Humanismo tecnológico, carta de derechos digitales y relación laboral
| Autor | Manuel Luque Parra |
| Páginas | 1-3 |
IUSLabor 3/2020
EDITORIAL
HUMANISMO TECNOLÓGICO, CARTA DE DERECHOS DIGITALES Y
RELACIÓN LABORAL
Manuel Luque Parra
Catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, Universidad Pompeu
Fabra. Consejero académico, Cuatrecasas
No hace falta haber sido –mentalmente– noqueado en varias ocasiones por las series
Black Mirror o Years & Year s, ni tan siquiera habernos visto obligados a tener una
conversación con nuestros hijos tras visionar el documental El dilema de la s redes…,
para intuir la potencialidad que la Inteligencia artificial (IA) puede tener sobre
nuestras vidas.
Si algo nos ha enseñado de manera descarnada la pandemia que aún sufrimos es
precisamente la intensidad con que la tecnología puede meterse en nuestras vidas.
Hemos pasado de convivir con ella , o de utilizarla con mayor o menor intensidad en
nuestro quehacer personal y profesional diario, a depender de ella, a resultarnos
imprescindible para llevar a cabo casi cualquier tipo de actividad como ciudadano o
como profesional. La tecnología nos ha envuelto de tal manera que, tras el paso de los
meses, casi todos hemos tenido que luchar por encontrar algún poro de desconexión
digita l para poder respirar outside the box. En el otro extremo, porque nos hemos
movido en los extremos, la pandemia nos está mostrado la crudeza de lo que significa
la brecha digital y su clara imbricación con factores territoriales, formativos,
socioeconómicos, de edad y, como en casi todo lo que analizamos, de género. Y es
que, creo que si algo nos quedará claro de este prolongado período de pandemia es
que será tan difícil sobrevivir fuera del entorno digital, como dentro de él.
En este contexto, como en reiteradas ocasiones ha afirmado Lasalle, la tecnología y,
más en concreto, la tecnología en cuanto “gobernanza basa da en algoritmos, aún sin
forma política, empieza a insinuarse” y, además, no tiene límites. En este contexto,
comparto con él, como con otros autores (Agote, Terrones...), la necesidad de
reflexionar sobre una serie de valores necesarios – rehúyo de calificarlos como
mínimos - de convivencia entre nosotros y la tecnología. Me estoy refiriendo a los
que, dichos autores, entre otros, han venido a denominar como humanismo
tecnológico.
No se trata de luchar contra la tecnología, ni tan siquiera –diría– de poner al ser
humano en el centro del deba te, sino de establecer unas reglas éticas del juego que
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