El marco doctrinal de la representación de intereses socioeconómicos

AutorIgnacio Hoces Íñiguez
Páginas79-100
III. EL MARCO DOCTRINAL DE LA REPRESENTACIÓN DE
INTERESES SOCIOECONÓMICOS
3.1. LAS PRINCIPALES CORRIENTES EUROPEAS FAVORABLES A LA REPRE
SENTACIÓN DE INTERESES SOCIOECONÓMICOS
Las propuestas y alternativas intelectuales que se han postulado en favor de la
representación de intereses son bastante amplias, dispares y provenientes de espec-
tros ideológicos bien disímiles. Ya WEBER nos informó de que los posicionamientos
que simpatizaban con la representación de los grupos de interés podrían tener un
carácter extremadamente revolucionario o conservador218, lo que hace que la tarea de
estructurar a los sostenedores de opiniones favorables a la representación de intereses
socioeconómicos o profesionales no sea una empresa sencilla.
Actualmente existen algunas clasi caciones que recogen las tendencias que se
han posicionado en favor de la representación de intereses. Es conocida e ilustrativa
la clasi cación de las diferentes escuelas en torno a los defensores de la representación
de intereses que expuso PARROT219. En su brillante exposición, decidió simpli car
los movimientos favorables a esta representación, en la corriente sindicalista, en la
corriente corporativista y en la corriente tecnócrata.
Mucho más recientes y per ladas son las clasi caciones que ha recogido GAR-
CÍA CUADRADO, agrupando a los autores que han defendido la representación de
intereses en distintas corrientes que primordialmente van desde la organicista a la
tecnocrática, pasando por la tradicionalista y democristiana220.
218 WEBER, M., Economía y Sociedad. Esbozo de sociología comprensiva, Fondo de Cultura Económica,
México, 1987, pág. 239.
219 PARROT, J-P., La représentation des intérêts dans le mouvement des idées politiques, Presses
Universitaires de France, París, 1974.
220 GARCÍA CUADRADO, A. M., “La representación parlamentaria de intereses socio-económicos
en la doctrina constitucional”, en Revista de Derecho Político, UNED, nº 88, 2013, págs. 169-214. Parte
del esquema teórico de este capítulo ha sido fruto de diversas reflexiones a partir de este trabajo.
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En cualquier caso, parece adecuado establecer una ordenación de las propuestas
según las inclinaciones doctrinales o tendencias ideológicas de algunos de los autores
más sobresalientes que la han reivindicado. No obstante se debe prevenir y advertir
que cualquier clasi cación propuesta estaría incompleta, básicamente porque esta
forma de representación la han defendido, con exclusión o como complemento de la
moderna representación política, escuelas sociales divergentes221 y son muy variados los
pensadores que la han reivindicado por lo que por lógica, traemos a colación algunas
de las más relevantes opiniones al respecto.
3.1.1. La propuesta de la Iglesia Católica y su Doctrina Social respecto a la repre-
sentación de intereses socioeconómicos
3.1.1.1. El pensamiento Católico antes de la encíclica Rerum Novarum
Desde San Pablo222 la Iglesia Católica ha reconocido el pluralismo de la sociedad
llegando a distinguir y clasi car orgánicamente a la misma. Dicha posición se enfatizó
más si cabe y se desveló con fecundidad durante la Edad Media, cuando los juristas
de la Iglesia fraguaron y desarrollaron la teoría de los cuerpos intermedios que muy
acertadamente valoró GIERKE cuando estipuló que en el Medievo “Una concepción
organicista de la sociedad le es tan próxima como le resulta naturalmente ajena una
construcción atomística y mecanicista223.
De tal manera, la Iglesia ha defendido desde antaño que la sociedad se organiza
por medio de los grupos humanos naturales, como son, por ejemplo, la familia, el
municipio y los gremios.
Con la llegada de los desequilibrios socioeconómicos de la Edad Contemporánea,
la Iglesia Católica no fue ajena a los grandes problemas sociales y a las clamorosas in-
justicias que propiciaron las revoluciones del XIX, de forma que teniendo muy presente
los movimientos sociales y las nuevas reivindicaciones que iban apareciendo, se alejó
de la doctrina marxista de la lucha de clases como también de las posiciones liberales
e individualistas224.
Desde un principio la Iglesia se puso del lado de los trabajadores, defendiendo la
necesidad de tomar medidas de carácter social desde los poderes públicos y no disimuló
221 HEINZE, R.G. y VON ALEMANN, U., op.cit., pág. 147.
222 SAN PABLO, Epí stola a los romanos, XII, 4-5:“Hermanos, así como en un solo cuerpo tenemos
muchos miembros con diversas funciones, también todos nosotros formamos un solo Cuerpo en Cristo, y en
lo que respecta a cada uno, somos miembros los unos de los otros”.
223 GIERKE, O., Teorías políticas de la Edad Media, Centro de Estudios Constitucionales, Madrid,
1995, pág. 117.
224 Frente a la lucha de clases marxista, la Iglesia propuso la convivencia, la armonía, el diálogo entre
patronos y obreros y la defensa de la propiedad privada con ciertos límites. Frente a las tesis liberales,
se promovió el asociacionismo y se rechazaron una inmensa mayoría de los postulados del liberalismo
político. Para ello baste leer los siguientes documentos pontificios: “Mirari Vos” del Papa Gregorio XVI y
publicada el 15 de agosto de 1832, “Quanta Cura” del Papa Pio IX de 8 de diciembre de 1864 o el “Syllabus
Errorum” de 1864, de este mismo Papa.

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