Introducción

AutorRamon Ragués i Vallès
Cargo del AutorCatedrático de Derecho Penal. Universitat Pompeu Fabra
Páginas15-17
15
INTRODUCCIÓN
Mientras estoy escribiendo las últimas páginas de este libro, la of‌icina de
prevención de riesgos laborales de mi Universidad ha tenido a bien enviar-
me un mensaje de correo electrónico informándome de que, a resultas de la
aprobación de un código de conducta interno, se ha abierto en el centro un
procedimiento de «prevención y solución de conf‌lictos provocados por con-
ductas inadecuadas», entendiéndose por tales los actos de violencia, acoso
o discriminación. En el mensaje se me informa de que, si he sido víctima o
testigo de tales hechos, puedo denunciarlos por varios medios a f‌in de que se
intenten esclarecer por parte de una comisión permanente de investigación
de conf‌lictos que elevará sus conclusiones al rector para que éste posterior-
mente decida acerca de las consecuencias jurídicas. En todo este proceso se
me garantiza conf‌idencialidad para el caso de que me decida a informar.
Éste ha sido mi primer contacto, en tanto que empleado público, con un
procedimiento interno de denuncia del que soy potencial usuario, una expe-
riencia que en las últimas décadas han vivido millones de trabajadores repar-
tidos por todo el planeta. La implantación de estos sistemas se enmarca en
una tendencia más amplia, consistente en intentar convertir a los empleados,
tanto públicos como del sector privado, en informantes o whistleblowers
—por emplear la frecuente expresión inglesa— acerca de las conductas ilí-
citas que se llevan a cabo por parte de sus compañeros o superiores en la
empresa o en la administración. Un fenómeno que resulta interesante desde
perspectivas muy diversas, jurídicas o no, y que, por supuesto, debe atraer
también la atención de los penalistas: no en vano, uno de los principales
objetivos de fomentar las denuncias es descubrir y prevenir posibles deli-
tos. Cómo deben diseñarse estos sistemas o qué tratamiento jurídico debe
dispensarse a quien cuenta con ellos si, de todos modos, se comete un deli-
to en su organización son cuestiones que serán analizadas en las siguientes
páginas.
Mientras escribo también estas líneas la prensa informa del caso de Her-
vé Falciani, antiguo empleado de la banca suiza que decidió sustraer los
datos de numerosos evasores f‌iscales que, supuestamente, tenían su dinero
depositado en entidades de aquel país y entregarlos a las autoridades de va-
rios Estados, entre ellos España. En este caso, nos encontramos ante la f‌igura

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR