El impacto digital en la administración pública
| Autor | Manuel Arenilla Sáez |
| Cargo del Autor | Catedrático de Ciencia de la Administración, Universidad Rey Juan Carlos |
| Páginas | 249-317 |
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CAPÍTULO 4
EL IMPACTO DIGITAL
EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
4.1. EL INGRATO TRABAJO DE ARÚSPICE
4.1.1. El valor de las predicciones en tiempos convulsos
En los últimos años se ha tratado de calmar la ansiedad que producen los
cambios acelerados en todos los órdenes elaborando pronósticos sobre el
mundo inmediato o futuro. Así, se suelen establecer diversos escenarios pro-
babilísticos para 2030 o 2050 a partir de los fenómenos que se contemplan
en la realidad actual. Nunca como hasta ahora resulta más dudoso hacer este
ejercicio, habida cuenta de los muchos factores incontrolables que afectan a
nuestras vidas, como se puede comprobar en los muchos riesgos en los que
incurren las sociedades actuales. Si nos centramos en las competencias pro-
fesionales necesarias para afrontar los cambios que se están produciendo, lo
más sensato es no aventurarse más allá de cinco años con el fin de no adop-
tar decisiones poco realistas (Pryce Waterhouse Coopers, 2017).
La pandemia ha sido calificada como un cisne negro, aunque existían
algunos indicios sobre su aparición44. De ella se dice que ha actuado como
44 Se denomina así a un suceso inesperado, con gran impacto y que, una vez que ocu-
rre, se cree que podría haber sido previsto. Sobre este último punto, en el caso de la covid-19,
en septiembre de 2019, la Junta de Vigilancia Mundial de la Preparación (Global Preparedness
Monitoring Board), impulsada por el Banco Mundial y la Organización Mundial para la salud
(OMS), presentó el informe Un mundo en peligro. Informe anual sobre preparación mundial
para las emergencias sanitarias. En él se señalaba que aumentaban las probabilidades de que
se declarase una pandemia a escala mundial y que el mundo no estaba preparado para una
pandemia causada por un patógeno respiratorio virulento que se propagase con rapidez. Por
último, indicaba que una pandemia de este tipo podría causar la muerte de entre 50 y 80
millones de personas, causar pánico, desestabilizar la seguridad nacional y tener graves con-
secuencias para la economía y el comercio mundiales (Junta de Vigilancia Mundial de la
Preparación, 2019, p. 15).
LA ADMINISTRACIÓN DIGITAL
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catalizadora de los desarrollos tecnológicos, adelantando en poco más de unas
semanas lo que hubiese costado varios años. Sin embargo, hay opiniones que
expresan la duda sobre si esa aceleración se va a mantener en el tiempo,
especialmente en la Administración pública. Así que las predicciones casan
mal con el momento que nos ha tocado vivir y su ejercicio puede que sirva
para poco. Como la pandemia nos ha demostrado, y antes la Gran Recesión,
todos los medios y la información disponibles a veces son tan útiles para tal
labor como escrutar las vísceras de un animal.
Las predicciones también nos hablan del presente que se quiere transfor-
mar, de las orientaciones del cambio y de las intenciones de quienes se
aventuran a predecir el futuro. En no pocas ocasiones suelen tratarse de
deseos de que se cumpla en el futuro lo que no se logra en el presente,
considerando que el paso del tiempo no alterará las circunstancias actuales.
De ahí que nos encontremos con auténticos saltos en el vacío desde un hoy,
que ya es difícil de explicar, a un mañana que el paso del tiempo se empeña
en demostrar que se nos escapa entre los dedos. Muchas veces no dejan de
ser meros ejercicios de ciencia ficción, ya que lo que la tecnología y la
ciencia posibilitan no significa que sea lo más conveniente, lo más eficiente
o lo que se desee para la colectividad o, en fin, que llegue a ser realidad.
En definitiva, seguimos depositando en la tecnología la esperanza en una
sociedad y un futuro mejores.
Últimamente se han escrito algunos pronósticos de cierto interés, no solo
relativos al ámbito tecnológico, sino a la propia conformación y el futuro de
la sociedad. Algunos vaticinios anuncian que el poder dejará de ser hegemó-
nico y pasará a ejercerse en redes y coaliciones en un mundo multipolar, y
que la globalidad no solo afectará a la economía, sino también a la política
y la sociedad. Claro que también podrían dominar, como vimos en el primer
capítulo, las tendencias fuertemente centralizadoras que vienen produciéndose
desde hace años en los ámbitos más variados, así como la fuerte polarización
geopolítica motivada por el duelo entre Estados Unidos y China, con permiso
de Rusia.
Estas centralizaciones generan una nueva jerarquía entre los diversos
países que está ligada a su posición en la cadena de valor del conocimiento.
Su efecto en la Administración, como ha sucedido en otros momentos de la
historia, se concreta en alteraciones en la ordenación de sus medios, en la
priorización de las políticas y de los recursos financieros y presupuestarios
ligados a ellas y en las relaciones que mantengan con los actores económicos
y sociales. De esta manera, existe una correspondencia entre la Administración
y el entorno en el que opera, lo que no impide que puedan existir zonas
administrativas obsoletas que puedan perdurar en el tiempo. Si el desajuste
EL IMPACTO DIGITAL EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
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entre las organizaciones administrativas y el entorno social y económico es
amplio, estas se adentrarán en el umbral de riesgo sistémico que conduce a
la desconfianza y al debilitamiento de la legitimidad, de la función social
que cumplen y de su papel intermediador. Sobre esto se volverá más adelante.
El crecimiento de las redes existentes en la economía y la sociedad podría
aventurar una mayor integración de la Administración en ellas, generando
una mayor colaboración público-privada e incrementando la cogestión de
servicios públicos. La pandemia, como se ha venido señalando, ha incentivado
esta tendencia en casos muy concretos de la lucha para paliar o prevenir sus
efectos. Si antes se decía que existían dudas de que algunas de las manifes-
taciones aparecidas durante la covid-19 fueran a permanecer, en este caso es
poco probable que esa colaboración vaya más allá de emplear las fórmulas
al uso, como pueden ser las contrataciones, las subvenciones o las concesio-
nes públicas debido a los fuertes y crecientes sistemas de control de la
gestión administrativa impulsados por los ataques cibernéticos y la corrupción.
En el caso español, tendremos ocasión de comprobar si nos encaminamos
a una mayor colaboración público-privada a corto plazo con la gestión de
los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia financiado
por la UE (Jiménez Asensio, 2020-2021). Dado que las nuevas fórmulas de
gestión previstas, como las incluidas en los proyectos estratégicos para la
recuperación y transformación económica (PERTE)45, plantean unos proce-
dimientos excepcionales respecto al seguido en el resto de las Administra-
ciones públicas, es poco factible que se produzca un «contagio» de las
nuevas modalidades de gestión a las políticas públicas que queden fuera de
esos proyectos estratégicos, al menos a medio plazo. Lo más probable es que
veamos con cierta rapidez la existencia de una Administración a dos veloci-
dades que ya se había evidenciado al constatar una Administración que se
afana en gestionar lo ordinario y otra que trata de hacerlo con lo extraordi-
nario, en este caso los nuevos fondos. No obstante, esta dualidad, para que
sea efectiva, requiere el rediseño y el fortalecimiento de los servicios cen-
trales y comunes, especialmente en materia de planificación, decisión, control
y evaluación. En el resto de los países, lo que se ha constatado es que la
opción por una mayor utilización de diversas medidas de colaboración públi-
co-privadas durante la pandemia se ha producido en Administraciones que
ya venían utilizándolas. En general, esto ya se había observado respecto al
empleo de los mecanismos de externalización incluidos en la nueva gestión
45 Fueron creados en el Real Decreto-ley 36/2020, de 30 de diciembre, por el que se
aprueban medidas urgentes para la modernización de la Administración pública y para la
ejecución del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
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