La justicia administrativa en España, de J. González Pérez.

AutorJosé María Chico y Ortiz
Páginas761-762

Page 761

    GONZÁLEZ PÉREZ, J.: La justicia administrativa en España. Cuadernos Civitas. Ediciones Civitas en «Revista de Occidente». Madrid, 1974.

En formato de «libros de bolsillo», más tentadores para el asiduo comprador de libros de Derecho, aparece en la Colección de «Cuadernos Civitas» este trabajo, que ha de ser incluido en la obra La España de los años 70 (volumen III), que dirige Manuel Fraga. Lo firma Jesús González Pérez, cuya presentación parece obvia, sobre todo para los posibles lectores de esta Revista Crítica e Inmobiliaria, tan vinculada a los temas que el autor nos tiene acostumbrados y en los cuales es figura puntera.

González Pérez, aparte de la amistad y el compañerismo que con él me une, me produce la sensación de pequeñez al ver su enorme producción jurídica comparándola con la mía. Es admiración, no envidia, pues este último sentimiento Dios me lo negó desde el nacimiento, lo que siento al ver la fecundidad y rapidez con que van sucediéndose los libros, las conferencias, los comentarios a sentencias, los artículos, las colaboraciones, su trabajo profesional. No se lo he preguntado nunca, pero me imagino que si un día me decidiese a hacerlo respondería a mi pregunta de que de dónde saca tiempo para escribir y abarcar tanto, diciéndome que «en los ratos libres». Así de sencillo es el autor, que afronta en esta publicación un tema tan complicado.

El tema va explícitamente adelantado en el título de la obra: justicia administrativa. ¿Pero se puede hablar de justicia administrativa en España? Y el autor contesta para centrar el tema utilizando las palabras del profesor Drago al prólogo de la obra de Gjidara: Es que la justicia administrativa ha sido impotente para lograr la sumisión de la Administración pública al Derecho y, en consecuencia, no puede hablarse de justicia administrativa, no existe justicia en la Administración. La experiencia nos ha demostrado que «justicia» y «administración» son dos palabras que se repelen, no cabe la más leve conexión entre ellas. Existe, sin embargo, un continuado esfuerzo de procesalistas y administrativistas por intentar algo en esta línea, para que los principios vayan siendo cada vez más reales. Las conquistas conseguidas son mínimas.

Lo apasionante del tema obliga ya a valorar la obra positivamente. Pero es que a lo apasionante del mismo se unen dos o tres circunstancias de actualidad. De una parte, como indica el autor, la reforma reciente de la Ley de lo...

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