Gobernabilidad, organismos e instrumentos regionales en materia de maltrato familiar y discriminación múltiple contra las mujeres ancianas, discapacitadas, indígenas, niñas y adolescentes
| Autor | Roberta Lídice |
| Páginas | 55-157 |
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Gobernabilidad, organismos
e instrumentos regionales en
materia de maltrato familiar y
discriminación múltiple contra las
mujeres ancianas, discapacitadas,
indígenas, niñas y adolescentes
CAPÍTULO II
1. Del sistema interamericano de protección
de los derechos humanos en materia
de maltrato familiar y discriminación
múltiple contra las mujeres
En los marcos de las observaciones anteriores, se inere con claridad
que la violencia contra la mujer es considerada una violencia de género, una
vez que se basa en las relaciones asimétricas existentes entre hombres y mu-
jeres. Siendo así, cabe señalar que no son pocos los factores que impiden a
las mujeres de denunciar a sus maltratadores, como por ejemplo: el miedo al
proceso judicial o el desconocimiento de sus derechos y el amparo a la justicia;
a las represalias; a perder a sus hijos; a la vergüenza ante la familia y la sociedad,
a no darle importancia al maltrato recibido, y sobre todo de no ser creídas.
En tal contexto, no cabe duda de que este tema debe ser puesto de
relieve en la carpeta pública de los Estados, y por ello se hace urgente
buscar intervenciones efectivas, con el n de promover la prevención, san-
ción y erradicación de la violencia doméstica y familiar basada en género,
MALTRATO FAMILIAR Y DISCRIMINACIÓN MÚLTIPLE
UN ENFOQUE HUMANISTA
DE MUJERES ANCIANAS, DISCAPACITADAS, INDÍGENAS, NIÑAS Y ADOLESCENTES
Roberta Lídice
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buscando por medio de los instrumentos internacionales y regionales en
materia de derechos humanos combatir esta lacra social, no olvidando que
la sociedad también tiene su responsabilidad en romper el silencio, denun-
ciando el maltratador de forma responsable a las autoridades competentes,
lo que resulta evidente que esta causa no es contra el hombre, sino contra
los agresores, valiéndose así de los derechos y garantías fundamentales,
los cuales son inherentes a todos los individuos, con independencia de su
género, edad, raza, religión o cualquier otro factor.
Como ya se ha aclarado, en el ámbito del derecho internacional de
los derechos humanos, la Organización de Naciones Unidas (ONU), en
la IV y última Conferencia Mundial sobre las Mujeres (1995), celebrada
en Beijing, reconoció la violencia contra las mujeres como un obstáculo
para lograr los objetivos de igualdad, desarrollo y paz, que viola y menos-
caba el disfrute de los derechos humanos y las libertades fundamentales73.
También cabe reiterar que, en la Sesión Especial de la Asamblea General
(2000), se revisó los progresos alcanzados durante años posteriores a la
aprobación de la Plataforma de Beijing, y así se decidió impulsar medidas
e iniciativas destinadas a lograr su plena aplicación.
Con referencia a lo anterior, DÍAZ-AGUADO y MARTÍNEZ
señalan que, «entre los logros alcanzados, está el hecho de que muchas
formas de violencia contra mujeres y niñas, tanto en el ámbito público
como privado, han sido abordadas desde las legislaciones nacionales, sus
políticas y programas»74. Además, se han tratado otras cuestiones impor-
tantes en favor de las mujeres desde Beijing, como la violación marital y la
73 ESPAÑA. Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protec-
ción Integral contra la Violencia de Género. Exposición de Motivos, apartado
I. Boletín Ocial del Estado, 29 de diciembre de 2004, n. 313. Disponible en:
74 DÍAZ-AGUADO, María José; MARTÍNEZ, Rosario. Guía de Buenas Prácti-
cas para paliar los efectos de la violencia contra las mujeres y conseguir su erradicación.
Op. cit. p. 6.
CAPÍTULO II
GOBERNABILIDAD, ORGANISMOS E INSTRUMENTOS REGIONALES EN
MATERIA DE MALTRATO FAMILIAR Y DISCRIMINACIÓN MÚLTIPLE CONTRA LAS MUJERES
ANCIANAS, DISCAPACITADAS, INDÍGENAS, NIÑAS Y ADOLESCENTES
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necesidad de apoyar campañas públicas de sensibilización orientadas a la
erradicación de la violencia de género75.
Considerando este contexto, se puede armar que la violencia con-
tra la mujer en el ámbito de las relaciones domésticas y familiares, así
como sus varias formas de manifestaciones, deben ser objeto de atención
de los sistemas internacionales y regionales de protección de los derechos
humanos, una vez que constituye uno de los mayores obstáculos para ha-
cer real el compromiso de hacer posible la plena igualdad entre mujeres y
hombres, como nos enseña GALLEGO CUESTA76.
Por otra parte, en el ámbito del sistema interamericano de protec-
ción de los derechos humanos, la CIDH ha recalcado que, frecuentemente,
las mujeres víctimas de violencia no obtienen el acceso a efectivos recursos
judiciales al denunciar los hechos sufridos, lo que resulta en la impunidad
de la gran mayoría de los casos de violencia basada en género, despertando
así un aumento de las graves violaciones a los derechos humanos77.
De manera semejante, la Organización Mundial de la Salud (OMS)
ha considerado que «no hay país ni comunidad a salvo de la violencia. Está
en nuestras calles y en nuestros hogares, en las escuelas, los lugares de tra-
bajo y otros centros. Es un azote ubicuo que desgarra el tejido comunitario
y amenaza la vida, la salud y la felicidad de todos nosotros»78. Aun así, la
75 Ibid.
76 GALLEGO CUESTA, Heliodoro. Guía para sensibilizar y prevenir desde las
entidades locales la violencia contra las mujeres. Madrid: Federación Española de
Municipios y Provincias – Área de Igualdad. En el contraste y validación de este
documento que se realizó el 20 de junio de 2007. p. 5. ISBN: 978-84-87432-90-3.
77 V id. CIDH. Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Relatoría sobre
los derechos de la mujer. Acceso a la justicia para mujeres víctimas de violencia en
las Américas. Op. cit.
78 ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD (OMS). «La violencia,
un problema ubicuo». World Report on Violence and Health: Summary. (Informe
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