Roca Sastre, Ramón María: Derecho Hipotecario, 6.a edición, tomos I y II
Autor | José María Chico y Ortiz |
Páginas | 1156-1162 |
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Uno de los mejores elogios que la fabulosa obra de Roca ha recibido proviene de otro gran maestro de esta singular rama del Derecho, don Jerónimo González. La cita la hago a través de una de las más ponderadas páginas que sobre la figura señera de Roca se han escrito: de la contestación que hizo Núñez Lagos al discurso de ingreso en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación. De la primera edición de la obra de Roca, que «modestamente se llamó Instituciones de Derecho hipotecario», decía don Jerónimo que era un verdadero curso de Derecho inmobiliario.
El germen de esta obra, apunta Núñez Lagos, hay que encontrarlo en aquel cursillo que dio Roca en la Universidad de Barcelona durante el curso siguiente a su licenciatura. Aquellos apuntes se fueron transformando y hasta el presente, con sucesivos retoques y ampliaciones, han salido a la luz cinco ediciones, con cuatro voluminosos tomos, para honesto deleite de opositores. La obra de Roca Sastre en materia hipotecaria tuvo una significación análoga a la de Castán en Derecho civil. Canceló una etapa en la preparación de la juventud, especialmente de los opositores, y comenzó otra. Elevó el nivel y la calidad de los estudios hipotecarios y los incorporó al seno y la técnica del Derecho civil.
La obra en este momento alcanza la sexta edición. Conserva sus cuatro volúmenes, aunque el cuarto se ha dividido en dos. Se ajusta al vigente programa de Notarías, y al haber sufrido éste nueva redacción en el año 1964, ha obligado al autor a un retoque de materias, simplificaciones de algunos puntos y estudio más amplio en otros. Estructuralmente la obra también ha exigido ciertas alteraciones que a lo largo de esta recensión iremos viendo.
En la advertencia previa que el autor estampa al comienzo de su primer tomo concluye con esta frase: «Espero que será apreciado debidamente el esfuerzo que esta nueva edición significa.» Y al terminar de leer esta llamada de atención a efectos de valorar un esfuerzo, no puedo por menos de recordar algo que no hace poco me contaron en un despacho del Ministerio de Justicia: Roca había escrito su monumental tratado en muchas noches de insomnio, robándole horas al sueño. La valoraoión del esfuerzo sube de tono conociendo esta intimidad. Al llegar a este punto es necesario decir también que Roca conoce cómo su obra ha quitado muchas horas de sueño a una juventud que pensaba en unPage 1156 triunfo de oposiciones muy difíciles. Núñez Lagos lo explica con mejores palabras al decir que los valores pedagógicos de la obra se resumen en su larga permanencia como texto obligado para la preparación de opositores a Notarías y a Registros. Durante tres lustros, promoción tras promoción, lo mismo los venturosos que obtuvieron plaza que los innúmeros que se quedaron entre las zarzas del camino, consumieron años enteros de divina juventud acodados en sus mesas frente a las páginas macizas de Roca Sastre.
Al valorar este esfuerzo quiero apuntar una idea que parece haber sido la que ha presidido la nueva presentación de esta sexta edición. A lo que Núñez Lagos le parecía la obra en su quinta edición, esto es, obra de consulta y de reeducación de hipotecaristas adultos, se me antoja que hay que añadir actualmente un propósito de claridad. Creo que la obra es mucho más clara que sus hermanas mayores. Roca Sastre, en esta su sexta edición, ha querido aceptar aquella genial idea de Ortega y Gasset. El escritor, decía nuestro ilustre pensador, debe tener como mínimo la deferencia hacia el público para quien escribe de hacerlo con claridad. Roca, desde sus noches de insomnio ha puesto claridades diurnas en su Impresionante tratado.
Como el motivo de esta recensión es exponer brevemente el contenido de la obra, dividiremos la materia en una serie de apartados, haciendo preceder a los mismos la clásica sección bibliográfica.
Roca Sastre ha seguido siempre dos sistemas en orden a este punto. Al comienzo de la obra presenta un índice bibliográfico de diversas obras aconsejables para el estudio del Derecho Hipotecario Al pie de página se recoge, de otra parte, el resto de la bibliografía que el autor utiliza. Por lo que se refiere al índice bibliográfico, son de notar ciertas variaciones en el mismo. Refiriéndonos a la edición de 1945, vemos que de cuarenta y cinco autores se ha llegado a sesenta y cuatro. Se ha prescindido de obras como la de Díaz Moreno y se han agregado muchas de actualidad, como las de Corrado, Coviello, Lacruz, Marín Pérez, Pugliatti, La Rica, Savatier, Sanz, Vallet, etc. Las posibles omisiones se salvan comparando la aclaración que se hacia en la edición de 1945 (obras principales para la introducción al estudio del Derecho Hipotecario) con la actual de 1968 (obras varias para el estudio del Derecho Hipotecarlo).
Las notas a pie de página recogen sustancialmente los numerosos trabajos que sobre la materia hipotecaria se publican en las principales Revistas españolas. Aparte de estas citas se reúnen en dichas notas a muchos - autores, españoles y extranjeros, con sus obras correspondientes. Se hace, muy difícil precisar su número y el momento en que toda esta bibliografía se cierra, quizá años 1965 y 1966.
En este punto ofrecemos aquellos temas que contienen el concepto del Derecho inmobiliario, el Registro de la Propiedad, la evolución de la publicidad en materia inmobiliaria y las distintas fases que ha atravesado nuestra legislación hipotecaria.
En su aspecto interno o de fondo poco se recoge como novedad en materia de conceptos. Se barajan los de Derecho...
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