Información de la Junta Directiva
| Autor | Leopoldo Martínez de Salinas |
| Páginas | 25-27 |
Los acontecimientos, como nuestros clientes, se precipitan al cabo del año. Noviembre y diciembre han sido meses movidos en los que ha habido de todo: festejos, preocupaciones, acuerdos y desencuentros.
Empezando por los primeros, el Colegio y la Ciudad de Barcelona han sido la sede de las comisiones de la Unión Internacional del Notariado Latino, y da la impresión de que ambos, ciudad y colegio, han estado a la altura de las circunstancias. Los visitantes han quedado gratísimamente impresionados por las instalaciones de nuestra casa y, sin pecar de inmodestia, por las atenciones personales que se les han prestado. La ocasión lo merecía y estuvieron presentes en alguno de los actos el Director General de Registros y del Notariado y el Presidente del Consejo General del Notariado, a los que desde estas líneas se agradece la colaboración. Un agradecimiento especial debe manifestarse a María Rocafiguera y a su esposo José Luis Perales, sobre quienes ha recaído buena parte de la organización y a quienes debe reconocerse la misma parte en su éxito. Si nosotros no hemos estado mal, las instituciones han estado excelentes. La Generalitat y el Ayuntamiento organizaron sendos actos memorables, y Barcelona ha brillado a su auténtica altura.
Al hilo de las celebraciones tuvo lugar en el Colegio una reunión de la Junta de Decanos y tras ella su Presidente, Antonio Fernández-Golfín, en una reunión algo precipitada, informó de los avatares de la Institución de Protección Notarial y su difícil camino parlamentario.
Se trata de un ente cuyo objeto sería la prestación de los servicios que hasta la fecha vienen cubriéndose a través de la Mutualidad, junto con otros diseminados aquí y allá, y alguno más de nueva creación. La figura pretendía ser introducida en la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos Generales del Estado, que ya nos tiene acostumbrados a tratar cuestiones que nada tienen que ver con las presupuestarias, y su tramitación parlamentaria ha sido accidentada, pues en el Congreso no recibió el apoyo de ninguno de los grupos parlamentarios: el PSOE presentó una enmienda que recibió el voto favorable de IU y de CiU, y ni el PP, que lo proponía, ni el PNV votaron a favor del texto presentado, optando por la abstención. Todo ello aderezado con una enconada campaña de prensa, muy crítica con la medida y con más inexactitud que precisión. Finalmente la enmienda del PSOE fue a su vez enmendada en el Senado y todo ha quedado como estaba, con luces y...
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