I. Precisiones conceptuales sobre el tema objeto de estudio

AutorJosé Manuel Palma Herrera
Cargo del AutorProfesor titular de Derecho Penal. Universidad de Córdoba
  1. LA NECESARIA DISTINCIÓN ENTRE “ACTO COPENADO” Y “ACTO IMPUNE”

    En determinados casos, un hecho delictivo que precede o sigue a otro principal no resulta objeto de un pronunciamiento condenatorio en la sentencia, ni da lugar a la imposición efectiva de una pena junto a la de ese otro hecho principal, por el que sí se es condenado.

    A partir de esta premisa, las explicaciones que se ofrecen son de la más diversa índole: concurso de normas; concurso de delitos con la concurrencia de una causa personal de exclusión de la pena; concurso de delitos pero en el que falta la necesidad de pena respecto a uno de ellos, concurso de delitos impropio que recibe el mismo tratamiento que el concurso de normas, etc.

    Tanto un sector importante de la doctrina como un buen número de sentencias vienen utilizando indistintamente los términos “acto copenado” y “acto impune” para referirse a esta misma realidad, a esas situaciones que presentan el denominador común de que un determinado hecho que puede subsumirse en un precepto de la Parte especial del Derecho penal no es castigado en base a dicho precepto.

    Así, por ejemplo, BETTIOL1, VON CAROLSFELD2, DREHER/TRÖNDLE3, HONIG4, HUSCHCKA5, JAGUSCH6, SAMSON7, VASSALLI8, RODRÍGUEZ DEVESA9 o GONZÁLEZ RUS10, entre otros, emplean indistintamente ambas expresiones para aludir a la misma realidad, o bien se sirven, impropiamente, sólo de la última –“acto impune”– para referirse a supuestos que otros autores, bajo los mismos presupuestos, califican, por el contrario, de “actos copenados”.

    La realidad, sin embargo, es que una y otra expresión significan cosas muy distintas y responden a un punto de partida distinto en torno a la naturaleza de la figura en estudio.

    Ya desde una perspectiva puramente semántica, la partícula “co–“, acompañando a un sustantivo o a un adjetivo implica la idea de conjunción, de lo que se desprende que “copenado” significa “penado conjuntamente con”; por el contrario, el adjetivo “impune”, entraña la idea de falta de pena o castigo para algo. Es decir, lingüísticamente hablando, “copenado” e “impune”, son términos que significan cosas completamente distintas.

    Esta diferencia se mantiene, como no podía ser menos, en el terreno jurídico–penal, y tras ella se esconden importantes cuestiones de fondo que responden a la propia naturaleza del instituto: que un hecho deje de ser castigado autónomamente como consecuencia de la inaplicación del precepto en el que el mismo es subsumible en principio, no significa necesariamente, sin embargo, que ese hecho resulte impune. Ello puede responder a una exención de responsabilidad criminal para ese hecho, que quedaría, de este modo, efectivamente, impune; pero también puede obedecer a la mera imposibilidad de afirmar una sanción autónoma para ese hecho con base en el precepto en el que es subsumible a priori, sin perjuicio, no obstante, de que el mismo sí resulte castigado como consecuencia de la aplicación de otro precepto distinto que prevé ya una pena para otro hecho. En el primer caso, como hemos dicho, el hecho es impune; en el segundo no.

    Sobre la anterior distinción resulta, pues, absolutamente necesario hacer una utilización correcta de la terminología, criticando, como hace CARBONELL MATEU el uso indiscriminado de ambas expresiones, y reservando la de “acto impune” para aquellos supuestos en los que un determinado hecho queda sin responsabilidad criminal11. Una falta de responsabilidad criminal que puede obedecer, a su vez, a razones muy distintas: cualquier tipo de eximente; una causa personal de exclusión de la pena; la falta de una condición objetiva de punibilidad; una condición de perseguibilidad que no se ha cumplido, etc.

    Frente al “acto impune”, el término “acto copenado” quedaría reservado para aquellos supuestos en los que un determinado hecho es castigado penalmente, no de manera autónoma y en base al precepto en el que el mismo era a priori subsumible, sino a través de la pena aplicable a otro hecho que resulta típico conforme a un precepto distinto. Y obsérvese que hemos dicho “a través de la pena aplicable a otro...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR