Del Panóptico al panoptismo: Foucault, la arqueología de las sociedades disciplinarias y el nacimiento de la Criminología

AutorIñaki Rivera Beiras
Páginas67-73

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Referencia obligada en las aproximaciones filosóficas y sociológicas (no sólo) del castigo, la obra de Foucault representa un importantísimo hito en el que es preciso detenerse. Pensar en ciertos problemas actuales y rastrearlos hacia el pasado (la penalidad, pero también, la sexualidad, la medicina, la locura…), efectuar una genealogía y/o arqueología de las instituciones modernas, analizar los «costos» de la Modernidad, hacer, en fin, una auténtica historia del presente», constituyen algunos de los rasgos fundamentales de la compleja obra foucaultiana. Para cuanto aquí interesa, al decir de Garland, esta aproximación es la que tal vez mejor que ninguna otra ha efectuado una auténtica «gramática» de las tecnologías punitivas (op. cit., 160).1

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Como es bien conocido, el análisis más exhaustivo de Foucault sobre la historia del castigo se halla en su obra Vigilar y Castigar. Nacimiento de la prisión.2Con la descripción, desde la primera página, del estilo de la punición suplicial del Antiguo Régimen, Foucault pone en evidencia la transformación que el sistema penal experimentó en el advenimiento de la Modernidad. Ya desde el principio se pone de manifiesto una de los aspectos debatidos de su obra: la nueva penalidad —la privación de libertad— ¿recaería más sobre el «alma» que sobre el «cuerpo» de los condenados3Lo que el autor francés describe con precisión es la nueva tecnología de poder que se pone de manifiesto con la nueva penalidad. En el moderno sistema, «bajo el nombre de crímenes y de delitos, se juzgan efectivamente objetos jurídicos definidos por el Código, pero a la vez se juzgan pasiones, instintos, anomalías, achaques, inadaptaciones, defectos de medio o de herencia; se castigan las agresiones, pero a través de ella, las agresividades; las violaciones, pero a la vez, las perversiones; los asesi-natos, que son también pulsiones y deseos» (op. cit., 25). Como señala Garland, el nuevo sistema resulta, así, más correctivo que punitivo: «un sistema penal al que los estadunidenses denominaron adecuadamente correccional» (op. cit., 166).

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Aproximándose al surgimiento —o al triunfo— de la «opción segregativa», Foucault centra su tesis en la afirmación de que el sistema penal no inventó nada absolutamente original —en atención a la pena privativa de libertad—, sino que adoptó en su seno una «opción», una «praxis custodial», ya ensayada en otras esferas sociales en la época del Gran Encierro. Como quedó dicho en el epígrafe I) de este trabajo, Foucault señaló a las «prácticas de profilaxis social» propias de la Baja Edad Media, encaminadas a luchar contra las amenazas del contagio de la lepra, como origen de la edificación de los grandes lazaretos. La «opción custodial» fue así tomando cada vez más cuerpo en la política de la disciplina social. Nació entonces la idea de que la respuesta más adecuada frente a los problemas representados por enfermedades, pestes, disturbios, amenazas y peligros fuese la de secuestrar a sus protagonistas en espacios restringidos y separados de la sociedad.4Esta nueva praxis u opción segregativa —que tuvo incluso sus antecedentes en las «medidas que deben adoptarse en una ciudad cuando se declara la peste»—5encontró un mo-

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delo que sería emblemático, representativo de los nuevos tiempos: la figura arquitectónica del Panóptico de Bentham. Un nuevo «estilo» de castigo, se asentaba entonces. Pero, la figura del Panóptico, y ésta es otra de las tesis foucaultianas, terminaría por trascender, por difundirse, hacia todo el espacio social. En efecto, y esto ya se mencionó al inicio de este trabajo, el panoptismo representó algo más que esa simple aspiración de gobierno interior de la institución cerrada: como ha señalado Costa (1974), en la particular metáfora políticojurídica del Panóptico de Bentham se está diseñando un «lugar externo», «diverso del proyecto jurídico»; un lugar donde puede ensayarse un Poder desvinculado de los límites...

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