La guerra de Ucrania: perspectivas e impresiones sobre desempeño militar ruso

AutorGuillem Colom Piella
Cargo del AutorProfesor del Área de Ciencia Política. Universidad Pablo de Olavide
Páginas161-179
LA GUERRA DE UCRANIA:
PERSPECTIVAS E IMPRESIONES SOBRE
DESEMPEÑO MILITAR RUSO
Guillem Colom Piella
Profesor del Área de Ciencia Política.
Universidad Pablo de Olavide
Sumario
1. INTRODUCCIÓN; 2. LAS HIPÓTESIS SOBRE EL ATAQUE; 3. LECCIONES MI-
LITARES PRELIMINARES; 4. CONCLUSIONES.
1. INTRODUCCIÓN
El día 24 de febrero de 2022 será recordado porque Rusia inició la invasión de
Ucrania. Este suceso ha liquidado el régimen de seguridad europeo que comenzó a
erigirse en la Conferencia de Helsinki, el orden liberal que Occidente intentó con-
solidar tras la caída del Telón de Acero y el momento unipolar estadounidense que
surgió con la desaparición de la Unión Soviética y se dilató hasta mediados de la dé-
cada pasada. Este <> que tantas esperanzas había generado entre
los teóricos liberales en los felices años noventa ha sido reemplazado por una nueva
etapa marcada por la competición entre aquellas potencias que pretenden mantener
este statu quo cada vez más contestado y aquellas que buscan acomodarlo a sus in-
tereses y preferencias. Una competición que trasciende la pugna entre democracias
versus autocracias o por el orden basado en reglas, que se manifestará en múltiples
ámbitos (económico, tecnológico, político, militar, legal, normativo o cultural) y en
la que Rusia, con independencia del desenlace de esta guerra, tendrá un papel cada
vez menos relevante que jugar.
Guillem Colom Piella162
Bajo el pretexto de desmilitarizar y desnazicar el país, esta <
especial>> lanzada por el Kremlin el pasado febrero para deponer el gobierno ucra-
niano y acabar con la percibida amenaza que signicaba para Moscú el acercamiento
de Kiev a Occidente, sorprendió al mundo por el maximalismo de sus objetivos, la
extraordinaria conanza en los medios, el desproporcionado riesgo asumido por el
presidente Putin y por las carencias de sus fuerzas armadas. Unas limitaciones que se
han ido multiplicando a medida que progresaba la contienda y que, junto con la pro-
visión de asistencia militar occidental, han permitido a las fuerzas ucranianas lograr
importantes victorias tácticas y operacionales. Unos triunfos que, en el momento de
escribir este capítulo, no sólo han motivado el desmoronamiento del frente ruso de
Járkov y la recuperación de ingentes porciones de territorio ucraniano, sino también
la pérdida de la iniciativa estratégica por parte de Moscú. Con ello, se está abriendo
un nuevo escenario que puede motivar escaladas horizontales o verticales del con-
icto, procesos de vietnamización, la búsqueda de salidas conducentes a una paz fría
e, incluso, intentos por recuperar los territorios ocupados por Moscú en 2014 y sus-
ceptibles de abrir la caja de Pandora nuclear.
Precisamente, el fracaso de este golpe de mano para forzar un cambio de régimen
en Kiev ha desembocado en el mayor conicto que ha tenido lugar en Europa des-
de la Segunda Guerra Mundial y la primera guerra a gran escala tras la invasión de
Iraq hace casi veinte años. Dos décadas que han visto la proliferación y difusión de
sosticados equipos militares, la creciente obsolescencia del régimen de la pasada
Revolución en los Asuntos Militares, el diseño de innovadoras doctrinas y concep-
tos operativos o la multiplicación de los debates sobre la naturaleza de los conictos
futuros. En consecuencia, la guerra está proporcionando una extraordinaria oportu-
nidad de observar el desempeño de un ejército moderno como el ruso en un conicto
de alta intensidad, valorar el rendimiento de sus sistemas de armas, evaluar la validez
de sus enfoques a las <> o validar algunas de las ten-
dencias militares observadas en conictos recientes, como la guerra del alto Karabaj
de otoño de 2020.
Como ha sucedido a lo largo de la Historia, este conicto en curso está raticando
y falsando lecciones de guerras anteriores, validando hipótesis sobre las tácticas futu-
ras y proporcionando nuevas experiencias sobre el desempeño de las fuerzas armadas
rusas. Aunque todavía es pronto para extraer lecciones concluyentes, las enseñanzas
de este conicto servirán para diseñar las fuerzas armadas del futuro e informar los
procesos de planeamiento de la defensa aliados.
Teniendo estos elementos en cuenta, el capítulo pretende observar el desempeño
ruso en esta guerra. Aunque se trata de un análisis preliminar y parcial condicionado
por la opacidad sobre el proceso de toma de decisiones ruso y el desconocimiento de
los factores que explicarían la invasión, la niebla de la guerra que envuelve cualquier
conicto en curso o las reservas que deben plantearse sobre la información y las fuen-
tes disponibles, las impresiones iniciales sobre el desempeño ruso en esta guerra son
sorprendentes.
Para ello, el texto se dividirá en dos partes. La primera expondrá las concepciones
rusas sobre las guerras futuras y las hipótesis sobre cómo podría haberse ejecutado
163La guerra de Ucrania: perspectivas e impresiones sobre desempeño militar ruso
una acción de estas características, y la segunda identicará los principales errores,
limitaciones y carencias estructurales y coyunturales en su ejecución.
2. LAS HIPÓTESIS SOBRE EL ATAQUE
La invasión rusa de Ucrania ha sorprendido al mundo por el maximalismo de los
objetivos, la extraordinaria conanza en los medios, el desproporcionado riesgo asu-
mido por el presidente Putin y, sobre todo, por las enormes carencias de sus fuerzas
armadas. Aunque estas limitaciones comenzaron a vislumbrarse el mismo día de la
invasión, hasta el día 24 de febrero la mayoría de los analistas considerábamos que se
trataba de un ejército temible y diseñado para apoyar las aspiraciones rusas de man-
tener su estatus de gran potencia1.
Aunque el reducido Producto Interior Bruto del país y su relativo retraso tecno-
lógico dicultaban la modernización de su arsenal bélico y podían comprometer su
adaptación futura, las sucesivas reformas realizadas en la administración militar rusa
parecían haber dado sus frutos, especialmente en materia de operatividad, control
de la corrupción y cohesión de las unidades. Con un millón de efectivos en servicio
activo y dos en reserva, las fuerzas armadas rusas eran mucho más pequeñas que el
ejército rojo. Sin embargo, para suplir esta falta de efectivos y maximizar los recur-
sos disponibles, Moscú había creado un ejército semiprofesional y se había dotado de
medios – como los misiles balísticos Iskander y de crucero Kalibr, equipos de guerra
electrónica, artillería cohete y tubo de gran alcance, cibercapacidades ofensivas o una
amplia gama de sistemas antiaéreos de distintos alcances – que prometían erosionar
la postura de fuerzas aliada.
Muchos de estos medios se vinculaban erróneamente con las estrategias an-
ti-acceso y negación de área (A2/AD)2 para impedir cualquier concentración y
despliegue de fuerzas aliado cerca de la frontera rusa3. Sin embargo, lo que real-
mente estaba haciendo Rusia era reforzar sus complejos de reconocimiento y ataque
(Razrazveditalnie Udarnye Kompleksy – RUK) para amenazar las unidades, nodos e
infraestructuras aliadas de Europa oriental4. Unos sistemas que, a su vez, contribui-
1 Defense Intelligence Agency (2017). Russia Military Power: Building a Military to Support
Great Power Aspirations. DIA.
2 Este término se emplea para denir aquellas medidas encaminadas a dicultar la proyección
militar hacia un teatro de operaciones y la maniobra dentro de él, protegiendo así sus espacios de sobe-
ranía, ampliar su profundidad estratégica o evitar – incluyendo cualquier concentración de fuerzas – la
presencia extranjera en sus zonas de inuencia. Aunque estas burbujas no son impenetrables, su mera
existencia puede dicultar notablemente los despliegues de fuerzas propios, incrementando con ello los
costes de cualquier operación militar y erosionando, en consecuencia, el paradigma de presencia avan-
zada o proyección del poder empleado por los países occidentales.
3 Jonsson, M. y Dalsjö, R. (eds.) (2020). Beyond Bursting Bubbles: Understanding the Full Spec-
trum of the Russian A2/ AD reat and Identifying Strategies for Counteraction. FOI.
4 Concebidos originalmente en la década de 1970 para detectar y batir objetivos de alto va-
lor en tiempo casi real, estos complejos combinaban sensores, municiones de precisión de lanzamiento
aéreo y de supercie y centros de fusión de inteligencia y dirección de tiro. Situados lejos del frente de
batalla, los RUK estarían protegidos por defensas antiaéreas y antibuque de distintos alcances e integra-
dos en múltiples capas. Estas burbujas de defensa y ataque capaces de ejecutar toda la cadena de muerte
(kill chain) desde la detección del objetivo hasta su destrucción estarían coordinados con sus fuerzas
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rían tanto a posibilitar la guerra sin contacto para batir desde grandes distancias y
con enorme precisión los objetivos de valor adversarios sin que las defensas existen-
tes pudieran repeler completamente los ataques5, como apoyar la creación de zonas
grises combinando la disuasión con la coerción y controlando la escalada para alte-
rar los cálculos estratégicos aliados y facilitando las tácticas de hechos consumados6.
A estas capacidades de disuasión, defensa, ataque de precisión y apoyo a la zona
gris se le sumó el desarrollo de los grupos de combate de entidad batallón (BTG).
Concebidos tras la guerra de Georgia (2008), estos grupos tácticos de alta disponibi-
lidad generados con medios y personal de unidades de escalones superiores estaban
diseñados para operar autónomamente como formaciones de armas combinadas para
misiones concretas. Combinando movilidad, exibilidad y potencia de fuego, estas
unidades parecían resolver el problema que implicaba generar una enorme masa de
maniobra alistada y disponible para cualquier contingencia con un ejército semipro-
fesional7. De hecho, en cinco años Moscú multiplicó los BTG de 66 en 2016 a 168 en
20218. Este asunto era altamente signicativo, puesto que si bien el pensamiento es-
tratégico ruso priorizaba la guerra sin contacto y las confrontaciones informativas en
aeroespaciales y su aviación de primera línea para el apoyo cercano a las unidades terrestres. Sobre es-
tos asuntos, véase: Adamsky, D. (2021). Moscow’s Aerospace eory of Victory: Western Assumptions
and Russian Reality. CNA; Kofman, M. (2021). Russian Military Strategy: Core Tenets and Operational
Concepts. CNA o Grau, L. y Bartles, C. (2018), e Russian Reconnaissance Fire Complex Comes of Age.
Changing Character of War Centre.
5 Watts, B. (2013). e Evolution of Precision Strike. CSBA o McDermott, R. (2021). Russian
Military ought on the Changing Character of War: Harnessing Technology in the Information Age. Ja-
mestown. Análoga a las teorías sobre la competición de salvas estadounidense, la guerra sin contacto
hace referencia a la sexta generación de la guerra, en la que las municiones de precisión convencionales y
la información (guerra psicológica, electrónica y cibernética o los sistemas de mando, control, comuni-
caciones e inteligencia) permiten triunfar en un conicto sin tener que librar grandes batallas terrestres.
De hecho, cualquier concentración de fuerzas sería vulnerable ante los RUK, capaces de detectar, decidir
y destruir cualquier objetivo con gran facilidad. Por lo tanto, las operaciones no entrañarían la manio-
bra de masas mecanizadas sino el empleo de municiones de precisión para destruir los complejos de
reconocimiento y ataque, nodos de comunicación, infraestructuras críticas o centros económicos ad-
versarios. Por lo tanto, la guerra pasaría de librarse en el campo de batalla para hacerse en las capitales y
centros de poder adversarios mediante ataques con armas de largo alcance (Slipchenko, V. (2004). Voin a
novogo pokoleniia: Distantsionnye i beskontaktaktnye. OLMA-Press o Kipp, J. (2012). Russian Sixth Gen-
eration Warfare and Recent Developments. Eurasia Daily Monitor, 9(17), s.n.).
6 Situadas en el continuo que separa la paz de la guerra abierta, las estrategias de zona gris per-
miten a los actores que las implementan proyectar su poder mediante acciones ambiguas y difíciles de
atribuir (tácticas gradualistas o de salami) hasta actividades explícitas y fácilmente atribuibles (como
políticas de hechos consumados). Amparadas por la amenaza de escalada y ejecutadas por debajo de las
líneas rojas de la víctima, estas estrategias no afectan sus intereses vitales. En consecuencia, la víctima se
encuentra ante la disyuntiva de aceptar los cambios graduales o los hechos consumados o escalar hasta
un conicto abierto sabiendo, sin embargo, que el valor de los objetivos en disputa es menor que los cos-
tes de cruzar este umbral. Como bien apunta Guillermo Pulido, la guerra sin contacto contribuye a las
zonas grises porque permite dominar los puntos de Schelling, evitando que esta situación escale hacia
un enfrentamiento directo y a gran escala (Pulido, G. (2021). Guerra multidominio y mosaico: el nuevo
pensamiento militar estadounidense. Catarata).
7 Grau, L. y Bartles, C. (2016). e Russian Way of War: Force Structure, Tactics, and Modern-
ization of the Russian Ground Forces. Foreign Military Studies Oce.
8 Kofman, M. y Lee, R. (2 de junio de 2022). Not built for purpose: the Russian military’s
ill-fated force design. War on the Rocks. https://warontherocks.com/2022/06/not-built-for-purpose-the-
russian-militarys-ill-fated-force-design/
165La guerra de Ucrania: perspectivas e impresiones sobre desempeño militar ruso
el marco de unas <>9 que minimizaban la maniobra
terrestre, Moscú estaba generando una masa mecanizada imponente, quizás prepara-
da para realizar golpes de mano en su área de inuencia directa.
En este sentido, no parece extraño que la comunidad de expertos asumiera que
Rusia estuviera capacitándose para un conicto de alta intensidad geográca y tem-
poralmente limitado, como podría ser el cierre de la brecha de Suwalki y la toma de
los países bálticos10. Una capacitación convencional que, plasmada en los complejos
de reconocimiento y ataque, las redes de defensa aérea, o las fuerzas mecanizadas, y
manifestada en ejercicios como Zapad-2017, Vostok-2018, Tsentr-2019 o Kavkaz-2011,
parecía demostrar el alistamiento, movilidad y cohesión del ejército ruso12. Una me-
jora que discurría en paralelo con el incremento de sus capacidades de guerra política
para operar en la zona gris del conicto13.
Precisamente, en la primavera de 2014 estas capacidades de zona gris se proyecta-
ron con enorme éxito en Crimea, poniendo de maniesto que Rusia no estaba cómoda
con este orden internacional y que pretendía revisarlo conforme a sus intereses y pre-
ferencias, reivindicando así su estatus de gran potencia. Tras una preparación política
realizada tras la revolución de Maidán y los temores rusos de que Ucrania pudiera
salir de su área de inuencia, creando una nueva brecha en su glacis defensivo que se
proyecta desde Bielorrusia hasta el Cáucaso, en marzo de aquel año unidades milita-
res no-marcadas y actores locales tomaron esta península ucraniana bajo la atónita
mirada de la comunidad internacional. Explotando los clivajes sociopolíticos de la
9 Aunque la guerra sin contacto constituía el cénit de las guerras de sexta generación, teóricos
como los generales Slipchenko y Gareev barajaban el desarrollo de una posible séptima generación de la
guerra que, basada en las confrontaciones informativas y la centralidad de los aspectos no-militares, se
consolidaría en el año 2050 (McDermott, R. (29 de octubre de 2021). Russian Military ought on the
Changing Character of War: Harnessing Technology in the Information Age. Jamestown Foundation.
https://jamestown.org/program/russian-military-thought-on-the-changing-character-of-war-harness-
ing-technology-in-the-information-age/). No obstante, no debe confundirse con la supuesta “guerra
híbrida” popularizada en el artículo de 2013 del general Gerasimov.
10 Barrie, D. et al. (2019). Defending Europe: scenario-based capability requirements for NATO’s
European members. International Institute for Strategic Studies o Hagström-Frisell, E. y Pallin, K. (eds.)
(2021). Western military capability in Northern Europe. Collective defence. FOI. Más concretamente, mu-
chos juegos de guerra concluían que las fuerzas rusas podrían alcanzar las capitales de estas repúblicas
en 60 horas y que la OTAN sería incapaz de responder efectivamente. Por lo tanto, la toma de los países
bálticos podría convertirse en un golpe de mano conducente a una estrategia de hechos consumados.
11 Estos ejercicios conjuntos o conjunto-combinados realizados anualmente en una de las cua-
tro regiones militares del país entrañan el despliegue de grandes unidades. El último de ellos, Zapad-21,
se realizó en Bielorrusia entre el 10 y el 15 de septiembre de 2021 y entrañó el despliegue de unos 200.000
efectivos. El escenario de estas maniobras de nivel estratégico era similar al de Zapad-17: una interven-
ción de la OTAN en Bielorrusia para realizar un cambio de régimen y anexionarse una parte del país.
12 Norberg, J. y Simpson, N. (2021). ZAPAD 2021 and Russia’s Potential for Warghting. FPRI.
Esta aparente capacidad chocaba con la situación de los ejércitos aliados, que habían reducido la entidad
de sus fuerzas de maniobra, priorizado la proyección de fuerzas o centrado sus esfuerzos en labores de
estabilización y lucha contra la insurgencia en escenarios como Afganistán.
13 Morris, L. et al. (2019). Gaining Competitive Advantage in the Gray Zone: Response Options for
Coercive Aggression Below the reshold of Major War. RAND Corporation. Sin embargo, quizás las re-
formas, las maniobras o las nuevas armas podían tener un doble objetivo: demostrar ante las audiencias
domésticas que Rusia era una gran potencia y así legitimar el régimen de Putin, y disuadir, intimidar o
coaccionar otros países aliados, neutrales o adversarios (Dalsjö, R.; Jonsson, M. y Norberg, J. (2022). A
Brutal Examination: Russian Military Capability in Light of the Ukraine War. Survival, 64(3): 7-28).
Guillem Colom Piella166
región, valiéndose de una población mayoritariamente prorrusa y apoyándose en
una campaña multicanal de desinformación dentro y fuera de Ucrania, Moscú pudo
ocultar sus objetivos y negar de forma plausible su responsabilidad hasta consumar
la ocupación. Esta acción que permitió mantener a Crimea en la órbita rusa y ase-
gurar el control del Mar Negro fue sucedida por la secesión fallida del Donbás. Allí,
las fuerzas rusas intentaron mantener un papel secundario, transriendo material,
multiplicadores y apoyos a los milicianos de las autoproclamadas repúblicas popu-
lares de Donetsk y Lugansk o participando en operaciones sobre el terreno. Aunque
se trataba de acciones militar, logística y geográcamente limitadas contra un ejér-
cito ucraniano escasamente preparado, corrupto, con doctrinas, equipos o mandos
heredados de la Unión Soviética y forzado a delegar parte de las operaciones en mili-
cianos anes14, el desempeño ruso fue sorprendente, al menos en apariencia.
Las sosticadas capacidades de guerra electrónica, su control del espacio infor-
mativo, su rapidez en la adquisición de objetivos o la posibilidad de realizar ataques
artilleros precisos y letales parecían demostrar que la modernización militar rusa ha-
bía sido un éxito, pudiendo constituir una extraordinaria amenaza para unos ejércitos
aliados sumidos en unas vacaciones estratégicas que habían arrancado en 199115. En
otras palabras, Rusia quizás estaba tomando la iniciativa en todo el continuo del con-
icto y controlando la escalada, tanto en nuestra zona gris como en la zona negra.
Esta muestra del revisionismo ruso relacionada con la erosión del <to
unipolar>> estadounidense fue seguida por otros eventos – desde el reconocimiento
que Ucrania no era un interés vital para Washington pero si para Moscú16, el intento
ruso de inuir en los comicios presidenciales de 2017 o la suspensión del Tratado de
Fuerzas de Alcance Intermedio en 2019 – que fueron degradando por ambas partes
los complejos mecanismos de seguridad, distensión y disuasión establecidos durante
la Guerra Fría y después de ella. Algo que acabaría teniendo consecuencias funestas
para la estabilidad europea.
En cualquier caso, esta zona gris que mantenía Rusia sobre Ucrania y que terminó
abruptamente el pasado febrero parecía cómoda para Moscú. Le permitía mantener
el conicto enquistado y enfriar tanto los intentos ucranianos de acercarse a la OTAN
y a la UE como las iniciativas europeas y estadounidenses para sumar a Kiev en el
mundo liberal. Sin embargo, estos años también proporcionaron al ejército ucrania-
no experiencia en combate e incentivaron la mejora de sus medios militares17. Algo
similar sucedió con los ciberataques continuados que recibían las infraestructuras
críticas y servicios esenciales de Ucrania. Aunque estos actos típicos de zona gris
14 Pettyjohn, S. y Wasser, B. (2019). Competing in the Gray Zone. Russian Tactics and Western
Responses. RAND Corporation.
15 Brose, C. (2020). e Kill Chain: Defending America in the Future of High-Tech Warfare.
Hachette o McDermott, R. (2017). Russia’s Electronic Warfare Capabilities to 2025: Challenging NATO in
the Electromagnetic Spectrum. ICDS.
16 Goldberg, J. (15 de abril de 2016). e Obama Doctrine. e Atlantic. https://www.theatlan-
tic.com/ magazine/archive/2016/04/the-obama-doctrine/471525/
17 La asistencia occidental – principalmente estadounidense y británica – se focalizó en adiestrar,
capacitar tácticamente y proporcionar capacidades de mando y control, comunicaciones y ciberdefensa
al ejército ucraniano. Coincidiendo con la escalada rusa, ambos países empezaron a suministrar misiles
anticarro Javelin y N L AW y misiles antiaéreos de corto alcance Stinger (Arabia, C.; Bowen, A. y Welt, C.
(2022), U.S. Security Assistance to Ukraine. CRS).
167La guerra de Ucrania: perspectivas e impresiones sobre desempeño militar ruso
pretendían alterar el normal funcionamiento del país, también proporcionaron a la
sociedad ucraniana una gran experiencia, resiliencia y preparación ante estas contin-
gencias. Algo que, junto con el apoyo de varios aliados, de activistas civiles y de las
grandes corporaciones tecnológicas, tendría importantes efectos en los momentos
previos y en el inicio de las hostilidades.
Cuando Rusia empezó a concentrar fuerzas cerca de sus fronteras con Ucrania en
otoño de 2021, la mayoría de los pronósticos sugerían una maniobra de diplomacia
coercitiva apoyada por el riesgo de escalada. Una maniobra que podría implicar des-
de un repunte de los ciberataques, presión económica, chantaje energético o el uso
de los proxies en el Donbás hasta demostraciones de fuerza, acciones de inteligencia
agresivas o actividades militares limitadas. En otras palabras, un nuevo peldaño en
esta zona gris que Rusia venia implementando sobre Ucrania desde 2014 y suscep-
tible de manifestarse en acciones más agresivas dentro y fuera de las fronteras del
país18. Sin embargo, cuando a principios de 2022 empezaron a multiplicarse los cibe-
rataques contra bancos, infraestructuras críticas, servicios esenciales, administración
pública o medios de comunicación del país, y Moscú desplegó un contingente a Bie-
lorrusia para, supuestamente, participar en unas maniobras combinadas, algunos
analistas de defensa empezaron a temer que esta zona gris pudiera teñirse de negro19.
A pesar de ello, pocos creían que pudiera producirse una invasión a gran esca-
la si no, a lo sumo, un golpe de mano contra el gobierno de Kiev o, en el peor de
los casos, una acción convencional circunscrita al este del río Dniéper, donde Rusia
ejercía cierto control sobre el Donbás. Aunque menos ambiciosa que la invasión de
toda Ucrania, continuaba siendo una tarea colosal20. No se había realizado una ope-
ración de esta magnitud en el continente europeo desde la Segunda Guerra Mundial
y las tropas que Moscú había amasado en las fronteras ucranianas – entre 150.000 y
190.000 efectivos repartidos en 120-127 BTG21 – eran insucientes como para tomar
un país de 604.000 km2 y 1.250 km. de este a oeste y 550 km. de norte a sur, y muy
escasas como para ocupar su zona oriental. En cualquier caso, se trataría de una ope-
ración de muy alto riesgo, por lo que la opción más plausible continuaba siendo una
maniobra de presión en línea con las preferencias de Vladimir Putin, un revisionista
moderado deseoso de incrementar su poder y aprovechar las oportunidades que se le
presentaran, pero poco dado a asumir grandes riesgos22.
Por lo tanto, los estrategas estimaron que Rusia podría llevar a cabo un golpe de
mano contra la capital ucraniana para derrocar el régimen de Zelenski. Una hipótesis
que estaría en línea con la doctrina soviética, los antecedentes históricos de Hungría
(1956), Checoslovaquia (1968) o Afganistán (1979), los debates sobre las <
18 Morris et al., op. cit.
19 Calvo, J (20 de enero de 2022). Rusia en Ucrania. El despertar de la fuerza. Global Strategy.
https://global-strategy.org/rusia-en-ucrania-el-despertar-de-la-fuerza/
20 Calvo, J. (2022). Primeras impresiones militares, en G. Colom-Piella (ed.), La guerra de Ucra-
nia: los 100 días que cambiaron Europa (pp. 65-94). Catarata-Ejércitos.
21 Bowen, A. (2022). Russia’s War in Ukraine: Military and Intelligence Aspects. Congressional
Research Service.
22 Schweller, R. (1994). Bandwagoning for Prot: Bringing the Revisionist State Back In. Inter-
national Security, 19(1): 72-107.
Guillem Colom Piella168
de nueva generación>>23 o las tesis del general Valeri Gerasimov, jefe de Estado Ma-
yor de la Defensa rusa24.
En consecuencia, se trataría de una operación rápida y decisiva, susceptible de ser
realizada con las fuerzas que estaban siendo desplegadas al teatro de operaciones, y
en la cual la sorpresa debería jugar un papel esencial, ya que con los medios dispo-
nibles era imposible realizar ninguna operación de gran envergadura sostenida en el
tiempo.
Una acción de este tipo estaría precedida por un conjunto de maniobras políticas
para justicar la <>25, tales como el reconocimiento de
las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk o la decisión de en-
viar fuerzas para mantener la paz en la región el 21 de febrero o la autorización de su
Consejo Federal a utilizar la fuerza fuera de sus fronteras, realizada un día después.
A ello le seguiría la degradación lógica de las infraestructuras básicas, servicios esen-
ciales y medios de comunicación ucranianos para provocar el caos entre la población
civil, tal y como atestiguó la presencia del malware HermeticWiper, IsaacWiper,
HermeticWizard o CaddyWiper26. Finalmente, las hostilidades empezarían con un
choque y pavor mediante ciberataques, acciones electromagnéticas, salvas de misiles
balísticos y de crucero, bombardeos aéreos y actividades de sabotaje para paralizar
o destruir la arquitectura de mando y control, los nodos de comunicaciones o el sis-
tema de defensa aérea del país y generar el caos entre la población27. Paralelamente,
23 Asymmetric Warfare Group (2017). Russian New Generation Warfare Handbook. U.S. Army.
Aunque, en puridad, estos conictos tendrían como pilar la guerra sin contacto, en Occidente tendemos
a subrayar otro de sus componentes: el empleo de medios informativos y psicológicos sobre la población
adversaria, considerada como el centro de gravedad de los conictos. Con reminiscencias a la guerra po-
lítica leninista adaptada a la Era de la Información, en Occidente hemos asimilado estas guerras con las
llamadas amenazas híbridas. Para comprender estos asuntos, véase: omas, T, (2016). e Evolution of
Russian Military ought: Integrating Hybrid, New-Generation, and New-Type inking. e Journal
of Slavic Military Studies, 29(4): 554-575 o Bērziš, J. (2020). e eory and Practice of New Genera-
tion Warfare: e Case of Ukraine and Syria. e Journal of Slavic Military Studies, 33(3): 355-380.
24 Colom-Piella, G. (2018). La doctrina Gerasimov y el pensamiento estratégico ruso contem-
poráneo. Ejército, 933:30-37. Esto presupone que el despliegue terrestre pretendía asegurar el golpe de
mano y garantizar el control del territorio y de la población tras consumarlo, ya que las teorías sobre
las <> asumían que las fuerzas terrestres tendrían un papel secundario
en los conictos futuros. Sin embargo, varios autores plantean hipótesis alternativas sobre la inuen-
cia de Gerasimov y las “guerras de nueva generación” en el planeamiento operativo ruso. Aunque hubo
elementos vinculados con estas ideas – caso de ciberataques, desinformación, intentos de eliminar el
liderazgo ucraniano y operaciones de falsa bandera o ataques con misiles – su mediocre desempeño
podría indicar que: 1) los estrategas otorgaron escasa relevancia a estos medios en detrimento de un
enfoque más convencional (Dalsjö et al., op cit.); o 2) que tenían excesivas expectativas acerca de su
impacto para generar el caos entre las las ucranianas (Cranny-Evans, S. y Kaushal, S. (1 de abril de
2022). e intellectual failures behind Russia’s Bungled Invasion, Commentary RUSI. https://rusi.org/ex-
plore-our-research/ publications/commentary/intellectual -failures-behind-russias-bungled-invasion).
25 Barnes, J. (3 de febrero de 2022). U.S. Exposes What It Says Is Russian Eort to Fabricate Pretext
for Invasion. New York Times. https://www.nytimes.com/2022/02/03/us/politics/russia-ukraine-inva-
sion-pretext.html
26 Microso (27 de abril de 2022). Special Report: Ukraine. An overview of Russia’s cyberattack
activity in Ukraine https://query.prod.cms.rt.microso.com/cms/api/am/binary/RE4Vwwd
27 Kofman, M. y Edmonds, J. (22 de febrero de 2022). Russia’s Shock and Awe: Moscow’s Use
of Overwhelming Force Against Ukraine. Foreign Aairs. https://www.foreignaairs.com/articles /
ukraine/2022-02-21/russias-shock-and-awe
169La guerra de Ucrania: perspectivas e impresiones sobre desempeño militar ruso
las fuerzas terrestres rusas operarían bajo la cobertura de sus RUK28 para apoyar su
maniobra, batiendo con precisión y desde largas distancias las unidades terrestres
ucranianas antes de que estas pudieran hacer contacto con los primeros escalones
rusos. Unas fuerzas de vanguardia que atacarían simultáneamente desde varias di-
recciones para ocultar sus verdaderos objetivos, penetrando rápidamente en el país
con el objetivo de tomar los puntos vitales y los nodos de comunicaciones enemigos,
o dejando para los siguientes escalones del despliegue la consolidación del terreno
y la limpieza de las bolsas de resistencia que pudieran quedar. La concentración de
buques y submarinos en el Mar Negro también indicaban que Rusia intentaría esta-
blecer una zona de exclusión marítima y aérea en la región, quizás acompañada por
un asalto anbio sobre la costa ucraniana utilizando los medios de desembarco que
habían estado acumulándose durante los meses anteriores.
En conjunto, esta demostración instantánea del poder ruso erosionaría el lide-
razgo político ucraniano, aislaría a los estados mayores de sus fuerzas desplegadas,
rompería su ciclo de decisiones, desarticularía sus defensas, generaría el caos entre la
población, facilitaría la consecución de la superioridad aérea y minaría la voluntad
de resistencia civil.
Apoyada por una intensa campaña de desinformación dentro y fuera de Ucra-
nia para desconcertar a la opinión pública doméstica e internacional, este golpe de
mano debería desarrollarse en pocos días para alcanzar la situación nal deseada an-
tes de que la comunidad internacional comprendiera el alcance real de la situación
y planteara algún tipo de respuesta coordinada. Esta acción rápida y relativamente
incruenta culminaría con la sustitución de Zelenski por otro gobierno afín a los in-
tereses de Moscú y la ocupación militar del país para acabar con cualquier foco de
resistencia. De esta manera, Ucrania se habría convertido nuevamente en un Estado
tapón aparentemente neutral o un vector sobre el que proyectar la esfera de seguridad
rusa hasta las fronteras aliadas.
De haber tenido éxito, este arriesgado golpe de mano habría permitido a Moscú
retener a Ucrania, considerada por Rusia como un interés vital de su política domés-
tica y exterior, dentro de su esfera de inuencia directa. A su vez, ello le permitiría
mantener el eje central de su perímetro defensivo, un cinturón que se proyecta desde
Bielorrusia hasta el Cáucaso con un pivote en los países bálticos (el enclave de Kali-
ningrado). Esta política de hechos consumados habría alterado el statu quo europeo
y proporcionado a Rusia una victoria estratégica frente a la OTAN, considerada por
el Kremlin como su principal adversaria.
Sin embargo, nada de esto se ha producido. Tal y como proclamó el mariscal
prusiano Helmut von Moltke en el siglo XIX, <
resiste su primer contacto con el enemigo, con la realidad>>. Aunque se desco-
nocen sus detalles, el plan que pudo haber aprobado Moscú era extremadamente
arriesgado, puesto que se trataría de un ataque simultáneo desde varios ejes para
28 Precisamente, este asunto deberá analizarse con detalle para identicar lecciones suscep-
tibles de ser aplicadas a otros escenarios ya que tanto la capacidad de supresión o destrucción de
defensas aéreas (SEAD/DEAD) rusa – doctrinalmente distinta que la aliada – como su arquitectura
disuasoria basada en estas RUK – integradas dentro de las denominadas estrategias A2/AD ha queda-
do en entredicho.
Guillem Colom Piella170
encubrir el objetivo real de descabezar el gobierno ucraniano con un asalto mo-
torizado y aerotransportado sobre Kiev. También se habría fundamentado en
supuestos – como la corrupción de la administración ucraniana y la rusolia de
su población, la voluntad de lucha de Zelenski y la determinación del pueblo ucra-
niano, las capacidades de sus fuerzas armadas o la reacción de Occidente – que se
han demostrado falsos29. Y cuando la disuasión que debían ejercer Estados Uni-
dos, Reino Unido y Alianza Atlántica falló, Putin sucumbió a la atávica tentación
de utilizar la fuerza para alcanzar sus objetivos políticos mediante una estrategia
de hechos consumados, una acción extremadamente arriesgada donde el tiempo es
un factor fundamental.
En consecuencia, cuando el 24 de febrero los ciberataques rusos no paraliza-
ron las infraestructuras críticas ucranianas, sus misiles no destruyeron los nodos
de mando y control, sus ataques aéreos no permitieron dominar los cielos, sus ac-
ciones de sabotaje no surtieron los efectos esperados, sus operaciones informativas
no minaron la moral de la población, las tres columnas que debían converger en
Kiev quedaron atascadas lejos de la capital y el asalto aerotransportado sobre el ae-
ropuerto Hostómel quedó aislado sin refuerzos terrestres, la <
especial>> aprobada por Putin chocó con la realidad30. Ni el gobierno ucraniano
se derrumbó, ni la resistencia civil se diluyó, ni el ejército ruso entró como libera-
dor del país31.
El ejército ruso había entrado en Ucrania sin ningún objetivo concreto más allá de
crear dilemas estratégicos en la defensa ucraniana mientras se ejecutaba la operación
de decapitación. Ante la ausencia de un <>, la invasión tuvo que improvisar-
se, continuando la progresión por varios ejes concéntricos, sin ningún objetivo claro,
sin fuerzas sucientes para ejecutar la invasión32, ningún mando único y dirigidas
29 Dalsjö et al., op cit. Se baraja la hipótesis de que las operaciones fueron planeadas por el Estado
Mayor General basándose en los supuestos del Servicio Federal de Seguridad (FSB) y la improvisación
del Kremlin. Ello explicaría por qué Moscú asumió tanto riesgo en esta operación orientada a “desna-
zicar” Ucrania y liberar a sus ciudadanos de ellos mismos, y durante sus primeras fases las fuerzas
actuaron con aparente delicadeza. Quedaría por saber si el FSB pecó de optimismo en sus apreciaciones
por incompetencia, un error de inteligencia, por una ecaz maskirovka ucraniana o corrupción, o co-
municó al presidente lo que quería oír en línea con la tradición soviética y la naturaleza autoritaria del
país. Esta hipótesis estaría apoyada por la purga que se realizó a numerosos ociales del FSB semanas
después de que estallaran las hostilidades (Ball, T. (11 de abril de 2022). Putin “Purges” 150 FSB Agents
in Response to Russia’s Botched War with Ukraine.e Times. https://www.thetimes.co.uk/article/pu-
tin-purges-150-fsb-agents-in-response-to-russias-botched-war-with-ukraine-lf9k6tn6g).
30 Villanueva, C. (2022). Crónica de un fracaso estratégico, en G. Colom-Piella (ed.). La guerra
de Ucrania: los 100 días que cambiaron Europa (pp. 37-64). Catarata-Ejércitos o Watling, J. y Reynolds,
N. (2022). Operation Z. e Death roes of an Imperial Delusion. RUSI.
31 Paradójicamente, existían voces rusas que semanas antes de la invasión vaticinaban lo que
podría suceder. Algunas de ellas con planteamientos casi proféticos, como este caso: Khodarenok, M.
(3 de febrero de 2022). Prognozy krovožadnyh politologov. Nezavisimaâ gazeta. https://nvo.ng.ru/real-
ty/2022-02-03/3_1175_donbass.html
32 Como bien sentencia el coronel Calvo (Primeras lecciones…, p. 92): <
rusas iniciaron su campaña con efectivos insucientes y el fracaso de la primera fase de las operaciones, que
pretendía provocar el colapso del liderazgo ucraniano mediante una operación rápida, provocó indirecta-
mente el fracaso también de la segunda fase: una invasión convencional para la que nunca se dispuso de
sucientes fuerzas>>. Esta carencia de fuerzas ha permeado todos los aspectos de la operación y es uno
de los principales factores explicativos del desarrollo del conicto.
171La guerra de Ucrania: perspectivas e impresiones sobre desempeño militar ruso
desde un Kremlin que parecía desconocer cuál era la situación sobre el terreno33. Esta
realidad ha degradado las capacidades rusas en la zona gris34, acabado con el aura de
invencibilidad del ejército ruso y ha derivado en un conicto que está proporcionan-
do numerosas lecciones sobre el desempeño de los ejércitos actuales en operaciones
de alta intensidad.
3. LECCIONES MILITARES PRELIMINARES
Aunque todavía es pronto para extraer lecciones denitivas de esta guerra que
todavía permanece abierta35, ya podemos identicar varias impresiones militares pre-
liminares. Algunas de ellas nos muestran aspectos que habíamos olvidado – desde la
relevancia de la movilización nacional, la moral en combate o las fuerzas de reserva
hasta la guerra de trincheras o la defensa territorial – y otras ratican tendencias que
marcarán los conictos futuros, como la sensorización del campo de batalla, los fuegos
de largo alcance, la guerra electrónica, las operaciones de información, las ciberactivi-
dades, las municiones de precisión, la comunicación estratégica o los drones.
Pero, quizás, la más importante lección se vincula con el pésimo desempeño de las
fuerzas armadas rusas. Una situación que no sólo podría explicarse por sus propias
limitaciones operativas, sino también por la provisión a Ucrania de valiosos mul-
tiplicadores (mando y control, ciberdefensa, navegación de precisión, selección de
objetivos o sistemas militares selectos) y las expectativas que los analistas nos había-
mos creado en torno al éxito de sus reformas militares, sus construcciones doctrinales
o sus sistemas de armas. Un hype que las operaciones en Crimea, Donbás o Siria, el
temor que generaban sus <> o sus ejercicios masivos no habían
hecho más que incrementar36. Unas ilusiones que, quizás, no solo se generaron entre
33 Ante la inexistencia de un comandante operacional único hasta varias semanas después de la
invasión, se especula que Putin dirigía personalmente la guerra (Galeotti, M. (23 de abril de 2022). e
Interfering Tsar: Why Putin Is Ukraine’s Best Hope of Victory. e Times www.thetimes.co.uk/article/
theinterfering-tsar-why-putin-is-ukrainesbest-hope-of-victory-lm7hp38
34 Cohen, R. (22 de junio de 2022). Has the War in Ukraine Damaged Russia’s Gray Zone
Capabilities?. e National Interest. https://nationalinterest.org/feature/has-war-ukraine-damaged-rus-
sia%E2%80%99 s-gray-zone-capabilities-203102. Tal y como se está vislumbrando en la actualidad, este
cruce del umbral del conicto en Ucrania puede motivar que muchos países sean menos vulnerables y
más resilientes a las estrategias de zona gris. Sin embargo, es muy probable que Rusia, una vez termine
el conicto, incremente su asertividad en estos escenarios.
35 Para seguir con detalle la evolución de la guerra, es imprescindible la lectura de las crónicas
publicadas diariamente por la revista Ejércitos (www.revistaejercitos.com).
36 Esta sobrerrepresentación podría explicarse por tres razones: (1) la utilización de datos cuan-
titativos de fuentes ociales rusas que, quizás, proyectaban una imagen sesgada de la realidad. En este
sentido, los casos paradigmáticos serían los sistemas de guerra electrónica, las defensas antiaéreas e, in-
cluso, los misiles supercie-supercie. (2) La infrarrepresentación de asuntos vitales como la logística,
movilidad, la centralización en la toma de decisiones o los sistemas de mando y control, asuntos que
Rusia tradicionalmente ha descuidado. Y (3) creer que Rusia había mejorado notablemente en aspectos
decisivos como el planeamiento operativo, la autonomía y liderazgo de los ociales, el mantenimiento,
la cohesión de las unidades, la moral de la tropa o los niveles de adiestramiento y coordinación. Esto nos
recuerda nuevamente que los aspectos materiales son uno de los múltiples componentes de la capaci-
dad militar, y que sin el resto de ellos – infraestructuras, recursos humanos, adiestramiento, doctrina u
organización – su efectividad en el campo de batalla será muy limitada (Norberg, J. y Dalsjö, R. (2022).
Guillem Colom Piella172
los analistas occidentales, sino que también alcanzaron al mismo Kremlin acerca de
las capacidades de su herramienta militar. Una realidad que puede tener importantes
consecuencias en los próximos años, ya que ante la debilidad militar convencional
Rusia puede reducir el umbral nuclear y aumentar su asertividad en la zona gris.
En este sentido, sus problemas logísticos, carencias del material, equipos per-
sonales, baja moral, escasa cohesión, mando de las operaciones o corrupción
endémica en sus las han contribuido a que sus fuerzas armadas hayan tenido gra-
ves problemas para operar de manera conjunta. De hecho, incluso los materiales
que Moscú había exhibido durante los años anteriores para mostrar su moder-
nización militar – desde los misiles balísticos Iskander, de crucero Kalibr o los
hipersónicos Kinzhal, los sistemas antiaéreos Pantsir y S-400, los drones de re-
conocimiento y observación, los aviones de combate Su-34 o las evoluciones del
carro T-90 con sus sistemas de protección activa hasta el equipamiento individual
de los combatientes – están teniendo un mediocre papel en la contienda. Aunque
un análisis más sosegado permitirá discernir entre los problemas estructurales y
coyunturales que afectan a las fuerzas armadas rusas, sus medios materiales y su
empleo en operaciones, asuntos como la incapacidad de sus fuerzas terrestres para
desplegar o maniobrar, de su fuerza aérea para establecer el dominio del aire y batir
los objetivos enemigos o de sus complejos de reconocimiento y ataque para reali-
zar con éxito todo el ciclo de orientación, decisión y destrucción de los objetivos
ucranianos son algunas de las enseñanzas que nos está mostrando esta campaña37.
En cualquier caso, el desempeño ruso no está siendo estático. Aunque muchas de
las limitaciones parecen ser estructurales, otros errores en la conducción inicial de
las operaciones parecen haber sido minimizados.
Motivados por la centralización del planeamiento, la escasa autonomía de los
mandos o la falta de un comandante operacional único, parece que las fuerzas ar-
madas rusas están adaptándose lentamente al entorno ucraniano38. Por lo tanto, es
previsible que algunas de estas adaptaciones se integren en la doctrina y se combinen
con las lecciones aprendidas que Moscú deberá extraer de esta guerra.
En cualquier caso, la guerra terrestre está siendo la gran protagonista de esta con-
tienda. Las tradicionales fortalezas del ejército soviético/ruso – como el manejo de
grandes unidades y los fuegos indirectos – habrían sido especialmente útiles en este
escenario. Sin embargo, la maniobra se hizo con 120-127 BTG que representaban el
75% del potencial de combate ruso, estimado en 168 grupos tácticos39. Generados
a partir de regimientos y brigadas de toda la geografía del país, ello implicaría que
Rusia no puede crear ninguna masa de maniobra sin comprometer personal de re-
emplazo o llamar a la movilización nacional. En consecuencia, lo máximo que puede
Why we got Russia wrong, en J. Lundén et al. (eds.). Another rude awakening. Making sense of Russia’s
war against Ukraine (pp. 19-24). FOI).
37 Dalsjö y Jonsson, op. cit.
38 En sentido estricto, una adaptación es una innovación militar que se produce en tiempo de gue-
rra. Se trata de un proceso de abajo-arriba para resolver un problema especíco, lo que implica modicar
las tácticas, técnicas y procedimientos de una unidad para mejorar su desempeño. Este cambio tiende a
difundirse entre las unidades de manera más o menos informal y puede ser aceptado por la institución mi-
litar (Murray, W. (2011). Military Adaptation in War: With Fear of Change. Cambridge University Press).
39 Bowen, op. cit.
173La guerra de Ucrania: perspectivas e impresiones sobre desempeño militar ruso
generar una unidad de nivel superior en tiempo de paz es uno o dos batallones con
sus elementos de apoyo40.
Pronto se observaron tanto las carencias de estas unidades infradotadas de per-
sonal de combate y apoyo, fusileros, con medios orgánicos limitados y escasamente
adiestradas y cohesionadas41, como unos problemas de su sistema de mando y con-
trol condicionados por la centralización del mando, la escasa autonomía táctica o la
imposibilidad efectiva de coordinar tantos BTG42. Si a ello se le suman las carencias
observadas por su artillería para detectar y batir objetivos en profundidad y satisfacer
las demandas de las unidades43, las limitaciones tradicionales de su logística, la escasa
moral y poca profesionalidad de la tropa, la falta endémica de personal para poder sos-
tener las operaciones44, problemas en los materiales, sistemas y equipos personales o la
enorme corrupción que ha permeado todos los estratos del ejército ruso, el resultado se
acerca mucho a lo que estamos viendo en Ucrania. En denitiva, el ejército ruso que in-
vadió el país vecino tiene más semejanzas con el ejército rojo de la Guerra Fría que con
el que apoyó la zona gris en este mismo escenario ocho años antes.
Por su parte, su fuerza aérea está teniendo un discreto papel en esta contienda
marcada por la incapacidad rusa de lograr el dominio del aire45. Su limitada capaci-
dad para generar una imagen aérea general, construir el orden de batalla electrónico,
seleccionar objetivos dinámicos, realizar control de daños o suprimir defensas aéreas
ha impedido a su aviación realizar labores de apoyo a tierra, interdicción o ataque
en profundidad46. La escasez de sensores, municiones de precisión o aviones y tri-
pulaciones alistadas pueden contribuir a explicar la situación47. Si ello se suma al
limitado arsenal y difícil reposición de los misiles balísticos y de crucero48 y su esca-
40 Grau, L. y Bartles, C. (14 de abril de 2022). Getting to Know the Russian Battalion Tactical Group.
RUSI https://rusi.org/explore-our-research/publications/commentary/getting-know-russian-batta-
lion-tactical-group
41 Frías, C. (2022). Ucrania y el ejército ruso: primeras impresiones (I). Documento de Opinión del
IEEE, 33 https://www.ieee.es/Galerias/chero/docs_opinion/2022/DIEEEO33_2022_CARFRI_Ucrania.pdf
42 Calvo, Primeras impresiones…
43 Frías, C. (2022). Ucrania y el ejército ruso: primeras impresiones (II). Documento de Opinión
del IEEE, 71 https://www.ieee.es/Galerias/chero/docs_opinion/2022/DIEEEO71_2022_CARFRI_
Ucrania.pdf La artillería soviética/rusa siempre ha sido superior en número y alcance a la occidental.
Además, la integración de nuevos sensores, medios y contramedidas le auguraban una capacidad sin
precedentes para localizar y batir objetivos lejanos con enorme rapidez y precisión. Esta kill-chain con-
tribuiría a consolidar los complejos de reconocimiento y fuego tácticos o de reconocimiento y ataque
operacionales, tal y como pareció observarse tanto en el Donbás o en Siria (Matías, F. (23 de enero de
2022). La artillería rusa. Ejércitos. https://www.revistaejercitos.com/2022/01/23/la-artilleria-rusa/).
44 Esta falta de personal no sólo permeaba los BTG, sino a toda la operación. Por esta razón Moscú
se vio obligado a desplegar milicianos chechenos, cosacos o sirios o contratistas del grupo Wagner.
45 Berglund, E. y Hörnedal, A. (2022). e cruise missile will always get through?” – Air war
over Ukraine, en J. Lundén et al. (eds.), Another rude awakening. Making sense of Russia’s war against
Ukraine (pp. 29-34). FOI.
46 Bronk, J. (6 de abril de 2022). Getting Serious About SEAD: European Air Forces Must Learn
from the Failure of the Russian Air Force Over Ukraine. RUS I. https://rusi.org/explore-our-research/
publications/rusi-defence-systems/getting-serious-about-sead-european-air-forces-must-learn-failure-
russian-air-force-over-ukraine
47 Villanueva, op. cit. o Dalsjö et al., op.cit.
48 En mayo, Rusia había lanzado más de 600 misiles balísticos, 2.000 misiles de crucero y una
docena de misiles hipersónicos Kinzhal. Sin embargo, se estima que solo la mitad alcanzaron sus objeti-
vos por fallos de funcionamiento o derribos por parte de las defensas ucranianas.
Guillem Colom Piella174
sa efectividad (posiblemente motivada por problemas de targeting, calidad técnica,
contramedidas ucranianas y dicultad para evaluar los daños), Rusia no ha podido
destruir todas las infraestructuras y objetivos de alto valor ucranianos ni prestar apo-
yo efectivo a las fuerzas terrestres49.
Su ota también ha tenido un papel secundario, centrado en el bloqueo naval a
Ucrania, el establecimiento de una zona de exclusión y la proyección del poder tierra
adentro. Mientras el bloqueo marítimo, facilitado por la escasa entidad naval ucrania-
na, está afectando negativamente la economía del país y el ujo global de alimentos,
el resto de las acciones están teniendo un efecto mínimo. Aunque el despliegue de
medios de combate y desembarco rusos en el Mar Negro obligó a jar varias unida-
des ucranianas en la costa para repeler un hipotético asalto anbio, ni la artillería ni
los Kalibr han tenido un papel destacado para batir objetivos de alto valor o apoyar
las operaciones terrestres. El escaso número de misiles disponibles y su insuciente
precisión contribuyen a explicar esta situación50. Además, la zona de exclusión aérea
quedó truncada con el hundimiento del crucero Moskva, demostrando nuevamente
el hype creado en torno a las defensas antiaéreas rusas. Junto con acciones anti-acce-
so típicas como el despliegue de misiles antibuque o el minado de la costa ucraniana,
esta acción degradó su burbuja antiaérea y obligó a alejar sus unidades de la costa,
perdiendo así el control de la Isla de las Serpientes51.
Sin embargo, las mayores sorpresas se relacionan con su limitado desempeño en
el espectro informativo, considerado por muchos como las principales bazas con las
que jugaba Rusia en un conicto de estas características. Aunque en los dominios
terrestre, naval y aéreo pueden identicarse algunos de los deméritos rusos y los mé-
ritos ucranianos (muchos de ellos con apoyo occidental), en estos otros ámbitos es
mucho más difícil establecer conclusiones preliminares.
Todavía se desconoce si Rusia logró paralizar las comunicaciones militares ucra-
nianas con guerra electrónica o ciberataques52, aunque si sabemos que servicios
comerciales como Starlink o Micros o han tenido un papel muy relevante en la pro-
49 Aunque los ataques iniciales se dedicaron a objetivos de alto valor militar como defensas
aéreas y cuarteles generales, en las siguientes jornadas se orientaron a almacenes, depósitos e infraes-
tructuras. Sin embargo, la incapacidad rusa para realizar evaluación de daños podría explicar por qué
no se realizaron ataques de seguimiento para destruir los objetivos que hubieran sobrevivido a los pri-
meros ataques.
50 Tal y como se ha observado, estos vectores relevantes para la guerra sin contacto podían
complementar una campaña aérea – especialmente en los primeros estadios de la guerra, cuando era
necesario destruir las defensas antiaéreas ucranianas – pero no sustituirla. La razón principal está en el
precio, complejidad y posibilidad de producir y almacenar enormes volúmenes de estos sistemas selec-
tos para batir objetivos de alto valor. A medida que se reducían los stocks de estos misiles y la industria
rusa no podía satisfacer la alta demanda, el país se vio obligado a reducir los ataques en profundidad,
emplear misiles antiaéreos (S-300 Favorit) o antibuque (P-800 Onix) en modo supercie-supercie para
batir objetivos terrestres o realizar ataques a baja cota con bombas lisas. Ello indica la dicultad inhe-
rente de Rusia para mantener una competición de salvas.
51 Granholm, N.; Fast, L. y Lundin, S. (2022). e war at sea: naval and maritime operation-
al and strategic aspects of Russia’s war against Ukraine, en J. Lundén et al. (eds.) (2022). Another rude
awakening. Making sense of Russia’s war against Ukraine (pp. 39-44). FOI.
52 Entre otros asuntos, se conoce que Rusia lanzó ciberataques contra Ukrtelecom, que propor-
ciona servicios de conectividad a las fuerzas ucranianas, y que Starlink proporcionó desde los primeros
momentos de la guerra servicios de Internet para mantener el ujo de comunicaciones civiles y milita-
175La guerra de Ucrania: perspectivas e impresiones sobre desempeño militar ruso
visión de comunicaciones o la custodia de datos53. Sin embargo, en materia de guerra
electrónica podría haber existido una aparente incapacidad rusa para construir el or-
den de batalla electrónico ucraniano, detectar sus transmisiones, dañar sus sistemas
de navegación o degradar sus ataques. Paralelamente, la protección de los sensores
y las comunicaciones rusas (en muchos casos basadas en teléfonos móviles y radios
civiles) ha sido insuciente, posibilitando ataques contra objetivos de valor como
centros de mando y altos ociales rusos54.
Algo similar sucede con las ciberoperaciones. En enero de 2022 se intensicaron
los ciberataques contra el gobierno, nanzas, centros de datos o proveedores de tele-
comunicaciones ucranianos. Sin embargo, cuando arrancó la invasión no se produjo
el <> cibernético que muchos temían55. Su aparente incapacidad para
degradar los servicios esenciales o el sistema de mando y control ucranianos, gene-
rar un vacío informativo que impidiera saber qué ocurría dentro y fuera del país o la
inexistencia de ataques disruptivos contra las infraestructuras críticas de terceros países
desconcertó a los analistas, que concluyeron que, quizás, habían sobreestimado las ca-
pacidades rusas en este dominio y que la ciberguerra era una amenaza más formal que
real56. Aunque no es posible establecer ninguna conclusión al respecto, si parece que
Rusia operó con cierta solvencia, degradando servicios esenciales, coordinando las ac-
tividades físicas y lógicas, lanzando Amenazas Persistentes Avanzadas contra terceros
países o protegiendo sus redes frente a los ciberataques enemigos57. Sin embargo, su im-
pacto fue menor de lo esperado debido a la resiliencia propia, el apoyo terceros países,
las grandes tecnológicas y de grupos hacktivistas para proteger los sistemas ucrania-
nos, la migración de sus datos a la nube, la degradación del ecosistema cibernético ruso
coincidiendo con el arranque de las sanciones, la necesidad de combinar la protección
sus redes civiles y militares con las operaciones ofensivas58 e, incluso, la aceptación táci-
ta de no atacar dieciséis tipos de infraestructuras críticas fuera del teatro ucraniano59.
Finalmente, su maquinaria de propaganda parece estar teniendo un pobre des-
empeño en la guerra. Existen varias hipótesis – desde que Rusia no empleó todo su
res ucraniano. Sin embargo, con la información disponible es difícil alcanzar alguna conclusión sólida
al respecto.
53 Microso (22 de junio de 2022). Defending Ukraine: Early Lessons from the Cyber War. https://
aka.ms/June22SpecialReport
54 Clark, B. (30 de julio de 2022). e Fall and Rise of Russian Electronic Warfare. IEEE Spec-
trum. https://spectrum.ieee.org/the-fall-and-rise-of-russian-electronic-warfare. Estos ataques han
tenido apoyo estadounidense (Barnes, J.; Cooper, H. y Schmitt, E. (4 de mayo de 2022). U.S. Intelligence
Is Helping Ukraine Kill Russian Generals, Ocials Say. New York Times. https://www.nytimes.com/2022
/05/04/us/politics/russia-generals-killed-ukraine.html
55 Kostyuk, N. y Gartzke, E. (2022). Why cyber dogs have yet to bark loudly in Russia’s invasion
of Ukraine. Texas National Security Review, 5(3): 113-126.
56 Miller, M. (28 de febrero de 2022). Russian invasion of Ukraine could redene cyber warfare.
Politico https://www.politico.com/news/2022/01/28/russia-cyber-army-ukraine-00003051
57 Microso, Defending Ukraine…
58 Soldatkin, V. y Pamuk, H. (16 de junio de 2021). Biden tells Putin certain cyberattacks should
be ‘o-limits’. Reuters. https://www.reuters.com/technology/biden-tells-putin-certain-cyber-attacks-
should-be-o-limits-2021-06-16
59 Willet, M. (6 de octubre de 2022). e cyber dimension of the Russia-Ukraine conict.
Survival Editors Blog https://www.iiss.org/blogs/survival-blog/2022/10/the-cyber-dimension-of-the-
russia-ukraine-war
Guillem Colom Piella176
arsenal o lo hizo tarde, que su modus operandi ya era conocido, que su hábitat na-
tural es la zona gris, que se focalizó en las audiencias domésticas y no-occidentales,
que las prohibiciones europeas a ciertos medios consiguieron los efectos deseados o
que las tecnológicas contribuyeron a minimizar su impacto – que podrían explicar
esta situación60. Junto con el ecaz manejo informativo y propagandístico ucraniano
o iniciativas populares como NAFO (North Atlantic Fella Organization) para con-
trarrestar la desinformación rusa en redes sociales, podría concluirse que Rusia está
perdiendo la guerra informativa.
Obviamente, el pobre desempeño ruso no se explica solamente por factores es-
tructurales, sino también por la ecacia militar ucraniana. Una ecacia que va mucho
más allá de las <> armas – como los lanzacohetes HIMARS, los misiles
contracarro Javelin y N L AW , los drones Bayraktar TB2 o las municiones merodea-
doras Switchblade – que han ido integrándose en su inventario militar. Una ecacia
cuyas raíces se sitúan en el shock de 2014 y la creación de un ambiente proclive a la
innovación militar. Una ecacia que permitió establecer una defensa en profundidad,
movilizar rápidamente a reservistas, preposicionar materiales o fortalecer su siste-
ma de mando y control para que no colapsara con la primera embestida rusa61. Una
ecacia que se demostró en el campo de batalla, cuando la integración de sistemas
anticarro, fuegos indirectos y drones permitió destruir las formaciones mecanizadas
y donde la llegada de artillería cohete como los M270 o los M142 están teniendo un
efecto devastador62. O, cuando la dispersión, movilidad y selección de objetivos reali-
zada por terceros de los sistemas antiaéreos dicultó las labores SEAD/DEAD rusas,
impidiendo con ello el dominio ruso del aire y facilitando las operaciones con los fa-
mosos drones TB2. También, cuando fuerzas con un adiestramiento limitado han
sido capaces de manejar sistemas complejos procedentes de Europa o Estados Uni-
dos, integrar estos equipos en plataformas soviéticas o realizar la transición de un
ejército con material soviético a uno cada vez más occidentalizado. Una ecacia que
también se está observando en los nuevos campos de batalla con un novedoso enfo-
que a la nación en armas. Ya sea empleando el smartphone para tomar una foto a una
persona sospechosa o un carro de combate enemigo, diseñando aplicaciones móvi-
les para alertar de los ataques aéreos, geolocalizar los movimientos de fuerzas rusos o
solicitar ataques de artillería63, mejorando drones comerciales para emplearlos en la-
60 Car vin, S. (25 de marzo de 2022). How to explain the failure of Russia’s information opera-
tions in Ukraine. Centre for International Governance Innovation. https://www.cigionline.org/articles/
how-to-explain-the-failure-of-russias-information-operations-in-ukraine/
61 A pesar de los ataques sufridos, el sistema se mantuvo intacto. Factores como el apoyo técni-
co de varios países y empresas tecnológicas para proteger y recuperar las redes y servicios, la migración
de datos a la nube, el empleo de Starlink para proveer internet o de Maxar para imágenes satelitales,
HawkEye 360 para geolocalizar las interferencias del GPS o el suministro de inteligencia y adquisición de
objetivos por parte de terceros países podrían explicar este resultado (Feldscher, J. (7 de abril de 2022).
e Ukraine War Is Giving Commercial Space and ‘Internet Moment’. Defense One. www.defenseone.
com/ technology/2022/04/ukraine-war-giving-commercial-space-internet-moment/364101/
62 Henningsson, J. (2022). Military Implications of the War in Ukraine, en J. Lundén et al. (eds.).
Another rude awakening. Making sense of Russia’s war against Ukraine (pp. 25-28). FOI.
63 Popularizado como el “Uber de la artillería”, el sistema GIS Arta se nutre de la información
procedente de drones, smartphones, GPS, radares o telémetros para seleccionar y priorizar los objetivos
a batir con los medios de ataque disponibles (artillería, morteros, drones, etc.), y hacerlo supuestamente
en menos de un minuto. Esto genera una kill-chain de una velocidad y efectividad sin precedentes (Par-
177La guerra de Ucrania: perspectivas e impresiones sobre desempeño militar ruso
bores de observación, control de daños, ataque o explotación propagandística de las
imágenes que obtenían64 o participando en el IT Army of Ukraine proteger las redes
ucranianas, recuperar sus sistemas” o lanzar ciberataques contra objetivos enemigos,
la sociedad ucraniana se ha movilizado en esta guerra fundacional para combatir
a Rusia en todo el espectro de las operaciones65. Combinando ciberactivismo, ra-
dioactivismo, inteligencia colaborativa en fuentes abiertas y redes sociales, seguridad
operativa a todos los niveles de la sociedad, rápidos ciclos de innovación tecnológica,
dominando la comunicación estratégica y con el inestimable apoyo de terceros, Ucra-
nia también está combatiendo con enorme ecacia en el ciberespacio y en el entorno
informativo con un enfoque realmente integral66.
Sin embargo, ninguno de estos factores revela por sí solo el sorprendente desem-
peño ucraniano. Ha sido la conjunción de todos ellos lo que contribuye a explicar
este éxito. La sensorización del campo de batalla para detectar cualquier actividad
enemiga, la disponibilidad de cantidades de municiones de precisión relativamente
baratas y la capacidad para fusionar y compartir toda esta información en tiempo casi
real para organizar, priorizar, secuenciar y optimizar los ataques está siendo el fac-
tor realmente diferenciador67. Precisamente, la interconexión de sensores, decisores
(humanos o algorítmicos) y ejecutores en una red de muerte (kill web) distribuida,
capaz de detectar un blanco, determinar qué medio lo batirá y destruirlo en el primer
impacto está siendo, con la información que tenemos disponible, el aspecto más so-
bresaliente del desempeño ucraniano.
Un desempeño que parece tener sus raíces en las enseñanzas que Estados Unidos
ha venido proporcionando a Ucrania en estos últimos años, y la adaptación e inte-
gración de estos planteamientos en su forma de concebir la guerra y combatir en ella.
Algunos de ellos se relacionan con los postulados de las operaciones multidominio,
recientemente codicadas como doctrina en el Ejército de Tierra estadounidense68.
Otros se relacionan con las ideas subyacentes a la guerra mosaico, una iniciativa lide-
ker, C. (14 de mayo de 2022). Uber-style technology helped Ukraine to destroy Russian battalion. e
Times . www.thetimes.co.uk/article/uk-assisted-uber-style-technology-helped-ukraine-to-destroy-rus-
sian-battalion-5pxnh6m9p).
64 Shoaib, A. (9 de abril de 2022). Inside the elite Ukrainian drone unit founded by volunteer IT
experts: ‘We are all soldiers now’. Business Insider. www.businessinsider.com/inside-the-elite-ukrainian-
drone-unit-volunteer-it-experts-2022-4
65 Kahn, L. (29 de agosto de 2022). How Ukraine is remaking war. Foreign Aairs. https://www.
foreignaairs.com/ukraine/how-ukraine-remaking-war
66 Harwell, D. (24 de marzo de 2022). Instead of consumer soware, Ukraine’s tech workers
build apps of war. e Washington Post. https://www.washingtonpost.com/technology/2022/03/24/
ukraine-war-apps-russian-invasion/
67 Para comprender la maduración de este régimen de armas de precisión y su contribución a la
competición de salvas, así como su relevancia para comprender su migración – junto con muchos otros
elementos – hacia la guerra mosaico, véase: Mahnken, T. (2011). Weapons. e Growth & Spread of the
Precision-Strike Regime. Daedalus, 140(3): 45-57; Watts, op. cit. o Pulido, op. cit.
68 Feickert, A. (2021). Defense Primer: Army Multi-Domain Operations (MDO). Congressio-
nal Research Service; mientras que para su consolidación como doctrina – expuesta en el Field Manual
3.0 Operations como publicación doctrinal básica del Ejército estadounidense – véase: Judson, J. (10 de
octubre de 2022). US Army adopts new multidomain operations doctrine. Defense News. www.defense-
news.com/land/ 2022/10/10/us-army-adopts-new-multidomain-operations-doctrine/
Guillem Colom Piella178
rada por la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa (DARPA)69.
La combinación de estas ideas – operaciones que pretenden producir y sincronizar
efectos en todos los dominios (terrestre, naval, aéreo, espacial, ciberespacial e in-
formativo) en entornos de competición y combate o un nuevo enfoque a la guerra
que pretende sensorizar el campo de batalla y desagregar grandes plataformas en pe-
queñas piezas intercambiables integradas en red para observar, orientarse, decidir y
actuar más rápido y mejor que el adversario – y su acomodo a un ejército modesto
como el ucraniano es, quizás, el elemento que explica su éxito operativo70. Un éxito
condicionado por la sensorización del campo de batalla con equipos relativamente
baratos y sencillos (como drones comerciales o smartphones), la fusión de informa-
ción de múltiples fuentes muy diversas (con el <>), el empleo
masivo de municiones de precisión o el empleo de pequeños grupos a modo de en-
jambres terrestres o antiaéreos.
Aunque todavía es pronto para plantear ninguna conclusión denitiva, estos ele-
mentos serían los que habrían permitido a las fuerzas ucranianas orientarse en un
campo de batalla complejo, adelantarse al ciclo de decisión ruso, atacar a sus fuerzas
desde múltiples direcciones y dominios de manera simultánea para saturar su capa-
cidad de defensa y producir efectos físicos, lógicos y cognitivos. Precisamente, estos
elementos contribuirían a explicar porque municiones de pocos miles de euros es-
tán destruyendo plataformas de varios millones, que fuerzas ligeras montadas sobre
vehículos ligeros hayan liderado la ofensiva de Járkov, que un ejército numéricamen-
te inferior con municiones de precisión pueda enfrentarse a una fuerza con mucha
mayor potencia de fuego bruta o que Ucrania esté librando una guerra del siglo XXI
mientras que Rusia parece anclado en una visión incremental de la guerra del siglo
XX. Sin embargo, que el conicto de Ucrania sea el campo de pruebas para estos con-
ceptos o sus potenciales implicaciones para el futuro de la guerra son asuntos que
requieren un análisis mucho más sosegado.
4. CONCLUSIONES
La <> con la que muy probablemente Moscú pre-
tendía decapitar al ejecutivo ucraniano y forzar un cambio de régimen en el país ha
derivado en el mayor conicto convencional acaecido desde la Guerra del Golfo de
2003. Un conicto que ha puesto de maniesto las enormes limitaciones tácticas,
doctrinales y materiales de las fuerzas armadas rusas. Hasta el mismo día 24 de febre-
ro, estas ejercían satisfactoriamente la disuasión convencional frente a una Alianza
Atlántica carente de las bocas de fuego, los misiles tácticos o las formaciones me-
canizadas que Moscú era capaz de desplegar. Además, junto con un ecaz sistema
de mando y control, una poderosa arquitectura de guerra electrónica y una densa
cobertura antiaérea, estos sistemas contribuían a consolidar unos complejos de re-
conocimiento y ataque capaces de amenazar las unidades, nodos e infraestructuras
69 Clark, B.; Pattdan, D. y Schramm, H. (2020). Mosaic Warfare. Exploiting Articial Intelligence
and Autonomous Systems to Implement Decision-Centric Operations. CSBA.
70 Pulido, G. (28 de agosto de 2022). La guerra de Ucrania y la guerra mosaico. Ejércitos. https://
www.revistaejercitos.com/2022/08/28/la-guerra-de-ucrania-y-la-guerra-mosaico/
179La guerra de Ucrania: perspectivas e impresiones sobre desempeño militar ruso
aliadas de Europa oriental. Unos RUK que posibilitarían tanto la guerra sin contacto
como la proyección de zonas grises en la esfera de inuencia directa rusa.
Sin embargo, tras fallar el golpe de mano del 24 de febrero y carecer de un plan
B que restringiera el alcance de la operación, Moscú se embarcó en una empresa
demasiado ambiciosa y para la cual no estaba preparada. Un conicto que está vol-
viendo a demostrar la enorme atrición que sufren los ejércitos convencionales en
enfrentamientos simétricos, los ingentes requerimientos logísticos para mantenerlos
en combate y la posibilidad de que las guerras futuras no sean ni cortas ni decisivas.
Un conicto que también está raticando lecciones de guerras anteriores (como la
centralidad de las municiones de precisión, los drones y la sensorización del campo
de batalla, la importancia de generar el orden de batalla electrónico, seleccionar di-
námicamente los objetivos o disponer de un robusto sistema de mando y control) y
validando hipótesis sobre conictos futuros (como las operaciones multidominio, la
guerra mosaico, la gestión de la información y la comunicación estratégica o la cen-
tralidad de los complejos de reconocimiento y ataque con fuegos de largo alcance).
También está recordando realidades que parecían olvidadas (como la guerra de trin-
cheras, la movilización, las reservas, la moral o la iniciativa o el papel de la industria
nacional) y exponiendo nuevas, como la dicultad de lograr el dominio del aire, la
centralidad del ciberespacio y el espacio electromagnético, el combate en entornos
contestados o la coordinación de los efectos en los dominios físico, lógico y cognitivo.
En denitiva: el pobre desempeño militar ruso continúa rodeado de muchas in-
cógnitas. Muchas de ellas son estructurales y otras son coyunturales. Algunas han
sido difundidas por la magníca comunicación estratégica ucraniana y otras se de-
ben a que su oponente está librando una guerra del siglo XXI. Algún día terminará
este conicto y se abrirá un proceso de lecciones aprendidas que permitirá raticar o
falsar muchas de las impresiones iniciales expuestas en este trabajo. Lo que si parece
evidente es que esta guerra servirá como modelo para denir los nuevos conictos
convencionales del tercer milenio.

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