Manuel Morón Palomino: magisterio y señorío

AutorTomás López-Fragoso Álvarez
Cargo del AutorCatedrático de Derecho Procesal Universidad de La Laguna
Páginas45-50
45
MANUEL MORÓN PALOMINO:
MAGISTERIO Y SEÑORÍO 1
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Catedrático de Derecho Procesal Universidad de La Laguna
La frase que encabeza este alegato –magisterio y señorío–, fue una expresión
que desde siempre oí en palabras del profesor Manuel Morón, tanto en conver-
saciones informales, como en actos académicos solemnes. Para él la Universidad
–aquella Universidad–, se caracterizaba, principalmente, por esas dos palabras:
magisterio y señorío.
Magisterio, en cuanto el profesor estaba dotado de autoridad, o sea, en su
acepción académica, como prestigio y crédito que se reconoce al profesor por sus
conocimientos y la calidad de su erudición, en nuestro caso, en Derecho en gene-
ral, y en Derecho procesal en particular. Un saber del derecho procesal recono-
cido por los demás, sus compañeros, sus alumnos y sus discípulos.
Y Señorío, también en su significado correcto, esto es, “gravedadymesu-
raenelporteoenlasacciones”, en palabras llanas, Morón era una persona
educada y apacible, que rehuía cualquier disputa infundada.
Cualquiera que lo conoció puede decir de él que era una persona cultiva-
da, elegante e ilustrada.
Añádase a su maestría en derecho procesal, y a su elegancia y educación en la
docencia, su innato humor andaluz, como sevillano de nacimiento, y canario de
adopción voluntaria, lo cual suponía una personalidad atractiva y entretenida, que,
su amplia cultura general y sus amplios conocimientos históricos y jurídicos, no im-
pedían que surgieran constantes anécdotas en su vivir cotidiano. Puedo recordar,
y lo traigo a colación para señalar su relación con el maestro, el profesor Prieto-
Castro, el cual no tuvo realmente discípulos directos, y quizás uno de los más cer-
canos a esa cualidad fuera el profesor Morón, gran defensor suyo en la obtención
de la cátedra de Derecho procesal de la Universidad de la Laguna en 1960 –según
me contó el propio profesor Morón, Prieto-Castro le dijo que había decidido de-
fenderlo en las oposiciones de referencia después de leer “La nulidad en el proceso
1 Agradecimientos: Fundación Serra Domínguez: profesores Ramos Méndez y Pérez Daudí
Asociación profesores Derecho procesal Universidades españolas: profesor Jiménez Conde.

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