Camy Sánchez-Cañete, Buenaventura: Comentarios a la Legislación Hipotecaria
| Autor | José María Chico Ortiz |
| Páginas | 845-852 |
Page 845
La contraposición que en el campo jurídico se hace entre el hecho y el Derecho también puede servirnos aquí para encuadrar el perfil del autor de la obra, que nos ha tocado recensionar. Se puede conocer a una persona "de hecho" por su presencia física, pero también se la puede conocer "de derecho" por la lectura de las obras que ha escrito. Son dos conocimientos diferentes que provocan dos concepciones distintas del autor y que muchas veces no se corresponden. ¿Habéis pensado como era físicamente Ihering? ¿Alto, bajo, flaco, gordo?
Pues bien, a Buenaventura Camy Sánchez-Cañete solamente le conozco "de derecho". A pesar de tener ambos encomendada una función jurídica superior, la de la calificación, no he tenido la gran ocasión del encuentro personal. El va ya en el pelotón de los destacados y yo en en el de los que cierran marcha. Por ello, todo lo que pueda decir de él me viene de "oídas" o "leídas". Quizá de esta forma la objetividad de estas lineas quede asegurada.
Buenaventura Camy llega a la redacción de lo que ha de ser su monumental obra-pues se habla de varios volúmenes-, precedido de unPage 846 trabajo jurídico serlo y respetable. En su minucioso "Repertorio Alfabético" nos ofrece sus siete u ocho salidas aireadas en la Revista Crítica de Derecho Inmobiliario, en las que trata diversos temas de diferentes perceljas del Derecho, destacándose su estudio sobre el Registro Mercantil. En la Revista de Derecho Privado son varios los artículos que recogen sus ideas, perfilándose para mi gusto el que dedica a la "Propiedad Horizontal". También en dicha Revista es asiduo comentador de jurisprudencia en su doble faceta fiscal y registral. Como todo buen jurista ha sabido transmitir sus conocimientos a los que junto a él preparan la oposición. Me han hablado de su biblioteca y de su amplio fichero. He leído también lo que publicó en el Boletín de Información del Colegio Nacional de Registradores. Y aquí se acaban mis conocimientos respecto al autor, aunque ahora, claro está, me he leído este primer volumen de su obra.
Camy, sin embargo, no es autor de lectura fácil. Exige mucha colaboración del lector. Sus párrafos largos, en los que parece adivinarse el "mañana continuará", provocan en la lectura un trabajo de insistencia. A Camy hay que leerle despacio, pero sobre todo hay que releerle. En este volumen I, inevitablemente no reniega de su estilo. Existen alusiones a "preguntas" en vez de a capítulos o epígrafes, lo cual hace pensar en una reconstrucción de temas de oposición. También existe la utilización de fichas que colocadas en el texto no están "cosidas" hábilmente para darle continuidad. Es de esperar que estas "pequeneces" y ciertos errores no advertidos en la corrección de pruebas, los sepa subsanar el autor en sucesivas ediciones.
La obra, por ahora, no puede ser enjuiciada globalmente. Solamente tenemos un volumen, pero en él se recogen una serie de cuestiones fundamentales que ofrecen al estudioso un campo interesante y hacen de este primer volumen un verdadero elemento de trabajo. Es obra de consulta, y en esa constante labor de calificación creo que debe tenerse muy cerca. Al material que en ella se acumula se añaden dos cosas importantes: las sugerencias que el autor hace sobre ciertos puntos y la experiencia registral que el autor aporta.
No obstante, debemos decir que el autor arranca de muy alto al pretender ocupar el lugar que los comentarios de Morell y Terry dejaron. Aunque es de alabar su sinceridad al plasmarlo en sus palabras previas, creemos que el verdadero acierto hubiese sido poner al día dichos Comentarios que siguen siendo insustituibles para el que quiera profundizar en el estudio del Derecho Hipotecario.
El contenido del volumen que presentamos comprende el comentario de los nueve primeros artículos de la Ley Hipotecaria y, como es lógico, de los correspondientes del Reglamento. Se hace preceder todo ello de un estudio sobre la historia de la publicidad que se remata con las inevitables referencias al Derecho Español. A ello le sigue un acertado Capítulo, que es el primero de la obra, reproduciendo todas las Exposiciones de Motivos que ha tenido la legislación hipotecaria y se completa con ocho más, que hacen los nueve contenidos en el volumen I. El autor anuncia que brindará al lector un índice alfabético amplio, que servirá de guía al que ya se le vaya borrando el contenido de los artículos de la Ley Hipotecarla o al que nunca los haya sabido. El volumen I carece de notas al píe de páginas. Se reduce la bibliografía a siete obras debidamente reseñadas. En el texto se hacen otras citas bibliográficas, pero insuficientemente referidas, pues van entre paréntesis, sin página, sin edición, sin fecha, etc. Esto es, la minuciosidad del autor tantas veces demostrada en otros trabajos, falla en este inexplicablemente. En una obra de esta entidad, la cita bibliográfica completa se impone por razones obvias.
Para ofrecer al que leyere el contenido recenslonado de esta obraPage 847 nos ajustamos respetuosamente al orden que el autor marca. Haremos ocho apartados:
Los apeaderos históricos en los que se detiene la exposición son los de la India, Israel, Grecia, Egipto, Roma y el Derecho Germánico. Llama poderosamente la atención las transcripciones que el autor hace de ciertos pasajes del Génesis y de Jeremías, de los cuales se inducen ciertas alusiones a la publicidad y a la forma de adquirir por retracto. La parte más...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba