Nueva imposición sobre la renta de las personas físicas, de J. Monjo.

AutorJosé María Chico y Ortiz
Páginas259-260

    MONJO, J.: Nueva imposición sobre la renta de las personas físicas. Palma de Mallorca, 1980.

Traigo a recensión este libro por dos importantes razones. La primera es su sentido práctico, pues los temas que el autor trata los ilustra con ejemplos y supuestos prácticos, la cual supone conocer la legalidad y la aplicación práctica de la misma. En segundo lugar, por el gran sentido del humor que respira la publicación desde sus «tapas» hasta sus ejemplos. Me explicaré. La cubierta o «tapa» del libro reproduce una escena del encierro de los toros de San Fermín, en Pamplona. La foto es, sin duda, cuando ya el encierro toca a su fin y el gran portón de la plaza de toros se abre para que los corredores que vienen de la calle de la Estafeta salven los metros que les separan de la entrada y lleguen al anillo de la plaza. En ese callejón en el que tantas veces los mozos tropiezan y se forman barreras que los toros salvan unas veces a cornadas y otras en escaladas por encima de los obstáculos humanos. ¿Cómo es posible que una publicación sobre el impuesto de la renta reproduzca una escena semejante en su portada?

Esta última pregunta y su posible contestación hacen comprender al lector que el impuesto se parece muy mucho al «encierro» de San Fermín, donde los toros persiguen y los mozos esquivan, si pueden y saben. Yo he corrido en los encierros, hace tiempo, claro está, y comprendo perfectamente que ese miedo que recorre la espina dorsal desde que suena el cohete hasta que siente uno el aliento cálido del resoplar del toro o del cabestro, debe ser muy parecido a cuando un Inspector de Hacienda le cita a uno en su despacho para perseguir -hasta los corrales- al mozo que periódico en mano va sosteniendo el impulso y la arremetida del toro. Esta fiesta brava puede muy bien ser el claro ejemplo de lo que la reforma fiscal ha supuesto en aquella España conservadora, ahorrativa e inversionista.

Para correr en el encierro pamplónica -sin implicaciones políticas- era preciso asesorarse y atender las indicaciones que los expertos en estas lides te proporcionaban. De lo contrario no lograbas más que incipientes revolcones, cansancios inútiles y locas carreras a veces impru-Page 260dentes. Para correr en el encierro es preciso «un práctico» como para entrar un buque en puerto. Por eso, yo creo que el libro que traigo a recensión es «el práctico» del puerto o el experto del encierro que nos va a indicar la forma y manera de llevar a cabo una declaración de la...

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