La derecha antigua

AutorFernando Oliván
Páginas31-40
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II
LA DERECHA ANTIGUA
Padecemos un error en el enfoque, un error que nos viene impuesto por el grandí-
simo prestigio de Aristóteles que, incluso en este siglo XXI, sigue manteniendo un
cierto magisterio: me refiero a la dialéctica izquierda-derecha recreada y leída bajo
las formas de esa mecánica que recorría la vida sociopolítica de las unidades urba-
nas, desde la polis griega a las ciudades medievales o la misma Roma, lo que los au-
tores griegos denominaban la stasis. Es decir, una lectura de los conflictos urbanos
como un caso de verdadera lucha de clases: ricos contra pobres.
La ciudad antigua, Roma, las viejas poleis de Grecia, pero también el resto de las
estructuras urbanas que se asientan en el mediterráneo oriental, conocieron desde
su origen esta grieta que amenazaba siempre su misma supervivencia. Una quiebra
que los mismos griegos, así lo teorizaron, contemplaron como la sustancia misma de
la vida política: la stasis. La realidad es que la historia de todas estas entidades políti-
cas nos proyecta esa imagen: patricios contra plebeyos, optimates contra populares,
como ya en el medievo, Popolo grosso contra Popolo minuto. Cuenta Aristóteles
que, en algunas de estas poleis, las familias aristocráticas hacían jurar a sus vástagos,
“odio a muerte al pueblo. Caer en una fácil traslación de estas premisas a la con-
frontación izquierda-derecha ha sido el error de numerosos autores.
Pero la propuesta de Aristóteles no deja de presentar enormes huecos. Un mero
análisis estadístico debiera habernos puesto sobre aviso. Si la confrontación fuera

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