Las libertades públicas y el 'espíritu republicano' en los principios de la III república francesa
| Autor | Javier Dorado Porras |
| Cargo del Autor | Editor |
| Páginas | 247-266 |
INTRODUCCIÓN
Como indica F. Burdeau, la tercera República ha coincidido con la
más larga experiencia republicana francesa (1875-1940) y también ha
contribuido significativamente a la construcción moderna de la esfera
pública1. Para C-A. Colliard2 se ha tratado de un régimen particular-
mente liberal, al menos durante el periodo que se extiende hasta 1914.
Apenas el partido republicano llega al poder el 16 de junio de 1881
cuando una serie de leyes organizan las libertades individuales. El
presente trabajo pretende destacar los puntos más relevantes de esas
leyes que fomentaron los derechos fundamentales en Francia (o mejor
dicho las llamadas “libertades públicas”), al mismo tiempo que fortale-
cían y legitimaban la República3. Buena parte de esas leyes vienen de
la corriente política radical que ha gobernado Francia durante casi cin-
cuenta años. El radicalismo atraviesa en mayoría la izquierda pero fe-
dera también la derecha liberal. El punto de encuentro es el lugar que
concede al individuo y la negación de las teorías (como el marxismo o
el tradicionalismo) que lo encierran en grupos. Se trata de una doctri-
na que toma la conciencia y la razón humanas como bases y que de-
fiende la igualdad de los ciudadanos. Esas leyes que pueden contri-
buir a los llamados procesos de “generalización” y de “especificación”
de los derechos humanos, derivan en gran parte de la corresponden-
1BURDEAU, F., La troisième République, Montchrestien, “Clefs-Histoire”, París, 1996,
pp. 7-8.
2COLLIARD, C-A., Libertés publiques, Dalloz, París, 2005, p. 90.
3Vid. DEMIER, F., La France du XIXe siècle, (1814-1914), Seuil, Points, París, 2000,
p. 441-458.
HISTORIA DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES. Tomo III: Siglo XIX248
cia entre la tendencia liberal y la tendencia democrática en este hori-
zonte republicano francés4. De 1879 hasta la primera guerra mundial,
la Republica sigue los principios que fueron formulados en 1869 por
Gambetta en el llamado “programa de Belleville” que encarnará por
mucho tiempo “l’esprit républicain”. G ambe tta de fien de ya la ap lica ción
del sufragio universal, el desarrollo de las libertades fundamentales,
una instrucción pública primaria, obligatoria y gratuita, la separación
de la Iglesia y del Estado e incluso, la supresión de los ejércitos perma-
nentes.
Veremos primero las reformas que realizó la III República en el ám-
bito educativo. Luego, estudiaremos algunas leyes importantes relati-
vas a las grandes libertades públicas. Por fin, contemplaremos la sepa-
ración de las Iglesias y del Estado.
1. LA ESCUELA LAICA, OBLIGATORIA Y GRATUITA
La escuela constituye la institución central a partir de la cual la Re-
pública transmitirá sus valores. Por un lado, el objetivo principal con-
siste en descartar y neutralizar el poder de la Iglesia católica en la edu-
cación del ciudadano. Ésta aparece efectivamente como el mayor
obstáculo para el progreso moral y político del individuo y de la na-
ción. La cuestión escolar es así inseparable de la cuestión religiosa. La
Iglesia es así considerada como responsable de difundir una ideología
contraria al pensamiento racionalista y positivista que sostiene la Re-
pública. Además, fue la institución que defendió la monarquía, el Se-
gundo-Imperio y los contra-revolucionarios. En resumen, la Iglesia
aparece como el enemigo de la República. Por otro lado, la escuela re-
presenta el instrumento privilegiado para fomentar y estimular la
igualdad de los ciudadanos. La instrucción pública encarna una mi-
sión fundamental del Estado, misión que lidera, en particular, Jules Fe-
rry, Ministro de la Instrucción Pública durante el primer Gobierno de
Waddington (constituido el 4 de febrero de 1879). Como nos indica el
historiador M. Ferro5, Ferry realiza, ya en abril 1870 (justo antes de la
caída del Imperio), un discurso sobre la igualdad en la educación: su
objetivo debe consistir en eliminar la más terrible de las desigualdades
que vienen del nacimiento. Busca esta idea esencial —según Ferro—
“aux quatres coins” de la tradición liberal: la Ilustración del XVIII y Con-
4WINOCK, M., La gauche en France, Perrin, París, 2006, pp. 120-121.
5FERRO, M., Histoire de France, “Histoire”, Éditions Odile Jacob, París, 2001, p. 302.
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