La nueva Política de Vecindad de la Unión Europea: ¿hacia un espacio económico Hispano-Magrebí?

AutorIván Martín
CargoUniversidad Carlos III Madrid
Páginas499-526

El presente artículo se basa, en parte, en una conferencia pronunciada por el autor el 3 de abril de 2003 en el Seminario Permanente de Formación e Investigación en CC. Jurídicas y Empresariales del Real Colegio Universitario Escorial María Cristina de El Escorial, en el ciclo dirigido por el Prof. Vicente Donoso La globalización, nuevos escenarios para la empresa española, con el título: «Los países del Norte de África: una realidad que hay que potenciar». Por lo demás, una versión sensiblemente reducida de la segunda parte del artículo fue difundida en la página web del Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos con el título «La nueva Política de Vecindad de la Unión Europea: ¿una oportunidad para relanzar las relaciones España-Marruecos?», ARI 137 (20 de noviembre de 2003), http://www.realinstitutoelcano.org/analisis/365.asp.

Page 499

I El desarrollo de los intercambios económicos entre españa y el Magreb desde la segunda mitad de los noventa
1.1. Marco jurídico

La segunda mitad de los noventa ha supuesto la consolidación e intensificación de los intercambios económicos hispanomagrebíes, tanto desde un punto de vista institucional como en volumen. Institucionalmente, se ha definido un marco jurídico estable que, en principio, pretende garantizar las relaciones fluidas propias de socios preferenciales y estratégicos. Los instrumentos han sido los Tratados de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación firmados con Marruecos (julio de 1991), Túnez (octubre de 1995) y Argelia (octubre de 2002), concretados mediante los Acuerdos Marco de Cooperación Económica y Financiera de 1988 con Marruecos, de 1991 con Túnez y de julio de 2000 con Argelia, y los sucesivos Protocolos de Cooperación Financiera con Marruecos (las últimas dos renovaciones se han producido en 1996 hasta diciembre de 2001, con una línea de créditos FAD por valor de 900 mill. de €, aunque expiró habiéndose utilizado efectivamente menos de la mitad, y de nuevo en diciembre de 2003 hasta 2007 por importe de 300 mill. de €), con Túnez firmado en junio de 1997 y renovado en septiembre de 2001 (pendiente de renovación desde septiembre de 2003, con una línea de créditos FAD de 105 mill. de €), y con Argelia, renovado por última vez en octubre de 2002 por dos años (por un montante de 100 mill. de € de créditos FAD), amén de los Acuerdos de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones y los Convenios para evitar la Doble Imposición y otros acuerdos sectoriales.

Sin embargo, a falta de una dinámica de integración magrebí (véase el punto 2.4), que España tampoco ha sabido impulsar, durante todo este período las relaciones entre España y sus países vecinos del Sur no han superado el marco estrictamente bilateral, por lo que deben analizarse para cada uno de los tres países por separado. Page 500

1.2. Comercio bilateral

En cuanto a la intensidad de los intercambios económicos propiamente dichos, predomina sobre todo el comercio bilateral, que ha mostrado una tendencia sostenida a aumentar desde 1995, hasta el punto de que el volumen total de comercio (importaciones más exportaciones) casi se ha triplicado (pasando de algo menos de 3.000 a más de 7.500 mill. € en 2002), aunque la mitad de ese incremento en términos absolutos corresponde a las importaciones de hidrocarburos de Argelia. En cualquier caso, los tres países del Magreb central importan ya desde España más que los trece países de Sudamérica juntos, y las exportaciones españolas a esta región presentan tasas de crecimiento anual acumulado superiores al 15% (se han más que duplicado en los casos de Marruecos y Túnez), salvo en el caso de Argelia, en el que prácticamente se han estancado (véase el gráfico 1 1). Estas cifras apuntan a que, con independencia de los vínculos lingüísticos y culturales que nos unen a América Latina, del hiperactivismo de nuestras grandes empresas en esa región y del apoyo de superestructuras diplomáticas como las Cumbres Iberoamericanas, nuestro verdadero mercado natural se encuentra en el Magreb.

En cuanto a las importaciones (véase el gráfico 2), también han mostrado un fuerte dinamismo, duplicándose a lo largo del período 19952002 en el caso de Túnez y triplicándose en el de Marruecos. Mención aparte merece el crecimiento de las importaciones de petróleo y gas de Argelia, que prácticamente se han cuadruplicado en ese período, especialmente a partir del año 2000, y que por sí solas suponen desde entonces, con un nivel ligeramente superior a los 3.000 mill. € anuales, el 40% de los intercambios comerciales hispanomagrebíes totales.

Como consecuencia de ello, el saldo comercial presenta una evolución claramente diferenciada por países. Mientras que en el caso de Marruecos y Túnez se ha consolidado en los últimos cinco años un superávit comercial anual conjunto favorable a España próximo a los 400 millones de dólares, en el caso de Argelia se ha incrementado sustancialmente, hasta situarse en niveles consistentes de déficit por encima de los 2.000 mill. de € (véase el Gráfico 3). Page 501

En términos relativos, estas cifras han supuesto que el Magreb haya ganado algo de peso en el comercio exterior español, aunque siga siendo un tanto marginal (entre 1996 y 2002, las exportaciones han pasado del 1,80% al 2,26% de las exportaciones españoles totales y las importaciones del 1,65% al 2,71%) y que España haya ganado algo de peso en el comercio exterior magrebí (pasando del 6,4% al 11,7% como cliente de los tres países magrebíes, sobre todo gracias a los hidrocarburos argelinos, y del 7,0% al 8,1% como proveedor, lo que le ha permitido desplazar a Estados Unidos y a Alemania, respectivamente, como tercer socio comercial de la región, por detrás de Francia e Italia). La importancia comercial de esta región para España radica, sin embargo, en su proximidad geográfica, su potencial y su dinamismo, pues los tres países del Magreb se han convertido, en su conjunto, en los socios comerciales más importantes de España fuera de los países desarrollados de la OCDE y se encuentran entre los países cuya demanda de productos españoles está aumentando más rápidamente.

Gráfico 1. Exportaciones España-Magreb (mill. €)

Gráfico 2. Importaciones España-Magreb (mill€)

(Gráfico en Documento Pdf)

Gráfico 3. Balanza comercial España-Magreb (mill. €)

(Gráfico en Documento Pdf)

Mención aparte merecen los flujos de contrabando de bienes de consumo desde España a la región, especialmente Marruecos y Argelia (por no mencionar el tráfico de drogas desde el norte de Marruecos a Europea a través de la Península). Aunque su volumen resulta por definición sumamente difícil de determinar, sólo para el comercio no registrado Page 502 desde España a Marruecos la Cámara de Comercio Americana en Marruecos ha estimado una cifra de más de 1.400 mill. de € anuales 2, casi igual a la de las exportaciones oficiales; las exportaciones incontroladas desde Alicante y Barcelona a Argelia también tienen una magnitud apreciable. Esto significa que la balanza comercial global con el Magreb podría estar en realidad casi equilibrada, con Marruecos soportando un déficit comercial real de cerca de 2.000 mill. de € que prácticamente compensaría el déficit inducido para España por las importaciones de hidrocarburos argelinos.

1.3. Inversiones extranjeras, financiación y ayuda

Frente a estas cifras, el volumen de los demás flujos económicos palidece, si se exceptúa el ingente volumen de las remesas de emigrantes. Con la excepción de operaciones muy puntuales (en particular, la adquisición de la segunda licencia de telefonía móvil por Meditel, una empresa participada por Telefónica en 1999, y la compra del monopolio de tabacos por parte de Altadis en 2002, en ambos casos en Marruecos), las inversiones directas de empresas españolas en la región han sido bastante modestas. El volumen total acumulado de inversiones brutas entre 1995 y 2002 no ha llegado a los 600 mill. de € -las inversiones netas podrían no superar demasiado la mitad de esa cifra-, de los cuales más del 90% se han concentrado en Marruecos (donde España es desde 1997 el segundo o tercer inversor extranjero, aunque con una cuota media de tan sólo el 6%). En total, las inversiones en el Magreb han supuesto el 0,31% de las inversiones directas en el extranjero de las empresas españolas 3. Esto contrasta con la fuerte apuesta por los mercados latinoamericanos de las Page 503 grandes empresas españolas, que entre 1994 y 1999 invirtieron cerca de 60.000 mill. de € en la región.

A pesar del parón de la cooperación con Marruecos en 2002 y 2003, desde 1995 hasta 2002 España ha desembolsado un volumen de ayuda bilateral neta (es decir, una vez descontados los reembolsos de créditos del Fondo de Ayuda al Desarrollo para la compra de productos españoles) tanto reembolsable como no reembolsable a los países del Norte de África, incluido Egipto, de 434,34 mill de €, un 6,55% de la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR