Una aproximación a la representación y al interés

AutorIgnacio Hoces Íñiguez
Páginas31-54
I. UNA APROXIMACIÓN A LA REPRESENTACIÓN Y AL
INTERÉS
1.1. INTRODUCCIÓN
Los juristas vivimos en un “cielo de conceptos jurídicos”19, por ello es nuestra tarea
el preocuparnos por un lenguaje riguroso que permita comunicar con precisión, razón
que es si cabe más relevante en el ámbito del Derecho público, pues suelen ser los con-
tornos estatales y su  sonomía los primeros rasgos asumidos, aunque en ocasiones no
plenamente comprendidos, por los ciudadanos como dueños y últimos destinatarios
de la e cacia normativa del Derecho. Esa comprensión se suele asimilar de forma más
sencilla si se concede una de nición o si se encuentra la palabra a de nir dentro de
un contexto bien acotado, pero paradójicamente los vocablos “representación” e “in-
terés” son conceptos que, además de ser originarios de disciplinas ajenas al Derecho,
sus signi cados están en una estrecha unión con la realidad histórico-social a la que
pretendamos acogernos. NIETZSCHE expresó que “de nible es aquello que no tiene
historia”20, pero los conceptos que se van a analizar y que se intentarán de nir en este
capítulo tienen mucha historia y además de larga trayectoria.
Los conceptos en ocasiones son realidades con distintos contenidos signi cativos21,
de forma que en realidad las palabras y términos contienen una historia, una realidad
histórica en el que nacieron y luego se desenvolvieron. Esto es, los conceptos reciben un
19 IHERING, R. V., “En el cielo de los conceptos jurídicos. Una fantasía, en Bromas y veras en la
ciencia jurídica: Ridendo dicere verum, Civitas, Madrid, 1987.
20 NIETZSCHE, F., La genealogía de la moral, Alianza, Madrid, 1994, pág. 91.
21 KOSELLECK, R., Futuro pasado. Para una semántica de los tiempos históricos, Paidós, Barcelona,
1993, pág. 117.
Ignacio Hoces Íñiguez
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signi cado concreto, en ocasiones distinto al que se utilizaba o que se utilizará, según
el momento histórico en el que se desenvuelvan y en el contexto en el que se enuncien.
Por todo ello, comenzamos a estudiar, analizar y a re exionar el sentido que actual-
mente reciben ambos términos, sin descuidar por supuesto los contextos no jurídicos
e históricos de los vocablos, porque como apuntó BRUNER “el lenguaje, el mundo
conceptual con el que hoy operamos, deriva de una precisa situación histórica , aquélla
del nacimiento del mundo moderno y todavía hoy está sustancialmente condicionado
por ella”22.
Esto nos motiva a volcar en los párrafos que continúan un intento de precisión
sobre el alcance de la representación y del interés.
1.2. LA REPRESENTACIÓN COMO CONCEPTO MULTIDIMENSIONAL Y LA
REPRESENTACIÓN POLÍTICA
1.2.1. Introducción
Cuando a un individuo o a un grupo de personas le interesa algo, lo natural es que
se ocupe u ocupen de su interés. Pero cuando por la razón que fuese no resulta viable
involucrarse en su defensa, cuidado, o promoción, se acude a la representación. El
fundamento se encuentra por consiguiente en la imposibilidad o en la di cultad de
que las personas gestionen por sí mismas la totalidad de sus asuntos, porque lo típico
en la representación es precisamente actuar por cuenta de otro u otros.
La palabra “representación”, proviene del latín “representatĭ o, -ōnis”, y quiere decir
hacer presente algo que no está presente o, como señaló LEIBHOLZ, “signi ca hacer
nuevamente presente, o sea, existente, alguna cosa que realmente no está presente23. Se
caracteriza por las notas de origen no jurídico24, por sus distintos signi cados y por
ser un concepto relacional25, implicando al menos en el Derecho, a un representante,
un representado y, en ocasiones, otro sujeto ante quien tiene lugar la representación26.
La presencia de este término abunda en muy diversos campos, tomando presencia,
por ejemplo, en el mundo de la política, del Derecho, desde luego en el  losó co y
22 BRUNNER, O., “Città e borghesia nella storia europe, en Per una nueva sotira constituzionale e
sociale, 2000, pág. 117. Cita sacada de DUSO, G., “Historia conceptual como filosofía política” en Historia
de los conceptos y filosofía política, Biblioteca Nueva, Madrid, 2009, pág. 166.
23 LEIBHOLZ, G., La rappresentazione nella democrazia, a cura di S.Forti, Giuffrè, Milano, 1989,
pág. 70. Este sentido de hacer presente lo que está ausente viene recogido en el Antiguo Testamento en
el Libro de la Sabiduría (14,17): Asimismo, por orden de los soberanos, se rendía culto a las estatuas: como
no se los podía honrar en persona, a causa de la distancia, reprodujeron esa figura lejana, fabricando una
imagen visible del rey que veneraban; así se adulaba con fervor al ausente como si estuviera presente.
24 GUTIÉRREZ NOGUEROLES, A., El Consejo Económico y Social en el ordenamiento constitucional
español, UNED, Madrid, 2004, pág. 21.
25 LIFANTE VIDAL, I., “Sobre el concepto de representación, en DOXA: Cuadernos de Filosofía
del Derecho, nº 32, 2009, pág. 510.
26 PITKIN, H.F., El concepto de representación, Centro de Estudios Constitucionales, Madrid, 1985,
pág. 115.

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