5G educativo, factor de protección ante la incertidumbre en la España vaciada
| Autor | Mª del Pilar Quicios García, Pablo Herrero Teijón, Patricia González Ocejo |
| Páginas | 145-162 |
5G EDUCATIVO, FACTOR DE PROTECCIÓN ANTE LA
INCERTIDUMBRE EN LA ESPAÑA VACIADA
Mª P Q G
P H T
P G O
Mª P Q G , P H T P G O
1. INTRODUCCIÓN
A lo largo de la historia de las civilizaciones se han producido multitud de cambios,
transformaciones y hasta revoluciones que casi siempre han aportado a la sociedad solu-
ciones o avances para problemas puntuales o para circunstancias no resueltas. Algunos de
esos cambios estaban programados o previstos en el tiempo, otros, sin embargo, surgieron
como respuesta a hechos imprevistos o situaciones de emergencia.
El mundo, en la segunda década del siglo XXI vive un momento de emergencia. Un
momento en el que muchos de los avances cristalizados en el siglo XX han quedado, en
unos meses, obsoletos como consecuencia de una revolución originada por una crisis
sanitaria global.
Los efectos de la pandemia del COVID-19 amenazan a la humanidad y quiebran las
seguridades –tanto objetivas como subjetivas– de los habitantes del planeta tierra. La
sociedad vive una circunstancia incontrolada que ha sumido a las poblaciones mundiales
en un profundo sentimiento de incertidumbre1.
Muchos han sido los ámbitos que se han visto afectados por estas inseguridades tanto
objetivas como subjetivas. Cada uno de ellos ha buscado una posible solución en deter-
minadas acciones diseñadas desde estrategias mundiales, nacionales o locales (créditos
económicos, investigación médica, comercialización de vacunas, telemedicina, campañas
de salud mental reparadoras, teletrabajo, distancia social, cierres perimetrales, con na-
1 En el Proyecto de investigación Estudio multifactorial georreferenciado de la inseguridad en
España y su correspondencia con la inseguridad subjetiva ( CSO2016-77549-P) se identifica, como
tradicionalmente ha hecho la bibliografía criminalística, percepción de la inseguridad con inseguridad
subjetiva. Asumiendo este punto de partida, este I+D da un paso más en la conceptualización de la
inseguridad subjetiva equipararla con la incerti dumbre. Esto es, un hecho –la percepción de la inseguridad–
se describe como un sentimiento, como una emoción –la incertidumbre–.
Mª del Pilar Quicios García , Pablo Herrero Teijón y Patricia González Ocejo
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mientos selectivos, ayudas de subsistencia a poblaciones hasta ese momento perfectamente
solventes, solidaridad desinteresada, etc.).
La educación también ha sufrido las consecuencias de la pandemia. La crisis derivada
de la COVID-19 está acentuando signi cativamente las disparidades educativas preexisten-
tes. Esta crisis está reduciendo entre las poblaciones más vulnerables, habitantes de zonas
pobres o rurales, refugiados y personas con discapacidad sus oportunidades para continuar
con su itinerario educativo (UNICEF, 2020). Un informe de UNICEF 2020 alerta de que
alrededor de 23,8 millones de niños y jóvenes podrían abandonar la escuela o no tener
acceso a ella el año que viene [en 2021] solo por las consecuencias económicas derivadas
de la pandemia. Es decir, los efectos del COVID-19 si no es acotada rápidamente puede
colocar a los estudiantes más vulnerables en una situación sobrevenida de riesgo social2.
Esta previsión en enero de 2020 hubiera resultado una falacia. El siglo XX y los pri-
meros años del siglo XXI se caracterizaban por haber consolidado el artículo 26 de la De-
claración Universal de los Derechos Humanos. En enero de 2020, en el mundo occidental,
se ejercía el derecho a recibir una educación universal, integradora, aceptable y adaptable.
La universalidad de la educación se conseguía a través de su gratuidad y obligato-
riedad en sus niveles fundamentales.
La educación era integradora porque eliminaba toda forma de discriminación en
su acceso.
La calidad de todo el proceso educativo era lo que la convertía en aceptable y su
acomodación a cada estudiante la hacía adaptable.
En 2020 la educación era el medio por el que las personas desarrollaban sus capacida-
des, habilidades y participaban activamente en la sociedad. Su promoción y la defensa del
derecho a la educación constituía la llave que permitía desarrollar otros derechos humanos
indivisibles e interdependientes (Piovesan y Antoniazzi, 2020). La educación, para Naciones
Unidas representa la base de la Seguridad Humana.
La sostenibilidad de las sociedades se cimentaba en el Derecho a la educación desa-
rrollado de manera mantenida. Partiendo de esta idea, para dotar de rango jurídico a la
Declaración de los Derechos humanos, y por tanto al Derecho a la Educación, se fueron
desarrollando toda una serie de Cumbres y Pactos. En ellos, los Estados rmantes adqui-
rían la obligación jurídica de desarrollar este derecho humano. Algunos de esos pactos y
cumbres fueron:
2 Mientras que la incertidumbre es un sentimiento o una emoción, el riesgo social es una situación.
Exactamente, la situación en la que se encuentra el ser humano que no tiene cubiertas sus necesidades
básicas o no puede ejercitar sus derechos sociales (Quicios, 2019) o la situación en la que se encuentra
el ser humano que no tiene cubiertos ambos aspectos a la vez (Quicios y Triguero, 2012).
El riesgo social es una situación no deseada. Una situación exógena a la persona atrapada en ella. Unas
veces esa situación es objetiva. Otras veces esa situación es el producto elaborado por la mente humana
a través de una emoción sentida como un hecho cierto y tangible. Sea como fuere el riesgo social es una
situación que hay que prevenir, activar, solventar o compensar y que puede ser abordada y revertida actuando
sobre los factores desencadenantes –factores de riesgo– que han llevado a que se produzca tal situación.
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