Bloqueo institucional

AutorJulio Picatoste
Cargo del AutorMagistrado (jubilado) - Académico de número de la Real Academia Gallega de Jurisprudencia y Legislación
Páginas179-182
BLOQUEO INSTITUCIONAL 56
El mandato del actual Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) llegó
legalmente a su n en diciembre de 2018; en ese momento procedía, por
tanto, su renovación. Sin embargo, no se llevó a cabo por las causas que luego
veremos. Desde entonces, el órgano de gobierno de los jueces vive en estado
de interinidad indenida, apuntalado sobre un mandato largamente prorro-
gado, a la espera de una renovación que no llega. Es una situación irregular,
y parece que, al nal, rentable para determinados propósitos. No es aceptable
que, habiendo nalizado su mandato hace más de año y medio, siga a estas
alturas sin renovarse, tal como legalmente procede. Este desorden no es pro-
pio de las altas instituciones del Estado.
¿Pero cómo y cuándo empezó todo esto? Rebobinemos. Llegaba a su n
el mandato legal de cinco años cuando las “negociaciones” para la renovación
del CGPJ se pusieron en marcha. Empezaban entonces a circular nombres de
posibles vocales y, sobre todo, el de quien “estaba llamado” a ser su presidente,
y, por ende, del Tribunal Supremo (TS): Manuel Marchena. Un hombre
conservador para un órgano que se esperaba mayoritariamente progresista.
Se equilibraba así la balanza de Temis. En realidad, esta designación era clave
de bóveda del acuerdo de renovación del órgano de gobierno de los jueces.
Pero una pirueta, provocada o fortuita, levantó el velo de una desver-
güenza de la que fue mensajero Cosidó, a la sazón portavoz del Partido Po-
pular en el Senado. En un mensaje de WhatsApp hace saber a sus compañe-
ros de partido que, en virtud de maniobras orquestadas en la oscuridad entre
su partido y el PSOE para la renovación del CGPJ, llegan al acuerdo de que
la presidencia sea ocupada por Marchena con lo que tendrían asegurada por
la «puerta de atrás» la Sala Segunda del Tribunal Supremo. Cuentan que en-
tre los muros del Estado se oyeron los gritos desgarradores de Montesquieu
aquejado de un dolor agudo en el quinto espacio intercostal. Pero el senador
Cosidó no dimitió porque, explicó, contaba con el apoyo y respaldo del pre-
sidente de su partido, Casado. Disculpa torpe; primero, porque hace a su jefe
de las consentidor de la puñalada asestada al señor de la Brède y barón de
56 Faro de Vigo, 18 y 19 de julio de 2020.

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