2008). Por ejemplo, se afirma que
los inmigrantes son responsables del aumento de la delincuencia,
y se justifica esa afirmación presentando las cifras de detenidos
extranjeros en prisión. Sin embargo, la categoría genérica de ex-
tranjero es polimórfica e incluye personas que están en situacio-
nes completamente diferentes.
© Editorial UOC CapítuloII.Inmigración y delincuencia
113
El Diccionario de la lengua española de la Real Academia Es-
pañola (DRAE) define a un extranjero como a un «natural de
una nación con respecto a los naturales de cualquier otra». Las es-
tadísticas oficiales de la delincuencia operacionalizan ese concep-
to contabilizando como extranjero a todo aquel que no posee la
nacionalidad del país donde se realiza la investigación. Los inmi-
grantes constituyen una categoría de extranjeros. En su definición
de inmigrante, el DRAE nos renvía a inmigrar, y bajo ese concep-
to se indica: «Dicho del natural de un país: Llegar a otro para esta-
blecerse en él, especialmente con idea de formar nuevas colonias
o domiciliarse en las ya formadas». Sin embargo, las estadísticas
oficiales de la delincuencia no utilizan este concepto. Al referirse
a la categoría genérica de extranjeros, dichas estadísticas incluyen
una gran cantidad de personas que no tienen la intención de esta-
blecerse en el país. Este es el caso, por ejemplo, de los turistas, de
las personas que están en tránsito, o de aquellas que se encuentran
provisoriamente en el país para asistir a una reunión de trabajo,
visitar amigos o familiares, o realizar una tarea determinada.
Incluso los textos científicos europeos utilizan con frecuencia
la denominación de inmigrantes de manera genérica, probable-
mente debido a la influencia de las numerosas investigaciones es-
tadounidenses realizadas en la primera parte del siglo XX sobre
este fenómeno. Estas recurrían apropiadamente a dicho término
porque estudiaban a los inmigrantes que se habían establecido en
los Estados Unidos. Este país aplicaba una política de fomento
de la inmigración –cuyas características estudiaremos más ade-
lante– para aumentar su población. Algo similar sucedía en Aus-
tralia, Canadá y algunos países de América Latina. En cambio, las
naciones europeas no desarrollaron una política de ese tipo y, sin
embargo, cuentan con considerables minorías étnicas. En algunos
casos éstas provienen de antiguas colonias, o de las campañas des-

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR