Luces y sombras de la globalizacion: El futuro de los sistemas de bienestar

AutorMa. de la Concepción González Rabanal
CargoProfesora Titular de Economía Aplicada. UNED
Páginas72-89

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Lo primero que llama la atención a la hora de acercarnos al tema de la globalización es la falta de acuerdo en dos cuestiones que resultan, a nuestro juicio, trascendentales: la cronología del fenómeno y el término empleado para referirse al mismo.

No cabe duda de que la reiteración de un vocablo (globalización) en la mayoría de las esferas en las que se desenvuelve nuestro quehacer cotidiano termina por otorgarle legitimidad al mismo y hace olvidar la necesidad de darle contenido y definir o delimitar su ámbito de aplicación. Esto es lo que ha sucedido en este caso: todos hablan de globalización, aunque a la hora de caracterizar dicho fenómeno el acuerdo diste de ser unánime. Así, V. Forrester 1 piensa que la simple enunciación del vocablo «globalización» permite una manipulación magistral de la mente, pues una vez que los términos se han instalado insidiosamente en el lenguaje corriente, hasta el punto de que son utilizados incluso por quienes se oponen a ellos, parecen dar por sentado y cierto, y por lo demás consumado, lo que la propaganda quiere hacer que se admita, pero que le costaría mucho demostrar.

Otro tanto sucede con el frecuente recurso a términos que para algunos son sinónimos (internacionalización, mundialización, globalismo, transnacionalización), pero que para otros se refieren a fenómenos cualitativamente diferentes.

El propósito de estas líneas no es otro que tratar de proporcionar una visión de conjunto del fenómeno globalizador, analizando sus posibles causas y vislumbrando los potenciales efectos especialmente desde la perspectiva económica y, más concretamente, de cara al futuro (incierto) de los sistemas de bienestar. En definitiva, nuestro ánimo no es proporcionar ninguna teoría cerrada y concluida en sí misma, sino más bien elaborar un cierto «estado de la cuestión» que permita al lector adoptar su propia postura al respecto en el entendimiento de que ni este proceso es irreversible en todas sus manifestaciones, ni sus consecuencias perversas deben asumirse como un coste insoslayable derivado de la madurez de las economías del primer mundo que indefectiblemente hayan de aceptar los países con un nivel de desarrollo inferior.

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I ¿Qué es la globalización?

Como ya hemos señalado, no hay acuerdo a la hora de designar este fenómeno, pero sin embargo, sí a la hora de considerarlo como un proceso, es decir, algo que no está concluido aún y que históricamente ha presentado distintas fases de desarrollo.

Se trata de un proceso histórico poco conocido pero de enorme magnitud y cuyas consecuencias son inciertas dependiendo de la capacidad de las sociedades para entender lo que acontece y para promover alternativas 2. Dicho fenómeno tiene lugar cuando existen relaciones, flujos, comportamientos, actores, procesos y valores que tienen su origen, actúan, se reproducen, repercuten o se identifican en el espacio mundial 3. En definitiva, se manifiesta en una interdependencia creciente entre el conjunto de los países del mundo que surge como consecuencia del aumento del volumen y de la variedad de las transacciones transfronte rizas de bienes y de servicios, así como de los flujos internacionales de capitales, al mismo tiempo que por la difusión acelerada y generalizada de la tecnología.

Aunque el fenómeno globalizador se manifiesta en la mercantilización del consumo de masas, puede cuantificarse atendiendo a otros parámetros como la importancia de las exportaciones mundiales y de la inversión extranjera directa, el movimiento diario de los mercados de divisas, ventas y adquisiciones transfronterizas de bonos, el aumento de los préstamos de bancos internacionales, el crecimiento del turismo y de la migración, el del tiempo dedicado a las llamadas internacionales, el del intercambio de ideas e información, así como la creciente participación de la gente en asociaciones que atraviesan fronteras. No es un fenómeno nuevo, sino más bien una particular suerte de capitalismo 4, de expansión de las relaciones capitalistas tanto en extensión geográfica como en calado (al penetrar cada vez más aspectos de la vida humana).

Este proceso, al margen del grado alcanzado en otros momentos de la historia, se caracteriza en su fase actual, entre otros rasgos, por:

* Abarcar un gran número de países independientes mucho mayor que en épocas precedentes como consecuencia del proceso de descolonización, de los avances en las comunicaciones y en losPage 74 transportes 5, del auge de los nacionalismos y del propio proceso globalizador que, al intensificar el comercio, permite sobrevivir a muchos países 6.

* Comportar y ser consecuencia de nuevos avances en los transportes y en las comunicaciones, impulsados por el auge informático.

* Favorecer y servirse de la deslocalización productiva dentro de los grupos empresariales gracias a la movilidad del capital y de la tecnología favorecida por la celeridad de las comunicaciones, las facilidades del transporte y la apertura de los mercados 7.

* Cambiar la estructura del comercio exterior, predominando el de carácter intraindustrial 8 e intraempresarial.

* Transferir tecnología y externalidades de investigación que desarrollan e impulsan nuevos avances.

* Establecer nuevas restricciones a la inmigración 9 y con ellas dificultar la movilidad internacional del trabajo de modo que ésta sea significativamente menor que la del capital.

* Elevar la competencia internacional en relación a productos idénticos o similares.

* Contribuir a la generalización y extensión de las funciones de bienestar en manos de los gobiernos.

* Favorecer la aparición de nuevos mercados 10 de servicios financieros más desregulados, con nuevos participantes (empresas multinacionales, bloques regionales, ONG's) y en los que rigen nuevas normas (acuerdos multilaterales sobre el comercio, los servicios, el medio ambiente...).

* Propiciar la integración profunda de los mercados financieros 11 sobre todo en el supuesto de la inversión institucional, es decir, de aquellos patrimonios gestionados por profesionales que buscan la combinación óptima de rentabilidades y riesgos.

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En definitiva, se trata de un proceso caracterizado por la libertad de movimientos de los factores productivos y de los bienes y servicios que comporta la creciente integración de los mercados de los mismos y de los capitales, que amplía las decisiones sobre la producción al planeta (trascendiendo de este modo las fronteras del Estado) y que, en un contexto de máxima difusión de la información, requiere la adopción de políticas económicas coordinadas ya que no está exento de devastadores efectos, como tendremos ocasión de señalar.

II ¿Cuándo surge la globalización?

A la hora de estudiar cualquier fenómeno, una de las posibles formas de encauzar el proceso investigador es tratar de ubicarlo en el curso de la historia. En el caso de la globalización tampoco parece existir acuerdo a la hora de situar sus orígenes. No faltan quienes 12 ya se refieren a un fenómeno globalizador [sin duda con perfiles cualitativamente diferentes al actual 13] en las postrimerías del siglo XIV en Europa con la aparición de las ciudades dedicadas al comercie hacia tierras lejanas.

Otros buscan las raíces del fenómeno en fechas mucho más recientes, situándolo en las décadas finales del siglo XIX y encontrando su momento culminante antes de la primera Guerra Mundial, ya que durante todo este período se observa un crecimiento significativo del comercio internacional, superando el aumento de las exportaciones al de la producción 14.

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Sea cuando fuere, lo cierto es que el fenómeno globalizador en el que nos encontramos inmersos comparte con estos posibles precursores una característica: el importante desarrollo experimentado por el comercio, el ingente volumen de exportaciones o, si se prefiere, la creciente apertura de las economías nacionales. Pero, también es cierto que presenta -como hemos visto- perfiles propios y distintos que hacen que no se pueda homologar con nada de lo ya vivido en anteriores épocas de nuestra historia.

Si este proceso globalizador es diferente a cuantos le han precedido, ¿dónde encuentra sus causas explicativas?, ¿qué factores han contribuido a desencadenarlo?

III Causas de la globalización

No pretendemos ser exhaustivos en la exposición de los factores que han propiciado la aparición de este nuevo fenómeno globalizador, pero sí queremos dejar claro que algunos de ellos se ven afectados por un proceso de feed-back, es decir, es la propia globalización la que retroalimenta la presencia de los mismos. Tal es el caso de la revolución de las comunicaciones o de la tecnología en general ya que la ampliación de los mercados inherente al fenómeno de la globalización contribuye a rentabilizar procesos que antes no lo eran y favorece el crecimiento de los recursos asignados a investigación y desarrollo tecnológico.

Además de la revolución experimentada por las comunicaciones y los transportes, existen otros factores de carácter institucional, como la reducción de las barreras administrativas 15 entre los mercados (rebajas arancelarias consecuencia de las sucesivas Rondas del GATT -hoy la OMC-), el abandono de regímenes autárquicos, o cambios de naturaleza redistributiva 16 como el nuevo reparto de ventajas comparativas (sólo Japón y Alemania producen el 49% del producto mundial), que han propiciado la globalización.

También han favorecido la globalización el crecimiento del ahorro y de la inversión, la recuperación económica de Europa y de Japón, que ha limitado...

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