Una introducción a la lógica jurídica
| Autor | Pedro Cabello |
| Cargo | Registrador de la Propiedad |
| Páginas | 961-964 |
Page 961
Una introducción a la lógica jurídica, por L. J. Loevmg&r.. Traducción y prólogo por José Puig Brutan.-Boschs, Casa Editorial. Barcelona, 1954.
Según el prologuista, que hábilmente pretende introducirnos en un mundo desconocido para la generalidad de los juristas continentales, el autor del trabajo es un Abogado de Minnesota adicto al movimiento de la llamada «jurisprudencia experimental», que trata de aplicar a la experiencia jurídica el método de investigación propio de las ciencias naturales y de superar la mentalidad legalista que aplica viejos remedios a nuevas problemas, en lugar de* preocuparse directamente por lo que conviene hacer en una situación determinada.
Ejemplo : desde que en 1818 se resolvió en Inglaterra un caso de contratación por correspondencia, los ulteriores y sucesivos fallos han explicado y fundamentado la solución, idéntica, bien por la reiteración de la oferta, bien por considerar mandatario a la Oficina y hecha la notificación al depositarse en el buzón la carta de aceptación. Esta última ficción quiebra si la aceptación se hace per teléfono o telégrafo. La razón del fallo va.ría, no se siente nunca segura y vacila. Hay que buscar en la realidad social la: causa verdadera de la decisión adoptada. La observación de¡ cómo se conjugan las. circunstamcias de cada caso y las soluciones recaídas, nos permitirá trazar las líneas del nuevo Derecho, aunque se mantenga invariable la afirmación de que_ se aplican unos mismos principios generales.
Al interpretarse los mismos artículos del Código civil según conceptos diferentes de los que estaban admitidos al tiempo de su promulgación, se da lugar, quiérase o no, a una judicial legislación. Los parlamentes, en su erigen, no tuvieron poder legislativo, sino judicial. La ficción de que los jueces aplican un Derecho existente al ocurrir el caso litigioso, cuando los principios que le vieron nacer difieren de los fundamentos del fallo, originan el movimiento realista. Nosotros, los continentales, preferimos mantener la ficción a base de la interpretación ; los angloamericanos, por su parte, reconocen que lá regla de estar a lo decidido es compatible con la posibilidad de evolución. Dos distintas maneras de ocultar una misma verdad ; que en realidad persiste una ficción.
Las páginas de Loevinger constituyen una brillante contribución de la moderna lógica a aquella finalidad práctica y realista, a base de una crítica implacable del razonamiento iurídico. En vez de...
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